El derbi ya se juega en las pizarras

Tres derbis en un mes. Barça y Espanyol disputarán mañana su tercer enfrentamiento en tan sólo 30 días. Quizá por ello los técnicos de ambos equipos han hecho hincapié durante la semana en el trabajo táctico y de estrategia. Los dos conjuntos se conocen al dedillo y los detalles pueden decidir un encuentro clave en ambos casos. Los blanquiazules, colistas en la tabla, necesitan la victoria para seguir albergando esperanzas en la salvación. Los azulgrana, líderes, para confirmar su supremacía.

El Barça dedicó parte de la sesión de entrenamiento de ayer a estudiar el juego de estrategia del Espanyol a través del video. Guardiola, consciente de que su equipo flaquea en la defensa de faltas y córners ha encajado 13 goles de jugada a balón parado, insistió sobre la necesidad de mejorar en el trabajo zonal.

"Sí que es un punto débil del equipo", reconoció el defensa del Barcelona Márquez sobre este aspecto del juego. El mexicano le encontró una explicación: "No tenemos mucha altura, pero estamos intentando solucionarlo en los entrenamientos, con el míster", admitió el central azulgrana.

Además de estar atento a la estrategia, Guardiola ha hecho esta semana varios apartes con Messi sobre el césped de la Ciutat Esportiva.

El Espanyol, por su parte, realizó ayer un entrenamiento a puerta cerrada en el que Pochettino probó con el 4-1-4-1 que ya utilizó el equipo blanquiazul en su última visita al Camp Nou, en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey hace apenas tres semanas.

Los médicos del Espanyol confirmaron que Rufete, con problemas físicos, no podrá jugar mañana y aconsejaron que Tamudo, que volvió la jornada pasada después de tres meses lesionado, juegue como mucho media hora.

El capitán no pierde la esperanza de que el Espanyol se salve: "No es fácil salir a un terreno de juego siendo el colista lamentó Tamudo pero quedan 15 jornadas y creemos que todavía es posible; las matemáticas así lo dicen", apuntó el delantero a los medios del club, donde reconoció su malestar con aquellos que denuncian su peso excesivo en las decisiones que se toman en el club.