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El deporte estadounidense se rinde a la publicidad de las casas de apuestas

Un experto en psicología explica que el perfil de personas adictas al juego está cambiando. Los jóvenes son "un tipo de jugador que antes prácticamente no existía y ahora llega a los centros de tratamiento con cierta frecuencia".

Foto de archivo del partido de la Super Bowl de 2023 entre Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs, a 12 de febrero de 2023.
Foto de archivo del partido de la Super Bowl de 2023 entre Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs, a 12 de febrero de 2023. Nick Wagner / Europa Press

Las casas de apuestas están encontrando en el deporte estadounidense su nuevo nicho. Están presentes en competiciones donde hasta hace cinco años era improbable encontrar anuncios de este tipo de empresas como la NBA, o la NFL –con la Superbowl como uno de los eventos más seguidos en el mundo–. La presencia de estos anuncios sigue en auge pese a que hay estados donde las apuestas están prohibidas. "Dar libertad a este producto es un problema de salud pública y se tiene que abordar como tal", explica a Público el catedrático en Psicología José César Perales.

Prueba de este incremento es que los ciudadanos de este país en 2023 incrementaron un 27,8% el dinero que destinaron a las apuestas deportivas, superando los 120 mil millones de dólares. Son datos de la Asociación Americana del Juego (AGA), que destaca que en la Superbowl de este año, los apostadores gastaron 340 dólares por persona (un 44% más que en la pasada edición).

Las consecuencias ya se están viendo reflejadas en la población del país. Las llamadas de auxilio a los centros de ayuda a personas con ludopatía están creciendo en varios estados, como es el caso de Ohio, donde la organización Problem Gambling Network registró un 55% más de avisos respecto al año anterior. En una entrevista a la NBC, un ciudadano, que no quiso revelar su identidad, afirmó que perdió "su matrimonio, su casa y cientos de miles de dólares".

Unai Garma, exadicto a las apuestas deportivas: "Empecé a robar dinero en casa"

Cada vez son más los afectados. Y el rango de edad disminuye. Según añadió el afectado a la NBC: "En las reuniones, ahora veo gente cada vez más joven. Cuando comencé a reunirme, yo era el más joven. Tenía poco más de 40 años", relató. Ahora, pueden encontrarse incluso menores apostando. Como es el caso de Unai Garma, un amante del deporte que empezó con 15 años. "Pedía a amigos, tenía deudas, empecé a robar dinero en casa. Al final se convierte en un problema", afirma Garma, que ahora tiene 27 años, a este medio.

Una industria dirigida a los jóvenes

Perales afirma que "el mercado de las apuestas deportivas se ha orientado de forma bastante clara a la gente joven". De esta manera, el perfil de los "jugadores patológicos" –aquellos que son adictos– ha variado en los últimos años.

Las apuestas deportivas están hechas "para que la gente pierda", aunque tiene un cierto "componente de habilidad", señala. Por lo tanto, "atraen a gente que cree que tiene esa habilidad". "Esa combinación de juventud, de creencias distorsionadas relativas a la posibilidad de ganar dinero a largo plazo y de cierto concepto vinculado al juego es bastante frecuente a día de hoy", añade el experto, quien detalla que "es un tipo de jugador que antes prácticamente no existía y ahora, sin embargo, llega a los centros de tratamiento con cierta frecuencia". 

Normalización del juego desde pequeños 

Un ejemplo de este nuevo perfil es Garma. "Con el tiempo vas perdiendo dinero. Pedía a amigos, tenía deudas, empecé a robar dinero en casa. Al final se convierte en un problema. No aprobaba ni una asignatura y dejé de ir a la universidad. Mentía todos los días a todo el mundo", comenta.

Unai Garma: "Cuando no había balón, jugábamos al póker"

Antes de las apuestas, Unai recalca que el primer contacto con el juego de azar se produjo a los 12 años con La Quiniela. Ya en Segundo de la ESO, él y sus amigos empezaron a jugar al póker en la hora libre después del comedor "cuando no había balón". Según relata, apostaban una pequeña cantidad: "A lo mejor 5 euros. Nadie nos decía nada", añade.

Ahora, Unai lleva siete años sin apostar y tiene un proyecto llamado A90Grados con el que imparte charlas, conferencias y formaciones con el fin de ayudar y dar visibilidad a los peligros de la adicción al juego. "Queremos que conozcan la parte negativa que tiene esto, porque a través de la publicidad nos muestran la parte positiva. Es necesario que vean que este mundo tiene sus peligros y hay que tener mucho cuidado", señala. 

Videojuegos, una exposición temprana a los juegos de azar

Los videojuegos comparten dos características similares a los juegos de azar. La primera de ellas son las cajas botín: el usuario compra con dinero real un producto cuyo contenido es totalmente aleatorio. "Lo más normal es que te salga algo sin valor alguno", explica Perales. La segunda es el "juego de azar simulado", ciertas misiones consistentes en jugar una partida de póker con una moneda virtual.

José César Perales: "La gente que gasta dinero en las cajas botín es más propensa a gastar dinero en los juegos de azar"

De este modo, el público infantil de los videojuegos se "está exponiendo a un contenido que se parece mucho a los juegos de azar", añade el experto, quien asegura que "la gente que gasta dinero en las cajas botín es más propensa a gastar dinero en los juegos de azar".

Esta correlación está "bajo estudio", indica el experto. Sin embargo, Perales es precavido y cuenta a este medio que "no podemos decir con total seguridad que la gente que compra cajas botín va a desarrollar ludopatía como consecuencia de esa exposición temprana". 

Los expertos afirman que “a más exposición más riesgo”

"En general, a más exposición más riesgo. El juego de azar es un agente adictivo. Cuanto más te expones al juego es más fácil que la adicción ejerza su efecto. En ese sentido, no es muy distinto de cualquier droga de abuso", contextualiza José César Perales.

Y no es fácil alejarse de la problemática cuando cada vez más competiciones deportivas (la de béisbol y hockey sobre hielo) abogan por incluir en su publicidad a los juegos de azar. El caso más reciente es el de la NBA con su plataforma League Pass, que retransmite por streaming los partidos, y en la que se incluye la opción de apostar en vivo desde el móvil sin necesidad de apartar la mirada del encuentro. Es una "estrategia de comercialización muy agresiva", según apunta el psicólogo. "Se pretende aprovechar de que, si tú eres fan de un equipo, te conviertas en cliente de una casa de apuestas", añade. 

Los jugadores de la NBA pueden invertir en casas de apuestas y publicitarlas abiertamente

Pero no solo queda ahí, sino que además la NBA y los jugadores firmaron un convenio, que entró en vigor en la temporada 2023/24, que permite a los deportistas que inviertan en empresas de apuestas deportivas, así como poder publicitarlas abiertamente. "Esto es un peligro y debería desaparecer por completo", matiza Unai Garma.

Aunque no todos los jugadores representan a esa cúpula que ensalza las apuestas deportivas. Existen excepciones, y uno de ellos fue el pívot de los Minnesota Timberwolves Rudy Gobert. "Esto está dañando nuestro juego. Sé que las apuestas y todo este mundillo cada vez es más grande, pero no debería ser así", dijo el pasado 9 de marzo en rueda de prensa al finalizar el partido tras haber sido expulsado por hacer un gesto al árbitro insinuando que estaba amañado. Como consecuencia fue multado con 100.00 dólares

Publicidad personalizada para jugadores autoprohibidos

Existe una opción para bloquear la publicidad de casas de apuestas y casinos que te llega al teléfono móvil o al correo electrónico. Unai Garma, como otros usuarios, tomó esta decisión para dejar atrás la adicción. Sin embargo, según denuncia Garma, las empresas se saltan esa prohibición para seguir promocionando su negocio.

"La industria son unos buitres. Me parece muy triste que haya que gente que estemos autoprohibidos y que nos lleguen SMS publicitando casas de apuestas. No tiene lógica ninguna. Recibo mensajes de gente diciéndome que está autoprohibida y reciben propios mensajes de salones de apuestas, casinos, etc. Eso hay que regularlo mucho más", defiende Unai Garma.

Tanto Garma como Perales, coinciden en la importancia de "buscar ayuda especializada". La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados dispone del teléfono 900 200 225 durante las 24 horas del día para ayudar a los ciudadanos con adicción al juego, además de poseer distintas asociaciones en cada provincia.

La adicción al juego "te hace ser una persona que realmente no eres", recuerda Marga, aunque siempre hay una "salida". El camino no es "fácil", pero pedir ayuda "va a ser la mejor decisión de tu vida. Y cuando sales de esto, la tranquilidad es eterna", remata el joven.

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