Quién le iba a decir a Simao hace un año que un día como el de ayer se estaría jugando unos dieciseisavos de Copa ante un equipo que se llamaba Ciudad de Murcia, se ejercita en Granada, juega en Motril y la mayor peña de aficionados es la de la familia de Quique Pina.  Seguramente Simao hubiera tomado por desvariado a la persona que se lo profetizase y así de perdido saltó al césped, por llamarlo de alguna forma, hasta que le despertaron de una patada.

Y eso es lo que pasó al Atlético. Que hasta que no le dieron dos tortazos no se creyó dónde estaba. Tapia había diseñado un partido físico. Sabía que era la única forma de agobiar al Atlético. Lo consiguió en varios momentos, pero no contaba con Forlán. Un par de decisiones del uruguayo noquearon al Granada 74. La primera, una volea, la salvó José Juan; la segunda, con una magnífico pase de Raúl García, fue a la jaula. Gol, eliminatoria a salvo y al banquillo. Lo demás, golpes y el golazo de Luque.

La alternativa de Camacho

Y llegó el día. Aguirre hizo debutar a Nacho Camacho, el capitán de la sub 17 campeona de Europa. También lo hizo Quillo, pero sólo jugo siete minutos. Camacho tiene 17 años y está llamado a ser el futuro, tanto en la entidad rojiblanca como en la selección. La vida afortunadamente es justa y hoy será un mal día para Miguel Pardeza, Pedro Herrera y su equipo en la secretaría técnica del Zaragoza.

Ellos no veían proyección en él, y el Atlético se lo arrebató a Barcelona y Espanyol. Ayer se puso la camiseta del primer equipo. Muchos pensarán que este partido no pasará a la historia, pero por la manera en la que está subiendo escalones en el fútbol, dirán que Nacho debutó en Motril, con un equipo que se entrenaba en Granada y que hace un año se llamaba Ciudad de Murcia.