'Si gano, mi carrera será larga. Si pierdo, corta'. Apenas se había estrenado como entrenador del Barcelona, pero Pep Guardiola veía su futuro meridiano. Conocía perfectamente la casa azulgrana y las implicaciones de asumir tal cargo sin mayor fogueo ni currículum que haber dirigido, con éxito, al Barça B. El reto era mayúsculo como mayúsculas eran sus ganas de enfrentarlo y su seguridad de que lo sacaría adelante. Había llevado tantas veces la batuta sobre el césped que hacer lo mismo, frente a una pizarra, le parecía una lógica evolución.

Sucedió que la evolución se ha convertido en una exhibición de recursos tan apabullante que, en su primer curso, Guardiola se ha situado a la altura de personajes como Miguel Muñoz, Giovanni Trapattoni, Carlo Ancelotti, Johan Cruyff y Frank Rijkaard. Sólo ellos comparten con el actual técnico del Barça un singular logro: haber conquistado la Liga de Campeones como jugador y como entrenador.

Campeón de Europa como medio del Madrid en 1956, 57 y 58, Miguel Muñoz repitió éxito, en 1960 y 66, ya desde el banquillo blanco. Defendiendo los colores del Milan sobre el césped, Trapattoni alzó el máximo título continental en 1963 y 69. Años más tarde, en 1985, cambió las rayas rojas del Milan por las negras del Juventus, al que dirigió en la conquista de primera Copa de Europa de los turineses, en 1985.

Sin mudar de bando, Ancelotti reinó con el Milan en 1989 y 90, preludio de lo que haría en 2002 y 06, ya con la pizarra en la mano. Maestro y referente de Guardiola, Cruyff tocó la cima europea tres veces con el Ajax (1971, 72,73), antes de abandonar el pantalón corto para, vestido de calle, conducir al Barça hasta su primera Copa de Europa, en 1992.

En el once que Cruyff alineó en Wembley, ya manejaba el centro del campo un jovencísimo Guardiola (21 años), que, ahora, 17 años después ha dirigido al conjunto azulgrana a su tercer cetro europeo de modo imperial y brillante. El chaval de Sant Pedor que se formó en La Masia y cultivó su fútbol en los famosos rondos de Cruyff ha superado al maestro y, como Miguel Muñoz, en su primer curso como técnico, ha conquistado un título para el que muchos necesitan años y la mayoría nunca consigue. Pep ha mejorado sus propias expectativas. Su carrera se prevé larga.