El Mallorca se interpondrá en el camino trazado por el Barcelona en su frenética persecución al líder, el Real Madrid, en el mejor momento de la temporada del equipo balear tras dos victorias seguidas ante el Atlético de Madrid (2-1) y el Sporting de Gijón (2-3).

El Barcelona pondrá a prueba su fortaleza y la capacidad para seguir creyendo en la Liga en Mallorca, donde se medirá a un equipo en forma. Los azulgrana, que han recuperado cuatro de los diez puntos que tenía de desventaja en el campeonato en apenas cuatro días, saben que tienen que dar lo mejor de sí mismos para seguir presionando al líder.

Para ello, Guardiola lo arriesga todo en Palma saliendo con tres defensas, en parte obligado por las bajas de Alves por sanción y Abidal y Adriano por lesión. Además, el técnico azulgrana deja a Xavi en el banquillo, pensando en la ida de las Champions contra el Milan.

La trayectoria azulgrana, desde que el equipo de Pep Guardiola cayó en Pamplona (3-2), es inmaculada. Ocho victorias consecutivas, dos en Champions, y seis en la Liga, con triunfos como visitante en campos complicados (Atlético de Madrid y Sevilla), precisamente en la asignatura pendiente de los azulgrana este año.

El principal inconveniente de los catalanes será el nivel del Mallorca, que llega al partido invicto en su campo desde hace más de dos meses, cuando le ganó, precisamente, el Real Madrid (1-2). Desde entonces ha sumado 10 de los 12 puntos disputados en el Iberostar Estadio.

La estadística de los choques con el Barcelona del Mallorca en la capital balear es, sin embargo, claramente favorable a los azulgranas, que han vencido en ocho de los últimos nueve enfrentamientos.

El equipo que dirige Joaquín Caparrós afronta la visita del Barça con la moral muy alta y, sobre todo, con la tranquilidad que le da tener atada prácticamente la permanencia al sumar 36 puntos, a 12 de la zona de descenso.