Ribéry, Müller, Kroos o Mario Gómez apenas precisan presentación. Y si la necesitaran, les bastaría con exhibir su tarjeta goleadora: 16 tantos en cinco jornadas de Bundesliga. Forman parte del potente batallón de ataque del Bayern, que esta noche toma el pulso al Villarreal en un exigente grupo en el que también figuran Manchester City y Nápoles. Robben, pieza principal ofensiva, es baja por lesión.

Sin embargo, tras el deslumbrante brillo de tanto gol se esconde una solidez defensiva que se antoja vital para afrontar un partido como el de hoy. Acabar imbatido asegura, como mínimo, un punto de oro cuando arrancas la fase de grupos fuera de casa. Bien lo sabe Jupp Heynckes, entrenador del Bayern: 'Desde que asumí el cargo, he puesto mucho hincapié en que la defensa debe estar equilibrada, debe participar delante. Es lo que estamos trabajando cada día. Sólo se puede estar a nivel mundial si se juega como grupo'. Esa zaga solidaria responderá hoy ante una pareja de cuidado, la que forman Nilmar y Rossi.

Frente a ellos, el poderoso Badstuber, un central de 22 años con planta de defensa mide 1,89 y alma de centrocampista. Más que correcto a la hora de sacar el balón, se incorpora al ataque con alegría serena e incluso se atreve, cuando le dejan, a ejecutar algunas faltas. Su lema, 'aprende de tus errores', describe una personalidad humilde y afable. Un físico prodigioso en el que habita el típico alemán sureño, un punto jovial. Así, cuando le preguntan por algo que hay que conseguir al menos una vez en la vida, responde: '¡Tener razón!'.

A Juan Carlos Garrido, primer entrenador valenciano en la historia de la Liga de Campeones, no le asusta la leyenda de su rival. 'Ellos saben que somos un buen equipo y seguro que el partido va a ser muy igualado. Es un encuentro vital en el transcurso de la competición. Sumar tres puntos sería dar un golpe muy importante al grupo dejando claro que podemos clasificarnos', argumenta.

Al técnico del Villarreal ni siquiera le preocupa la baja del sancionado Borja Valero: 'Tenemos otras alternativas de juego'. Y, eso sí, no se le olvida un guiño a la épica: 'Debemos luchar cada balón y contagiar a nuestra afición con nuestra lucha. Combinar esa capacidad de pelea con la calidad arriba nos puede dar la victoria'.