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Así de claro lo tiene Antía Fernández, la primera transexual española federada en un deporte olímpico en España. Hace apenas unas semanas debutó con el equipo de Voleibol de las Calasancias de Coruña B. Antía cuenta a PÚBLICO sin tapujos cómo ha sido su vida: su niñez como varón pero sintiéndose mujer, su soledad en casa, sus sentimientos internos, su deseo de una sociedad mejor sin tanta falsedad etc... Y también su proyecto futuro de vida, ahora que ya es una mujer adulta que ya roza los 40 años de edad.
Poco más de diez días han pasado desde tu debut con el Voleibol Calasancias de Coruña B. ¿Cómo te sientes?
En algún momento he llegado a sentirme con ganas de llorar, triste dentro de la felicidad. Me parece lamentable o triste que en 2016 estemos padeciendo todavía estos niveles de exclusión, porque la noticia tiene una doble lectura; la alegría de alcanzar la integración y la prueba de hasta dónde alcanza la exclusión.
Si yo, una chica de barrio, de la Sagrada Familia de Coruña, ha podido convertirse en la primera jugadora transexual oficial de voleibol en España… Esto sólo puede significar que todas las personas transexuales hemos carecido de oportunidades de integración y desarrollo en muchos ámbitos durante demasiados años.
Antía se considera 100% mujer a todos los efectos. ¿Pero te sientes igual cuando estás en la cancha con el resto de tus compañeras?
Sí, me siento igual, soy tan mujer fuera como dentro de la cancha, me siento igual que cualquier jugadora con la inquietud de responder a la confianza de la entrenadora. Es más, en los entrenamientos me olvido de que soy transexual. A veces me siento impetuosa de más, me dejo llevar por la ilusión y la entrega, pero no tiene nada que ver con mi feminidad, ni con mi identidad sexual o mi transexualidad. Es más una cuestión de interés personal por estar a la altura y ponerme al día lo antes posible. Más que nada porque hace 21 años desde aquellos entrenamientos en el instituto y se han producido muchos cambios en el reglamento a nivel técnico y táctico, desde el sistema de puntuación a la incorporación de la figura del "líbero"… Sin duda he de esforzarme para ser efectiva en el juego lo antes posible.
¿Y con tus rivales?
Me siento igual, supongo. Mis rivales son unas jugadoras de voleibol con las que no se mide o compara el índice o nivel de feminidad, estamos para hacer deporte, competimos, cada una a su nivel y en su capacidad. No creo que mi transexualidad vaya a suponer un condicionante, ni a favor ni en contra. La técnica se aprende mediante entrenamiento. Ellas y yo entrenamos duro, en ese sentido no espero que haya problemas por parte de las rivales, sea cual sea el resultado deportivo.
¿Qué significa para ti el hito logrado el pasado 24 de enero? Nunca antes una persona transexual había participado en una competición oficial de un deporte olímpico en España
"Hay una enorme masa social de hombres de la que recelo por su comportamiento"
Pues es un poco lo que he dicho antes, me siento triste. Me parece lamentable que por un lado se me reconozca un hito que no es siquiera el reconocimiento a un mérito deportivo. ¿Cómo puede ser que ninguna persona transexual haya hecho esto antes? No dejo de preguntármelo y pienso en lo penoso que es. Resulta que como sociedad hemos avanzado muy poco en derechos y en libertades y respeto. Como nación creo que va siendo hora de espabilar… yo no pienso quedarme quieta, eso lo tengo claro!
¿Qué sensación experimentas cada vez sales a jugar en un equipo femenino?
¿Normalidad? Supongo que lo que debería experimentar es eso, sólo normalidad. Pero la verdad es que cada entrenamiento es especial, yo acudo muy emocionada e ilusionada, porque es un sueño que anhelaba desde demasiado tiempo atrás. Y cada recordatorio respecto a ser la primera no ayuda mucho a que vuelva a esto vuelva "normal" . Ojalá pronto se dé a conocer la identidad del o la siguiente transexual en hacer algo similar.
Lo digo porque primero estuviste practicando halterofilia y hockey... ¿Qué pasó entonces?
Eso fue en edades tempranas, en el colegio, como actividad extraescolar el hockey y en las Escuelas Municipales la halterofilia, coincidiendo con el inicio de la pubertad… pero no paré ahí, aunque eso lo dejé, me busqué otras disciplinas.
¿Quién ha sido quien más te ha ayudado para lograr este sueño de jugar en la competición de voleibol?
"Siempre, desde que tenía cinco años sabía que era una mujer"
Igual suena mal decirlo pero ha sido un sueño que he perseguido, luchado, peleado y alcanzado yo sola. Nadie me ayudó, aunque nunca me faltó el apoyo de Pili Neira, la presidenta de Mudegá (Asociación de Mulleres Deportistas Galegas), con ella compartí las respuestas de otros clubes deportivos y me daba su opinión. Pero los trámites, las llamadas y contactos, las idas y venidas las hice yo misma, sola…Y es obvio que sin la respuesta afirmativa de Luis Fernández, el coordinador deportivo del Club Deportivo Padre Faustino, no estaría en un equipo sino jugando al voleibol sola contra una pared. Luis es quien, antes y después de la consulta a la Federación, responde afirmativamente y así es como voy al primer entrenamiento.
Primero lograste sentirte por fin mujer gracias a la vasectomía. El año pasado se reconoció tu feminidad y ahora logras este hito. ¿Qué es lo siguiente que quiere Antía?
Puntualizar que mujer me sentí siempre, pero es tras ese paso por el quirófano yo salí convencida y fortalecida para iniciar el tránsito social. Un año después logro iniciar mi tratamiento de reemplazo hormonal al tiempo en el que me concede el DNI. Desde entonces lucho por mi reasignación quirúrgica en Galicia, a la vez que lucho por encontrar una vía de inserción social, me matriculo en un Ciclo Medio de FP y busco completar mi formación académica. Lo del deporte es simultáneo y no sustituye a ninguna de mis otras luchas personales y sociales.
¿Se siente por fin Antía liberada o debe cada día luchar por algunos prejuicios de esta sociedad?
"Lo peor que he llevado ha sido mi nombre y las broncas por ser un niño "amanerado""
Desde mi primer paseo con falda por la ciudad romana de Mérida en la tarde del 14 de Marzo de 2014 me he sentido liberada y también eufórica. Aún así, existe una lucha diaria, a veces incluso agotadora, contra una infinidad de prejuicios.Quizá uno de los mayores es la cantidad elevadísima de personas que vinculan todavía la transexualidad a conductas y prácticas sexuales; cuando la verdad es que es un mito completamente falso. Dos modos de probarlo es que hay personas transexuales que somos asexuales y que se está dando mucha visibilidad a casos de menores transexuales cuya identidad sexual tiene el mismo nivel de desarrollo que los cisexuales, pero ninguno de esos menores tienen todavía desarrollo alguno de su sexualidad a nivel afectivo o conductual. Por lo tanto, yo sólo aspiro a un trato social femenino, como mujer, mi lucha no es por lo sexual del asunto, es por la identidad del sujeto, en este caso yo.
¿Es el deporte la válvula de escape de Antía para escapar de los prejuicios sociales?
No, el deporte es una herramienta, en todo caso, de doble uso. Por una parte me sirve para sentirme bien y a gusto conmigo misma. Por otra parte debería servir para abrirle los ojos y la mente a esa parte de la sociedad a la que me refería anteriormente. La que todavía vincula la transexualidad con prácticas y conductas sexuales. En mi caso espero que la gente vea que soy tan normal e igual al resto de chicas que en mi agenda hay tiempo para estudiar, buscar trabajo, hacer deporte, ir de compras y cultivar amistades. Nada más…
Una vez que has logrado todo lo que has logrado, ¿Cómo mira Antía hacia la masculinidad?
Jajajaja…A veces con recelo… Muchas veces, de hecho. Siento afinidad y amistad con ciertas personas del sexo masculino, pocos, la verdad. En su mayoría son hombres casados , con mujeres o con otros hombres indistintamente. Además son mayores que yo y a quienes puedo admirar y respetar porque me respetan y por sus valores e ideales.
Pero hay una enorme masa social de hombres que repelo, y me cuesta aceptar que se me acerquen, me toquen y no digamos ya que me den un abrazo. Necesito conocerlos y descubrir sus valores personales antes de admitirlos en mi círculo social. Y a los que no acepto suele ser por sus actitudes, sus comportamientos machistas, e incluso por las pretensiones con las que se me acerca alguno que otro. Y tengo claro que detesto esas actitudes…
He leído en alguna entrevista que tienes miedo a quedarte sola. ¿Por qué?
"Yo recuerdo haber intentado multilarme los genitales en dos ocasiones"
Creo que es un miedo general, no es algo exclusivo que sienta yo, ni es exclusivo de las personas transexuales o no. Conozco personas transexuales que lo sienten, que tienen ese temor que he descrito en un artículo de la Revista Mirales. Pero conozco también cisexuales que sin una causa aparente también lo tienen. Estando como está organizada la sociedad existe mucha gente sola, existe mucha competencia y poca cooperación entre las personas. Y es muy habitual, si lo preguntas abiertamente, que la gente diga que no es muy afectiva o que le cuesta encontrar gente que dé abrazos. Y el valor terapéutico de un abrazo es incalculable y además es ignorado. Ojalá todas las personas se abrazasen más… En cualquier caso si aparece alguien para compartir un proyecto conmigo espero que sea una mujer muy afectiva, que le gusten mucho los abrazos, porque yo sólo aspiro a compartir abrazos y afecto, poco o nada más…
Estás cansada de que se te considere "transexual"... ¿porque tú no lo eres?
No, yo soy transexual. En ese sentido he llegado a quererme y aceptarme como tal. Y de esas veces que alguien me pregunta "¿Si pudieras elegir cómo volver a nacer?" le digo que sin duda sería más sencillo nacer cisexual, pero me quedo con la magia infinita de ser transexual, eso sí… en un entorno social que me permitiera ser la niña que no me permitió el entornó que me tocó en los años 80. Lo que cambiaría sería la edad de reasignación, únicamente.
¿Cuándo te diste cuenta que eras una mujer?
Siempre...Aunque he contado que mi recuerdo más temprano es de cuando yo tenía 5 años… Desde entonces se suceden decenas, cientos de miles de recuerdos, donde mi conciencia me dictó que yo era una mujer. De hecho estoy trabajando junto a una autora andaluza para reunir todos esos recuerdos y escribir un libro. Pero esto es un proceso lento y laborioso que estamos empezando. "He llegado a estar sin casa en varias ocasiones: Con mis bienes en varias casas, trasteros"
He leído también que nunca encontraste el apoyo en casa. ¿Por qué? ¿Guardas rencor a alguien?
No, no guardo rencor alguno pero sí que he dicho ya en alguna ocasión que me alegra haberme alejado. De hecho debería haberme ido antes para poder hacer todo este proceso con menos edad. Pero también creo que este fue el momento idóneo, me pilló fuerte, ebria de valentía. Que me echaran era mejor que quedarme bajo su yugo y opresión, aunque haya sido duro y difícil. He llegado a estar "sin casa" en varias ocasiones… y con mis bienes repartidos en varias casas, trasteros, etc... Pero estoy orgullosa y agradecida de "al menos" una cosa. En su afán por convertirme en "un hombre de provecho" mi familia me ha brindado una formación académica y personal extraordinaria, una buena educación, unas bases de principios y valores humanos que, reconducidos bajo mi criterio, han hecho de mí una gran mujer. Ahora me veo mejor así, sola…
Ahora, a las puertas de los 40 y habiendo pasado tanto tiempo... ¿Cómo vive la infancia una niña dentro de un cuerpo "masculinizado"?
"Lo más bonito de sentirme mujer es sentir cosas como la brisa refrescando por debajo de la falda"
Es algo complicado… dado que no se puede dar marcha atrás en el tiempo, es casi imposible vivir esa infancia que me han robado. Pero, aunque sea a golpe de rabietas internas, intento compaginarlo todo, la infancia y la madurez.En estas décadas pasadas más de una vez expresé en consultas de psicólogos, que a veces me sentía como si mi niña interior se hubiera encerrado en un baúl dentro de mi cabeza, dejando que el resto de las cosas fueran pasando y fluyendo sin un control absoluto.
En el momento en que se abre ese baúl, en Mérida, yo bautizo mi tránsito social como "Salí de los baúles de La Piquer" y esa niña se enfrenta a tomar las riendas de una vida de mujer que se aproxima a los 40. Ella ha tenido sus meses, he dejado que mis anhelos de vestir de princesita se cumplieran en los primeros meses del tránsito, y hubo quien me aconsejó que no me vistiera como una niña, pero yo tenía que pasar esa fase y lo hice.
A veces esa niña pide paso, pero le toca turnarse con la adolescente que también quiere salir de vez en cuando. Y por encima de todo, controlando cada fase y cada momento, hay una mujer hecha y derecha, de 39 años a día de hoy, que tiene los pies en la tierra, que gestiona su agenda, su vida, sus propósitos y metas más allá del deporte y los sueños del instituto.
¿Qué es lo más bonito que recuerdas de entonces?
Minutos y cosas muy fugaces, como aprender a montar en bici en el patio de mi colegio un domingo por la tarde ayudada por Lola Barro, una monja ya fallecida de la Compañía de María de Coruña. También aprender a patinar; cantar una canción del grupo Mecano de memoria junto a unas compañeras de un campamento de verano… O bailar pegada a un chico la canción de Sergio Dalma con 11 años… Nadar en una piscina de noche, sin bañador… Y la alegría cuando me cambié de nombre poco después de cumplir los 18, (y se ríe..)
¿Y lo peor?
"La foto del DNI la medité desde mediados de marzo hasta el día que la presenté en abril"
Mi nombre, lo que peor he llevado ha sido mi nombre y las broncas por ser un niño "aniñado" o "amanerado". De pequeña no sólo no me dejaban ser la niña, además trataban de corregirme cuando se asomaba un poco. La pubertad, la adolescencia, el cambio brutal de mi cuerpo infantil y andrógino hacia una versión "masculinizada" donde me sentía incómoda y me quería morir. Y las erecciones. Especialmente las que son involuntarias e incoherentes con respecto al momento en el que se producen.
He llegado a leer que con 10 años era tal tu desesperación que intentaste mutilarte los genitales... ¿Por qué?
Yo recuerdo haberlo intentado en dos ocasiones, pero la verdad es que fue un impulso que me acompañó siempre, de esos que no se borran, que se tornaba casi irrefrenable con cada erección. Algo horrible. Pero es algo en lo que prefiero no ahondar.
Con 14 años ya tenías muy claro que querías hacerte la vasectomía...
Sí, fue algo que al estudiar formación sanitaria se me metió en la cabeza. Era un eufemismo obviamente, pero por dentro yo deseaba que me cortasen todo, que me extirpasen el órgano reproductor entero, con todas sus partes. Lógicamente era consciente de que expresarlo así podía hacer que me tomasen por loca, o por loco que es peor aún. De modo que siempre dije "vasectomía" y nadie me dijo que no lo hiciera o que estuviese loca por querer eso.
Y han tenido que pasar 23 años para que te la concedieran.
Pues sí, han pasado 23 años, me la concedieron con 37 y antes me la habían denegado tres veces, de modo que fue al cuarto intento.
¿Crees que tu ejemplo, tu entrega y voluntad puede servir de ejemplo a otras personas que están pasando por algo similar?
"Este espectáculo circense, empresarial del fútbol actual me parece una aberración"
En cierto modo no me queda más remedio que creerlo, porque prácticamente la totalidad de mi círculo social me lo dice y me lo repite una y otra vez. Pero no me gusta ser ejemplo de nada, ni para nadie, seguro que hay personas mejores a las que seguir y admirar. Aunque haya sido voluntaria desde 1992 en Cruz Roja y haya ayudado a muchas personas, yo soy torpe en las relaciones sociales, caigo mal, meto la pata y me equivoco muchas veces. Cuando no puedo sola, pido ayuda, y mis propósitos casi siempre se centran en lograr algo para mí, no creo que sea un buen ejemplo.
Desde que salí de los baúles de La Piquer no me he rendido, he luchado, he llorado porque he tropezado, pero sin tirar la toalla, buscando a cada situación una ventaja y una salida. Aprendiendo de cada vez que me he caído y tenido que volverme a levantar.
Cuando digo estas cosas me siento un poco parafraseando libros de autoayuda, pero es que no puedo evitarlo. Cuánto más sonríes y crees que puedes lograrlo, más consigues, mejor te sientes, más lejos llegas. Es increíble pero es real, funciona, y yo desde el primer día que he dicho "Soy Antía" he sonreído más que en los 37 años previos.
¿Que es lo más bonito para Antía una vez que se siente plenamente mujer?
Sentir la brisa refrescando tus muslos cuando llevas una falda corta (y se ríe). Sonreír en todas las fotos, llamarte guapa en el espejo del ascensor cuando vas a salir de casa, quererme y confiar en que voy a envejecer como una ancianita entrañable, verme las uñas pintadas, largas y cuidadas, bonitas. Escuchar el tintineo de mis pendientes al chocar entre sí. Y que la gente de la calle me trate en femenino sin conocerme de nada…
También he leído que eres muy coqueta. Cuéntamos
Sí, ya lo era antes la verdad, desde la adolescencia me decían que tardaba mucho en vestirme, en arreglarme. Siempre he sido de mirar la ropa que me voy a poner el día anterior e incluso de cambiarme de ropa cuando ya he terminado de vestirme. Me gusta la moda, me gusta combinar colores y tonos, aunque alguna vez meto la pata. Me gusta pintarme los labios, las uñas, llevar pulseras y anillos, pero ya desde la infancia, no es algo "nuevo" que aparezca con la reasignación. Aunque con este proceso se acentúa.
La foto del DNI la preparé y medité desde mediados de Marzo hasta el día en el que la entregué, a mediados de Abril.
¿La Naturaleza ha sido injusta con Antía?
Más que la Naturaleza, creo que la sociedad del momento en el que nací y la actual también en parte. No hay más que acceder a los testimonios de las familias de menores transexuales para ver que la crueldad no está en la naturaleza de los cuerpos, radica en los criterios con los que la sociedad mide y compara esos cuerpos. Insisto no es la naturaleza la que me ha hecho "mal" o "deforme". Es la industria de la moda, de la cosmética, o de lo que sea, la que marca con fuego unos criterios y cánones de belleza y estereotipos que no contemplan la integración de la diversidad sexual.
Te gustaría ser madre... ¿qué le dirías a tus hijos?
Es pronto para saber qué les diría, pero sin duda que a todas luces soy su madre y que ese amor infinito es idéntico al que sería si les hubiera gestado yo. Y les inculcaría de la mejor forma posible principios y valores de integración, equidad, justicia y respeto.
¿Quien es tu ejemplo a seguir en el mundo del deporte tanto masculino como femenino?
Me va a costar responder a esta pregunta pero aunque los haya que estén fuera de onda ya voy a incluir a los de todos los tiempos. Desde Arantxa Sánchez Vicario pasando por Carlos Sáinz y Luís Moya; María de Villota, Ángel Nieto, Alex Crivillé, Laia Sanz, Iván De La Peña, Jorge Valdano, Arsenio Iglesias, Vero Boquete, Allison Stoke; Teresa Perales; la boxeadora Marta Brañas...
¿Qué es lo que Antía desearía ver dentro del mundo del deporte?
Competiciones mixtas, competiciones donde la equidad y los verdaderos valores del deporte luzcan en su máximo esplendor. Por ejemplo, pilotos de carreras en turismos adaptados para P.M.R. o baloncesto en silla de ruedas para cualquier participante, incluidos jugadores profesionales. Deportistas multidisciplinares donde poder ver a Vero Boquete boxeando, a Valentino Rossi jugando al voleibol, Eva Castro en badminton o el propio Leo Messi intentando el waterpolo. Incluso Rafa Nadal en patinaje o hockey o Laia Sanz en baloncesto....
Conozcamos un poquito tus gustos futboleros, ¿Barça, Real Madrid o Deportivo?
Acabamos antes si confieso que repudio el fútbol, salvo el fútbol sala femenino. Pero tiene su explicación. Desde principios de los año noventa se modificaron los reglamentos y normativas de jugadores, fichajes, salarios en el mundo del fútbol y ahora está muy lejos de los valores deportivos que tiene el deporte en sí. Este espectáculo circense, empresarial, me parece una aberración. Sólo el Athletic de Bilbao se mantiene fiel a los principios con los que surgió la liga española. Por eso repudio el fútbol.
La pregunta del millón: ¿Cristiano o Leo Messi?
¿Vero Boquete?
¿Qué te parece que el fútbol femenino se esté poniendo de moda?
Al igual que la noticia de mi primicia en la competición oficial en un deporte olímpico, me parece triste y lamentable que haya que esperar a la temporada temporada 2015/2016 para que se ponga de moda y aparezca una jugadora en la portada del videojuego correspondiente…
Y qué me dices del voleibol... ¿está injustamente tratado en nuestro país?
"Al voley playa se le da un enfoque a menudo machista, misógino y despectivo hacia las jugadoras"
Si, sólo se emite en cadenas de interés residual, nunca en cadenas principales… y muchas veces en horarios intempestivos. Parece que un partido de voleibol es tan sólo un relleno en la parrilla televisiva que no importa a nadie.La única disciplina tratada como de interés televisivo es el voley playa, donde el enfoque a menudo es machista, misógino y despectivo hacia las jugadoras, que no son valoradas por su técnica y méritos deportivos sino más por sus físicos y la plasticidad visual de sus movimientos. Pero este no es el enfoque que queremos las jugadoras de voleibol.
¿Un sueño?
Terminar el Ciclo Medio de Formación Profesional de Emergencias Sanitarias y obtener el título para poder trabajar en lo que siento que es mi vocación. Desde 1992 soy voluntaria de Cruz Roja Española y es uno de los sitios donde me gustaría desarrollarme, ya sea como conductora de ambulancias, o como teleoperadora de emergencia. Pero tengo la mente abierta a muchas otras opciones y alternativas laborales. Ojalá hubiera oportunidades y ofertas para elegir, mientras tanto me toca luchar mucho por la integración social. Resumiendo, formarme y trabajar en algo que me guste y que no tenga por objetivo lucrarme, sino ayudar a otras personas.
¿Y una pesadilla?
Despertarme un día en el hogar familiar, rodeada de mis hermanos y con mi DNI antiguo. Como si estos 2 años de tránsito no hubieran existido o hubieran sido un simple sueño…
¿Qué valoras más en un deportista? ¿El tesón, la entrega, el esfuerzo o la calidad...?
Yo valoro más las tres primeras cosas, aunque entiendo que la persona responsable de un equipo preferiría la calidad. En mi caso yo ofrezco las tres primeras a mi equipo de voleibol.
Por último, ¿qué le pide Antía a la vida?
Es complicado, pero qué tal una sociedad armónica, pacifista, igualitaria, equitativa e integradora, donde la gente al servicio de su ciudadanía sea honesta, coherente, sincera y sensata. Y de paso que cuidemos el planeta Tierra, que reduzcamos residuos, que reutilicemos y reciclemos, que evitemos contaminar y destruir además de respetar a los animales y sus derechos a ser libres y vivir sin ser esclavos industriales, etc. Una sociedad donde la moda sea un abanico de diversidades, donde todas las tallas y modelos sean aceptadas y aceptables. Sin estereotipos crueles. En fin, creo que mejor pediré fuerzas para seguir luchando, porque es lo que toca.
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