La FIFA se reúne en su 73º Congreso Anual en Kigali (Ruanda) para abordar, entre otros temas, la ampliación de 32 a 48 equipos participantes en el Mundial y la elección de una nueva presidencia en el mandato 2023-2027.

En ese encuentro, Lise Klaveness, la presidenta de la Federación de Fútbol de Noruega, ha propuesto incluir un punto relacionado sobre las responsabilidades a la hora de ofrecer instrumentos para reparar los abusos contra los derechos humanos como ocurrió durante el Mundial de Catar.

El director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, Steve Cockburn, ve "alertador" que la FIFA debata en el congreso reparar los abusos contra migrantes y critica que la organización aún no se haya comprometido a garantizar la indemnización a los trabajadores "por su sufrimiento". A pesar de la preocupación generalizada entre asociaciones de fútbol, jugadores y patrocinadores cuando se conoció que sufrieron "robo salarial, tasas de contratación ilegales, lesiones e incluso la muerte en relación con la organización del torneo en Catar", el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no se pronunció sobre ello.

Por ello, desde la entidad social han insistido en que "ya es hora de que la organización deportiva rinda cuentas respecto a sus compromisos con los derechos humanos" y responda con un plan de acción que "proporcione ayudas a los trabajadores y a sus familias". Pese a que la FIFA creó un Fondo de Legado para indemnizar a estos trabajadores, no se conoce el tamaño de los fondos ni tampoco si irá destinado a indemnizar a las personas afectadas.

El pasado 13 de marzo, Amnistía Internacional y Avaaz recogieron más de un millón de firmas en 190 países para enviar una carta a la entidad deportiva exigiendo justicia y compensación para los trabajadores.