Valeria Castro: "La música es un altavoz y hay que tener la responsabilidad de hablar de principios, no solo de amor"
La compositora de La Palma publica un nuevo álbum, 'Con cariño y con cuidado'.
Jose Carmona
Madrid-Actualizado a
Valeria Castro (La Palma, 1999) no ha terminado su carrera universitaria y ya tiene otra en ciernes, la musical. La compositoria canaria publica su segundo disco, Con cariño y con cuidado, con el que hará gira por España y América Latina.
Una voz relajante y unas letras donde el amor romántico apenas tiene espacio. El repertorio queda a cargo de las luchas y los problemas diarios: la salud mental, la invisibilización de las mujeres, la soledad y los malos vicios de la sociedad.
¿Sigues siendo estudiante? ¿Te paran por el campus?
Sigo compaginando Biotecnología con la música, aunque ya ocupa mucha más vida la música. Me reconocen a veces, aunque ya voy poco. Recuerdo a principio de curso que fui a una profesora a decirle que no podría asistir a clase por trabajo y me dijo: ¿Tú eres la que canta? Intento tener los pies en la tierra para saber que esto es un trabajo como cualquier otro.
Tus letras hablan de casi todo, apenas hay espacio para las canciones de amor.
Tengo mucho pudor a la hora de escribir de amor romántico. Todo el mundo suele empatizar con eso, pero la música es un altavoz en el que hay que tener la responsabilidad de hablar de principios y no solo de amor romántico. Hay que darle cabida a otros temas y me siento muy comprometida con ellos. Soy compositora de lo propio, desde mi punto de vista, pero doy cabida a todo, no solo al amor romántico.
La vida escapista no es solo la letra romántica, también puedes lograrlo a través de la música. Mucha gente dice que mi voz calma, así que ya que calma, aprovecho para meter un mensaje que haga reflexionar. La música trabaja para evadirnos de la tristeza, pero tambien para tener el ojo puesto en lo que nos importa y los principios que reivindicamos.
"Un hogar es de quien lo habita", dices en una de las letras del nuevo disco. Eres de la isla de La Palma, arrasada por el estallido del volcán.
Es de las canciones más literales del disco. La dedico a la isla de La Palma, a poner palabras a lo vivido con el volcán. Nos afectó a muchos, a mí personalmente. Hubo un tiempo en el que no encontraba las palabras. Esa frase no es que trate de sacar el lado positivo, porque casos así no lo hay y no hay que ser superficial, pero sí buscaba la idea de seguir para adelante. Un hogar son los recuerdos, lo que tienes en la cabeza, y eso es lo único que queda.
¿Te has hecho a Madrid?
Me cuesta adaptarme a Madrid, por suerte hay aviones que conectan con mi casa. Vengo de un sitio muy pequeño, muy cercano, nos conocemos todos. Lo bueno de estar en madrid es que ahora valoro más La Palma, no hay nada como volver a casa.
¿Hay clasismo contra los canarios?
Sí, todavía hay muchos problemas, empezando por el acento, que lo vulgarizan. Lo reivindico mucho. Cuando llegúe con 18 años empecé a perderlo por intentar integrarme, pero es la idionsicracia de mogollón de gente. Tenemos mucho que reivindicar, empezando por el acento y pasando por cómo se enfocan las islas: somos mucho más que un sitio turístico o un campo para hacer dinero. La gente y el pueblo es lo que hace una tierra y define un lugar, no lo que se crea con instituciones.
Otro verso: "Tendrías que ver el alma que tiene tu garganta, que solo así se puede ver el mar en calma". Suena a frase de psicólogo.
Todo lo enfoco mucho desde mi terapia, he ido mucho a la psicóloga, me parece bonito haber sacado algo de lo que yo pago semanalmente [Risas]. Es una pequeña referencia también a esta voránige y ansiedad que vivimos. Es una forma de romantizar la expresión de la salud mental, que no la salud mental. Como es algo tan duro hay que tener cuidado, puedes verte con cierto rechazo a ella y hay que hablarlo con más ternura por si te ves reacio a ella. Debería darle créditos de las canciones a mi psicóloga [Risas].
¿Y qué has aprendido de ti gracias a tu psicóloga?
El poder delegar, no tener el control de todo, he aprendido a asumir lo que no está en mi mano. Habrá gente que le pase, que quieres tener todo bajo control y yo me vi con el descontrol absoluto que es un volcán en erupción. Aprendí a diginificarme, a valorarme y ponerme límites para que la vida se me haga más fácil.
Tengo que tomar muchas decisiones, soy indecisa y tengo que aprender a convicir con el fallo. Defiendo la valentía de tirar para adelante, pero también dentro de esa valentía está el perdón y ver que nada es tan grave.
¿Tu disco es optimista?
Sí, yo creo que sí. La palabra "optimismo" a veces suena a Mr Wonderful, pero está escrito desde muchas etapas de ansiedad y tristeza. He pasado etapas de ansiedad estos años y componer es una forma de sanarme. El disco está compuesto desde ese último punto de aprendizaje: he vivido esto y ahora aprendo a priorizar. Tiene un halo de optimismo y ternura mezclado con la melancolía.
Hay una tristeza colectiva, y como me siento parte, intento aportar un granito de arena para tumbarla, al menos para que no nos consuma. Se puede vivir con la tristeza, pero hay que buscar el equilibrio para que la vida se haga más sencilla. Este disco fue un salvavidas para mí.
"El eco tiene vida y ha sido desgarrador", cantas en otro tema. La lucha de las mujeres también está presente.
Es la canción más feminista del disco. Esta es un grito verdadero y agresivo par quitarme toda la ternura, que no se use en mi contra o de ninguna mujer, aunque la reivindico mucho. Las de mi generación somos herederas del movimiento, no quiero hablar por todas, pero yo sí me siento heredera de ello. Me gusta pensar que no soy una voz que hable de feminismo porque hay mujeres mucho más preparadas, pero yo tengo una herramienta más romántica que puede llegar a otros sitios.
Y el último verso:"No porque sea costumbre no mereces que te alumbren".
Una referencia a las malas costumbres de la sociedad, cosas que asumen y no se critican. La canción nace de un desamor pero tiro del hilo para llevarlo a otras cosas. Que te silencien no quiere decir que se deba mantener así. Es una crítica a las malas costumbres.
En la música, si piensas en mujeres, la lista sale corta, he hecho el ejercicio de escuchar a más mujeres desde hace cuatro o cinco años y poco a poco mis listas están llenas de mujeres. Tampoco escucho a hombres, no me interesan demasiado, pero las mujeres hemos vivido otro papel en la sociedad y hemos convivido con injusticias, así que en la parte compositiva se refleja mucho. Lo que has vivido, marcado por el patriarcado, te da otra visión, incluso de lo romántico. Nunca se nos ha dejado contarlo así que ahora sonará a algo nuevo.
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