Hace varias semanas, la muerte del artista Liam Payne, que pertenecía a la ya separada pero exitosa banda masculina One Direction, no solo conmocionó a sus miles de fans, sino que dejó bastantes incógnitas alrededor de su fallecimiento. La investigación continúa avanzando con el fin de atribuir las responsabilidades correspondientes de lo que se calificó como un accidente. 

La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14 de Buenos Aires ha imputado a tres sospechosos. Se les investiga por delitos de abandono, así como suministro y facilitación de estupefacientes. Si bien se solicitó su detención, la jueza del caso descartó la petición. No obstante, Andrés Madrea, fiscal del caso, ha confirmado que los análisis toxicológicos de Payne determinaron que había consumido alcohol, cocaína y un antidepresivo. "No sabía lo que hacía ni podía entenderlo", ha declarado el fiscal.

Entre los tres sospechosos destaca la persona que se encargaba de acompañar al músico mientras se hospedaba en Buenos Aires. A él se le acusa de abandono seguido de muerte y administración de estupefacientes. Los otros dos son investigados son un empleado del hotel CasaSur y un traficante de drogas. A ambos se les atribuye el cargo de suministro de narcóticos. 

"Debe responder por dos suministros comprobados de cocaína a Liam Payne en el periodo en el que se encontraba (alojado)", ha declarado el fiscal sobre el trabajador del alojamiento. Acerca del traficante ha confirmado que "está imputado de otros dos suministros claramente comprobados durante dos momentos diferentes del 14 de octubre".

Según el documento presentado por el fiscal Madrea, están acusados concretamente de "distribuir cocaína en varias ocasiones documentadas poco antes de la muerte de Payne". Tras recopilar decenas de testimonios y examinar más de 800 horas de videos de cámaras de seguridad, se llevó a cabo también un análisis del móvil de la víctima, en el que se revisaron llamadas y mensajes. 

Asimismo, se les facilitó a los policías el "registro de los huéspedes y las comandas del bar/restaurante del hotel, para saber quién visitó al músico y sus hábitos de consumo de bebidas y comida". 

Alcohol, cocaína y antidepresivos

El Cuerpo Médico Forense concluyó a partir de los resultados de la autopsia que Payne falleció como consecuencia de los traumatismos y hemorragias que le causó su caída desde el balcón. Los exámenes toxicológicos de orina y sangre resultaron clave, ya que se halló en su organismo alcohol, cocaína y un antidepresivo.

Además, los peritos descartaron cualquier tipo de autolesión o intervención de terceros. Incluso se baraja la posibilidad de que el cantante cayera ya desmayado: "La víctima no llegó a adoptar una postura refleja para protegerse en la caída, por lo que, de momento, se puede inferir que pudo haberse precipitado en un estado de inconsciencia", explican los profesionales. 

El fiscal Madrea solicitó un informe de psiquiatría forense adicional que explica que "la falta de defensa, junto a otros datos relevantes sobre su consumo de drogas, permiten concluir que Liam Payne no estaba plenamente consciente". De esta forma, también se descarta que la causa de la muerte tuviese que ver con un acto deliberado de la víctima.