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La sala Cuarta Pared reaviva la reflexión sobre los cuerpos a través de su espectáculo de danza 'Utopía'

Los suscriptores de 'Público' podrán asistir a este concierto performativo el 7 y 8 de septiembre en Madrid. La obra ofrece un espacio de debate sobre cómo construir sociedades más sostenibles que pongan los cuidados en el centro.

26/08/2024 Representación de 'Utopía', la nueva obra performática de la compañía de danza Miquel Barcelona.
Representación de 'Utopía', la nueva obra performática de la compañía de danza Miquel Barcelona. Nora Bailach / Compañía de Miquel Barcelona

"Un canto universal a la capacidad creativa, sensible y diversa de la esperanza". Así se presenta Utopía, el nuevo espectáculo performativo de la compañía de danza Miquel Barcelona, que propone una reflexión sobre los cuerpos y nuestra forma de relacionarnos con ellos en un mundo cada día más hiperproductivo. Los suscriptores de Público podrán acceder a esta disruptiva representación en Madrid en la sala de teatro Cuarta Pared el 7 y 8 de septiembre a las 20.30 horas.  

Estrenada triunfalmente el pasado 10 de febrero en el Auditori de Barcelona, Utopía se define como una invitación a "parar la rueda", todo un gesto colectivo ingenuo y una bocanada de aire sin límites. El show contemporáneo e interdisciplinar se enmarca dentro del VII Ciclo de Danza de MoverMadrid de esta sala, que también contará próximamente con un inmenso abanico de encuentros, talleres y espectáculos participativos.

La propuesta escénica bebe directamente del libro Utopía Queer, del teórico estadounidense José Esteban Muñoz y constituye la primera pieza escénica de la trilogía Contracultura de la compañía catalana. Esta serie consta de tres exposiciones y tres piezas escénicas que llevan dos años desarrollándose (Utopía es la primera, Orgía es la segunda que se estrenará el año que viene, y Normalidad la siguiente, todavía en proceso de producción). Desde un enfoque interseccional, la mirada ecofeminista, antirracista y pacifista toma en esta ocasión una posición central para ahondar en cuestiones como qué cuerpos queremos tener y qué tipo de relaciones nos hacen más libres.

"Para mí, el concepto de utopía a día de hoy tiene que ver con esta capacidad creativa que tenemos las personas de generar un mundo mejor, por lo que la utopía apela a nuestra capacidad de cambiar el presente", alega Barcelona, director de esta producción. 

De este modo, el teatro deviene una herramienta de transformación social que, a juicio del director, tiene que ver "con una actitud de resistencia contra un sistema". Gracias a su mano directora y a la interpretación de Helena Gispert, Merce Matus, Oriol Mula, Lucy Tcherno Ivanenko y Marieta Rojo, además del propio Barcelona, Utopía ofrece una mirada al futuro desde un presente percibido para muchos como hostil y desesperanzador.

Se trata de una ingeniosa invitación a recuperar el debate actual sobre los cuidados (los colectivos y los propios), pero también sobre qué valores sustentan las sociedades actuales. Así, la obra constituye una oda a recuperar todo aquello que nos hace esencialmente humanos a través de la reivindicación de la comunicación directa y de la inclusividad

A través de un lenguaje sobrio pero rompedor y una escenografía minimalista, la obra explora la libertad de los individuos a la hora de construir sociedades más habitables, sostenibles y construidas en torno a los vínculos comunitarios, cada día más caducos y frágiles. Esta particular forma de presentar nuevas formas de convivir ha conseguido cautivar ya a decenas de espectadores en Catalunya donde, según el director, el público se ha sentido directamente interpelado e incluso "empoderado" con el contenido de la obra. "Todo el feedback que nos dan tiene que ver con la relación que tiene cada uno con esos sueños rotos, de decir, 'yo me pensaba que podía cambiar todo esto y me han convencido de que no'", asegura. 

Barcelona destaca el concepto de "interdisciplinar" para referirse al empleado en esta transgresora propuesta de teatro: "El vocabulario de la compañía siempre tiene que ver con otras disciplinas y el hecho de que esté contextualizado en una especie de concierto performático tiene la clara intención de poner la música como lenguaje también en escena", explica. De este modo, "igualamos el sonido al cuerpo y la danza para que la escenografía sea un personaje más", concluye el director.  

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