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Sacha Polak retrata en 'Silver Haze' la euforia y la depresión de los suburbios

La película, inspirada en la vida real de la actriz protagonista, Vicky Knight, es una historia que subraya la importancia de crear comunidad, la imposibilidad de vivir con ira y que provoca un debate necesario sobre la presión que sufren las mujeres por su aspecto físico.

Miles y Vicky Knight
Esme Creed-Miles y Vicky Knight, las protagonistas de la película. LaZona Pictures

La Silver Haze es una variedad de marihuana que provoca un subidón de energía y de creatividad, una sensación muy estimulante que, sin embargo, a veces puede también provocar justamente el efecto contrario y llevar a un gran decaimiento. Es la maría que fuma Franky en la ficción, es la montaña rusa emocional en la que vive y es el título de la nueva película de la cineasta holandesa Sacha Polak. Historia de amor, de búsqueda de la familia y de celebración de la vida sin ira, está ambientada en un barrio obrero de Londres e inspirada en la vida real de la actriz protagonista Vicky Knight.

Enfermera del extrarradio de Londres, Franky vive marcada por el trauma infantil de un incendio que dejó visibles cicatrices en su rostro. Obsesionada con la venganza, es una mujer incapaz de avanzar hasta que se enamora de una de sus pacientes, Florence, con la que escapa a Southend, en Essex, donde vive con su heterogénea familia. Allí, Franky encuentra el refugio emocional que necesita para lidiar con sus rencores.

Una galería de personajes inadaptados o marginados desfilan por este relato, retrato de los suburbios londinenses, con sus fobias y prejuicios, alcohol y drogas, con mujeres y hombres que buscan sentido a sus vidas en el amor, la religión, la familia… Es el mundo real de Vicky Knights, que ha rodado, en su barrio al lado de sus auténticos hermanos y sobrino.

Esta es una historia inspirada en la vida real de la actriz Vicky Knight.

Vicky y yo hicimos antes una película, Dirty God. Desde entonces teníamos ganas de poder trabajar juntas. En este tiempo yo he llegado a conocerla mucho mejor, a ella, a su familia, cosas de ella, de su vida… porque viajamos juntas por todo el mundo para la promoción de aquella película. Y ahora, Silver Haze está inspirada en muchas vivencias de ella, en muchas de sus historias. Así que esta es una historia en parte verdadera, en parte ficción.

Las protagonistas viven con mucha ira, ¿de alguna forma lo que usted quiere contar con esta película es que no se puede vivir con ira?

Sí, eso es lo que hay en la película, aunque se apuntan también otras cosas, porque, por ejemplo, Frankie ha sido educada para vivir con esta rabia. La lengua siempre está cerca del corazón y ella es una mujer que dice lo que se le antoja, no se guarda nada. Tiene mucha rabia, pero es una mujer muy peleona, que lucha constantemente. Y Florence, al contrario, al principio de la película ya se ha rendido. Y esa es la razón por la que esa relación no puede funcionar. Hay que seguir peleando e intentar no vivir constantemente con esa ira.

Esta historia también es una historia de amor y de la búsqueda de un grupo al que pertenecer… ¿todos buscamos una 'familia' con la que vivir?

Sí, es cierto. El ser humano busca esa 'familia', vivir fundamentalmente tiene que ver con encontrar esa familia, buscar esos vínculos, aunque no sea donde una haya crecido o en el ambiente inmediato en el que una se ha criado. Vemos que hay muchos personajes perdidos que luego van encontrando ese sentido al poder aferrarse a algo, a una religión, al amor o a un nuevo tipo de familia.

Sacha Polak
La directora y guionista Sacha Polak. Begoña Piña

Alrededor de los personajes hay un retrato de los barrios humildes, de la vida apegada al alcohol y de los prejuicios que hay en ellos… ¿qué aporta eso a estos personajes con los que usted cuenta la historia?

Hay que recordar que esta película está basada en la vida de Vicky y hay tantas cosas que están ahí donde ella vive y tantas cosas que ocurren siempre a su alrededor, dentro de su clase y su entorno social. Ahí es donde hemos rodado la película, en su barrio, y con su hermano y su hermana de verdad. Y yo, cada vez que iba a visitarla allí, veía y asistía a episodios con mucha violencia. Había muchos disturbios, mucho ajetreo, pero también veía que había mucho calor, mucha humanidad y también quería que se plasmara eso en la película.

El título, 'Silver Haze', se refiere a una variedad de marihuana que tiene un efecto muy eufórico, muy estimulante.

Es un tipo de marihuana que es lo que fuma Vicky en la en la película y es cierto que tiene esos efectos que son muy buenos, pero también te puede dejar muy, muy abatida. Quería mostrar ese efecto de montaña rusa, con esos altibajos. Es lo que está viviendo ella al principio de la historia y también cuando encuentra el amor.

En la película se habla del aspecto físico de las mujeres cuando ella se corta el pelo ("la melena es una cosa del patriarcado"), cuando la hermana se pone el pañuelo, cuando ella muestra sus cicatrices… ¿es importante provocar la reflexión sobre este tema?

Por supuesto, es un debate necesario y está en la película. Por ejemplo, Florence, que no deja de hablar del dinero que necesita para arreglarse la nariz, y es una especie de fijación, está preocupada con este asunto todo el rato. Quiero que la gente reflexione sobre eso. Es importante ver cómo Vicky muestra sus cicatrices y no importa, es guapísima, eso ayuda. Ella, durante mucho tiempo, llevaba eso muy mal, se odiaba a sí misma, sentía vergüenza. Exigió muchísima valentía y coraje por su parte para hacer lo que ha hecho y es algo que me parece sumamente poderoso para muchas mujeres. Yo he estado con ella en muchos coloquios con público y ella con sus cicatrices ha marcado a la gente. Que cada una decida, pero en el mundo hoy hay mucha gente muy joven presa de este asunto y de la cirugía plástica. Quiero invitarles a reflexionar sobre ello.

cicatrices de Vicky Knight
Las cicatrices que muestra Vicky Knight en la película son reales. LaZona Pictures

Más allá de que esta sea una historia inspirada en la vida real de Vicky Knight, es una historia que habla de mujeres que arrastran algún trauma, ¿hay algo suyo personal en estos personajes?

Desde luego que hay cosas muy personales mías, por ejemplo, todo eso de poder elegir la familia que quieres, eso es algo muy próximo a mí porque yo ya no tengo madre ni padre y a mí esa idea de poder elegir la familia me parece muy importante. Siempre hay algo personal en lo que yo hago como directora y escritora.

¿Por qué apostó por un guion menos elaborado dejando espacio a la improvisación?

Hice una cosa con Amazon para televisión que era muy estricta, con tiempos y límites marcados, con muchas exigencias. Después quise hacer algo con más libertad y más tiempo. Por eso me lancé a hacer muy conscientemente una película de bajo presupuesto. Quería tener un equipo reducido, diez personas en el plató, sin maquillaje, sin vestuario, los actores llevan su propia ropa, y a partir de ahí hacer cine, hacer algo que fuera realmente honesto. Esas limitaciones nos daban la libertad de poder jugar con muchas cosas. Muchas cosas las íbamos encontrando sobre la marcha. Pero, sobre todo, quería contar algo que pudiese explotar como la vida misma.

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