Receta de pollo a la parmesana

Derivado de las berenjenas a la parmesana (Melanzane alla Parmigiana), este pollo a la parmesana es uno de los grandes aciertos de la cocina italoamericana. En Estados Unidos, se sirve sobre espaguetis y es una receta perfecta para los días con hambre (aunque recuerda que es bastante calórica). 

Se prepara al horno, tras haber empanado y dorado el pollo. Luego, se hornea con salsa de tomate y una generosa capa de queso, que se funde hasta quedar irresistible.

Puedes imaginar la locura. Si aciertas con la salsa de tomate (ya sea casera o de bote), ¡tendrás una auténtica maravilla!

Prepara la salsa de tomate:

En una sartén, calienta 2 cucharadas de aceite de oliva y sofríe el ajo picado hasta que esté dorado. 

Agrega el tomate triturado, el orégano, la albahaca y el azúcar (si fuera necesario). Cocina a fuego medio por 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando.

Ajusta la sal y la pimienta, y reserva.

Reboza el pollo empanado:

Golpea y aplana un poco los filetes de pollo con un rodillo. 

Sazona los filetes de pollo con sal y pimienta.

Pásalos primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado mezclado con orégano y ajo en polvo.

Calienta aceite en una sartén y fríe los filetes a fuego medio-alto hasta que estén dorados y crujientes (unos 3-4 minutos por cada lado).

Retíralos y colócalos sobre papel absorbente.

Gratina:

Precalienta el horno a 200°C.  

En una bandeja para hornear, coloca los filetes de pollo y cúbrelos con salsa de tomate.

Espolvorea encima abundante mozzarella y el parmesano.

Hornea por 10-15 minutos, hasta que el queso se derrita y gratine ligeramente.

Retira del horno y decora con hojas de albahaca fresca.

Sirve caliente, acompañado de pasta, ensalada o pan de ajo.