Interviene en la realidad con acciones que parecen improvisadas o casuales, pero que no lo son. 'Algunas de mis obras son como objetos prácticamente invisibles, en parte porque no utilizo ningún pedestal para señalarlos. Busco provocar un efecto accidental, porque creo que las obras te las encuentras con la experiencia del día a día', argumenta Wilfredo Prieto (Cuba, 1978). 'Andando veo lugares y similitudes que me hacen reflexionar. Para mí el arte está ahí y el gesto es señalarlo', añade.

Prieto consigue desconcertar a los que se acercan a su obra. A menudo el espectador cae en el juego del artista y no puede remediar preguntarse si el objeto que ha estado a punto de pisar es una obra de arte o no lo es.

En la exposición Negro, mate, seco, que se puede visitar en la galería Nogueras Blanchard de Barcelona, el artista transforma la identidad de los objetos, y les inyecta una fuerte dosis de poesía para ofrecer unos paisajes cotidianos donde una linterna produce eclipses y una cerilla se convierte en una estrella muerta.

'Intento lograr una imagen poética muy potente pero que parezca accidental, eso me ayuda a trasladar al visitante a la frontera entre los que está en proceso y lo que está terminado. Me gusta confundir al público con que no hay ninguna exposición', afirma.

Se divierte 'coqueteando con las instituciones'. Los museos y las galerías para él funcionan como laboratorios o talleres donde 'más que entregar un objeto terminado al público, le entrego mis experimentos y mis errores'. Por eso, este artista introduce la realidad más prosaica en los espacios artísticos.

Su camino artístico también reflexiona sobre los mecanismos de la historia del arte: 'Siempre hay normas de cómo presentar el arte y también muchas manías al respecto. Tenemos la herencia histórica del pedestal, del marco, de elementos que pueden entorpecer la comunicación con el espectador. Y creo que hay que lograr un respeto máximo por el objeto que uno se encuentra, y trasladar la propia realidad dentro de un museo'.

Las propuestas de Wilfredo Prieto se han podido ver en el MoMA de Nueva York y en el Kadist Art Foundation de París, entre otros muchos espacios internacionales. En 2012 presentará una retrospectiva en el Museum of Contemporary Art de Detroit, pero ahora, lo que tiene entre manos es el montaje de la exposición Amarrado a la pata de la mesa, que se inaugurará el próximo 1 de febrero en el Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid (CA2M).

El nombre de la muestra coincide con el de la pieza que dará la bienvenida al visitante. 'El público se encontrará una mesa con un cable amarrado a una de sus patas. Ese cable llegará hasta la azotea y estará atado a un helicóptero que volará sobre el espacio', avanza.

La palabra retrospectiva no le gusta a este artista que vive entre La Habana y Barcelona, pero la muestra reunirá un total de 45 piezas suyas, de las que 25 son inéditas y 20 son una selección de lo más representativo de su trayectoria.

'Hay una pieza que es un charco de agua bendita. Puede que alguien tropiece con alguna de las piezas porque no hay nada que las señale', avanza el artista.

El helicóptero no será el único elemento espectacular de la exposición. Prieto también ha creado una estrella artificial llamada Una luz es mejor que se encenderá cuando el CA2M cierre.

Otra de las piezas que presentará es Contando estrellas. En este caso el título subvierte el contenido de la obra, porque lo que se verá es una pantalla de leds retransmitiendo los valores de la bolsa. 'Es lo que es, pero el título te lleva a ver la realidad desde las nubes', aclara. Aunque la evasión no va con él. Si Prieto construye ficciones de la realidad, lo hace para distanciarse de ella, y poder ser crítico con lo que nos rodea.