Esta singular orquesta sinfónica de monjes budistas da sus primeros pasos en el escenario europeo con la misión de difundir un mensaje de paz mundial. Es una aventura única que combina música y espiritualidad.

La gira comenzó el 20 de septiembre con la participación de la troupe en el gran concierto "¡Tierra a casa!" en la UNESCO, en París. Este acontecimiento fue una oportunidad para que todos los monjes-músicos promovieran la paz, haciéndose eco del Día Internacional de la Paz celebrado al día siguiente. Procedentes del templo de Xizu, en Madagascar, e inicialmente vinculados al templo de Tiantai, en China, los miembros de la orquesta transmiten profundos valores que expresan a través de su arte. Hasta el 8 de noviembre actuarán en una quincena de ciudades europeas, con conciertos que prometen una experiencia rayana en lo
real.

Música, danza y espiritualidad

Vestidos con sus tradicionales túnicas rojas, los monjes de la Orquesta Sinfónica Jinghui Guangxuan combinan la ancestral cultura oriental con una refinada maestría musical.

Repasarán obras maestras como la Suite Peer Gynt de Grieg, Finlandia de Sibelius, L'Arlésienne de Bizet y la Obertura Egmont de Beethoven en una actuación meditativa. El espectáculo también incluirá danzas zen (o chan, en mandarín), incluida una versión revisitada de La flor del jazmín, así como cantos budistas meditativos. Además de un
espectáculo artístico, el concierto pretende ser una experiencia espiritual que ofrezca purificación y elevación mental. Los monjes se comprometen a compartir su misión esencial:
defender la verdad, la bondad y la belleza, para promover la paz universal.

Los pioneros de la orquesta sinfónica budista

Bajo la dirección del maestro Shi Wule, abad del templo de Tiantai desde 2003 y del templo de Xizu desde 2019, la Orquesta Zen Guangxuan, ahora rebautizada como Jinghui Guangxuan, se fundó en 2008 como homenaje a los maestros Jinghui y Guangxuan. Al crear esta orquesta de monjes, el maestro Shi Wule, que él mismo se formó con el violín en el Conservatorio de Wuhan, quiso demostrar que la música es un lenguaje universal capaz de transmitir la sabiduría y la compasión del budismo zen. Aunque los monjes carecían de formación musical, contaron con el apoyo de profesores del Conservatorio de Wuhan y del Conservatorio Central de Música de China. Desde su creación, la orquesta ha actuado en numerosas ciudades de todo el mundo: en China, India, Nepal, Madagascar, Estados Unidos y varios países más. Esta gira europea, iniciada en septiembre y organizada con el apoyo de Aube Events, ya ha conquistado a más de 3.000 espectadores entusiastas.