El profesor e historiador del pensamiento español, José Luis Abellán, ha fallecido en Madrid a los 90 años de edad, según ha confirmado El Ateneo de Madrid, institución de la que fue presidente entre 2001 y 2009.

Nacido en Madrid pero abulense de corazón —ya que pasó allí gran parte de su infancia y de allí son sus padres— era considerado uno de los intelectuales contemporáneos más prestigiosos de España. 

Licenciado en Filosofía y Letras en 1957 y doctorado en Filosofía en 1960, posee una extensa y sobresaliente experiencia como profesor, siendo su labor más conocida la de catedrático de Historia de la Filosofía Española en la Universidad Complutense de Madrid. Además, ha escrito más de cincuenta libros de filosofía, que versan sobre temas o personajes como Unamuno, Ortega y Gasset, Filosofía Española en América o el exilio español de 1939.

Sin embargo, y sin ninguna duda, el trabajo por el que todo el país le recordará es por su sistematización de la historia crítica del pensamiento español, la síntesis más completa de la evolución de las ideas y de la filosofía en España desde la época romana.

Víctima del exilio franquista

Abellán también contaba con una larga relación con los movimientos antifranquistas: siendo profesor de la Complutense, vivió en primera persona las revueltas estudiantiles de 1956 contra el Sindicato Español Universitario —de corte franquista—. Por su cercanía con este movimiento, sería detenido y encarcelado en la prisión de Carabanchel.

Fue juzgado por los jueces franquistas por "complicidad con la propaganda ilegal, por omisión" por tener en su posesión ejemplares de la comunicación comunista Mundo Obrero, pero se salvó de cumplir condena por un indulto tras la muerte de Pío XII.

Sin embargo, los antecedentes policiales que le dejaron este episodio complicaron su horizonte profesional en España, por lo que tuvo que migrar a Latinoamérica. Aquí fue donde entró en contacto con el exilio intelectual y académico español, el que después sería un tema central en de su obra filosófico-política.