Este artículo se publicó hace 11 años.
Holanda descubre una nueva pintura de Van Gogh que creían que era falsa
El título del lienzo, descubierto en un colección privada, es 'Puesta de Sol en Montmajour' y se enmarca en la época en la que el pintor holandés pintó sus conocidos cuadros florales.
El museo Van Gogh de Amsterdam anunció este lunes, tras dos años de investigación, el descubrimiento de un cuadro hasta ahora desconocido del autor de Los Girasoles, que data de 1888 y representa un paisaje con árboles y arbustos. El título del lienzo, descubierto en un colección privada, es Puesta de Sol en Montmajour y se enmarca en la época en la que Vincent Van Gogh (1853-1890) pintó sus conocidos cuadros florales. La pintura estuvo almacenada en un ático y mantenida oculta del público durante un siglo porque era considerada una falsificación. Ahora se ha demostrado que es obra del maestro holandés.
El director de la pinacoteca, Axel Rüger, señaló a la prensa que "un descubrimiento de esta magnitud no ha ocurrido nunca en la historia de este museo. Es una rareza que se pueda añadir una nueva pintura a la obra de Van Gogh". La pintura será exhibida el próximo 24 de septiembre en el museo neerlandés, dijo la institución.
La época que Van Gogh pasó en la localidad francesa de Arles, que es en la que se enmarca el nuevo descubrimiento, es para muchos expertos "la culminación del los logros artísticos" del pintor, según recordó el museo en un comunicado. Durante su estancia en Arles Van Gogh creó cuadros como Los Girasoles, La Casa Amarilla o La Habitación, que hoy por hoy son puntos de referencia de su extensa obra. "Lo que lo hace incluso más excepcional es que es una pintura de transición en su obra, y es más, una pintura grande de un periodo que es considerado por muchos la culminación de sus logros artísticos", dijo Rueger.
En 1991 el Museo Van Gogh concluyó que la pintura no era del artista holandés cuando los dueños de la obra se pusieron en contacto con ellos para recabar una opinión. Pero gracias a una nueva investigación, que incluye el análisis de pigmentos usados en la pintura y su decoloración, además de cartas del propio Van Gogh, el museo ha cambiado de opinión.
La atribución del cuadro a Van Gogh es el resultado de dos años de investigación en el que los expertos de la pinacoteca Louis van Tilborgh y Teio Meedendorp analizaron el estilo, la técnica y el tipo de soporte de la obra. "Todo indicaba que se trata de un cuadro de Van Gogh, estilística y técnicamente, además de haber muchos paralelismos con otros cuadros suyos del verano de 1888", según los expertos. La investigación técnica ha confirmado que los pigmentos utilizados en la pintura corresponden a los que usaba Van Gogh en Arles, incluyendo la decoloración tan típica de la obra de Van Gogh y en la que casualmente la pinacoteca profundiza en la exposición El taller de Van Gogh, que se puede visitar actualmente.
Los expertos constataron además que el mismo tipo de lienzo fue utilizado "al menos" en otro de sus cuadros: Las Rocas, que se encuentra en el Museo de Artes de Houston, y tiene una "alta semejanza en términos de estilo" con la obra presentada. Los investigadores también pudieron constatar que el nuevo título perteneció a la colección del hermano de Van Gogh, Theo, en 1890 y fue vendido en 1901. Además, han identificado una colina cerca de Arles y cercana a Montmajour como el lugar que representa el paisaje del nuevo cuadro.
Con unas medidas de 93,3 cm de alto por 73,3 cm de ancho, Puesta de Sol en Montmajour también destaca, según el museo, por sus "relativamente grandes dimensiones", lo que aumenta su excepcionalidad, según la pinacoteca.
Dos cartas de Van Gogh datadas de 1888 hacen también una "referencia literal" al cuadro y en ellas el artista se muestra descontento con el resultado, comentado que "no ha conseguido" el efecto que quería. "Van Gogh tenía grandes ambiciones con esta pintura, con la que quería mostrarse como un poeta entre los pintores de paisajes, pero se decepcionó porque sentía que no había conseguido resolver convincentemente algunos problemas", explicó la pinacoteca.
Esa decepción, se ajusta al hacer de Van Gogh, que "con frecuencia estaba insatisfecho" con sus resultados, incluso en el caso de títulos famosos como Noche Estrellada (1889), según el museo. "El cuadro forma parte de un grupo excepcional de pinturas en las que Van Gogh experimenta. Incluso podemos decir que es una pintura de transición, porque a partir de ella Van Gogh siente la necesidad de usar más y más capas", según la opinión del experto Van Tilborgh, implicado en los análisis de este descubrimiento.
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