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El foso del gran momento del audiovisual en España

Un sector en pleno crecimiento, con un incremento del empleo del 93% en los últimos tres años, pero en el que pequeñas empresas y autónomos denuncian la persistencia de la precariedad y piden mecanismos eficaces de inspección.

cine
La ministra de Inclusión, Elma Saiz (i) y la ministra de Educación, Pilar Alegría (d), en la presentación de 'No estás sola: la lucha contra la Manada', el 27/2/2024, en Madrid. Gustavo Valiente / EUROPAPRESS

Que numerosos rincones de toda la geografía española han sido escenario de cine, y ahora también de series, no es una sorpresa para nadie. Ridley Scott, Woody Allen o Steven Spielberg han elegido para sus localizaciones de película a España, y han repetido. Vimos la Plaza de España de Sevilla a través de la mirada de George Lucas en El ataque de los clones, de La Guerra de Las Galaxias. En el Castillo de Zafra, en Guadalajara, conocimos el verdadero linaje de Jon Snow en Juego de Tronos. Y los más mayores crecieron viendo el desierto almeriense de Tabernas, durante la época dorada del western, recreando al lejano Oeste.

Ahora, España no es solo un set de rodaje internacional, sino que ha visto cómo la inversión pública en el sector ha aumentado en los últimos años. En 2021, el Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha Plan España Hub Audiovisual de Europa, dotado con 1.603 millones de euros, que se movilizarán a lo largo del periodo 2021-2025, y una meta: aumentar un 30% la producción audiovisual realizada en España al final del periodo, según fuentes del Gobierno.

El objetivo es "convertir a la industria y la cultura audiovisual en motores económicos y de atracción de inversiones a nuestro país". Así lo anunciaba la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, que afirmaba además que "esto sólo es el principio". Las cifras del Informe del Sector Audiovisual 2023, realizado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, parecen indicar que la industria audiovisual se consolida como sector productivo en el país, con cifras como la del aumento del empleo en actividades audiovisuales de más del 93% en tres años, o el aumento también de los ingresos para la Seguridad Social generados por las producciones internacionales llevadas a cabo en España.

Calidad, precio y castellano: los secretos del auge de la producción en España

El informe incide en los datos positivos que arrojan la cinematografía y los videojuegos, pero también el sector de las series atraviesa "un momento dulce" a pesar del descenso de las cifras registrado en el último año y medio. Lo explica Alfonso Blanco, presidente del Clúster Audiovisual Gallego, quien aclara que la situación vivida este último periodo responde a un "ajuste natural", a un momento de inflación del sector que era difícil de sostener, como lo fue el "enorme volumen de producción que exigió la entrada de las plataformas digitales". En aquella etapa se llegaron a sacar adelante más de medio centenar producciones, y ahora "estamos en un nivel mucho más alto que hace seis años, aun con este pequeño descenso sufrido, seguimos en la época dorada de las series", subraya Blanco.

La buena respuesta de España, respecto a la de otros países, en el boom de las plataformas digitales se debió, según Alfonso Blanco, a que "teníamos dos cosas que nos venían dadas: una el idioma castellano, y la otra, la madurez del sector". Una madurez adquirida gracias a producciones muy sólidas desde los años 90, y con una ratio calidad-precio muy alta. "No es que seamos un país barato, sino que en España conseguimos un estándar de calidad muy alto", explica el presidente del Clúster Audiovisual Gallego, que asegura que "un millón en España cunde más que en cualquier lugar de Europa, e incluso del mundo".

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Los actores Eduard Fernández, Chino Darín, Jaime Lorente y la actriz Natalia de Molina durante la presentación de la serie 'Mano de hierro' en Madrid, el 5/3/2024, en Madrid. Antonio Gutiérrez / EUROPARESS

Sin embargo, Blanco reconoce que el sector audiovisual español tiene "algunos problemas". La brecha salarial, por ejemplo, entre el elenco de actores y actrices, es uno de ellos. A este se suma la desigualdad dentro del sector, con profesiones castigadas y otras que tienen pleno empleo. El matiz es la "cualificación", apunta Alfonso Blanco. Por eso desde este clúster gallego se está intentando solucionar la brecha de formación y sobre todo de experiencia que existe entre los que salen con ganas, pero sin recorrido, y las necesidades que se requieren para una producción de alto nivel. La demanda de profesionales cualificados es alta. "Si hubiese más técnicos cualificados, más se contratarían", confiesa Blanco, que ve la raíz de este problema en la falta de oportunidades de formación: "Antes se formaban en la producción autonómica, que ahora es menor, y eso conlleva una carencia de profesionales cualificados que se está dejando sentir en la actualidad", concluye.

Desde el Clúster gallego consideran que existe una responsabilidad social en el sector audiovisual, y por eso es importante seguir teniendo la mirada puesta y fomentando la producción autonómica, a la que consideran "una cantera y una oportunidad para la formación de nuevos talentos y de profesionales cualificados".

No es oro todo lo que reluce. Más control para evitar el abuso

Algunas voces dentro del sector advierten de que el pleno empleo está enmascarando una situación de "abuso" en algunos subsectores dentro del mercado audiovisual en España. Los trabajadores denuncian que se está haciendo un mal uso del nuevo modelo de contratación, aprobado con el respaldo de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en la última reforma laboral en España. Se suprimió el contrato por obra y servicio y se puso en marcha el nuevo contrato laboral artístico de duración determinada, que incluye también a las personas que desarrollan actividades técnicas o auxiliares; una reivindicación histórica del sector. Sin embargo, a pesar de que en origen la idea era "buena", su "mal uso por parte de las empresas audiovisuales" está generando "mayor incertidumbre y perpetuando la precariedad", denuncia Eduardo Guillén, secretario general del sindicato de técnicos audiovisuales y cinematográficos del Estado español (TACE).

Este nuevo contrato, pensado en un principio para pequeñas producciones y trabajos puntuales, y para favorecer la contratación indefinida de los trabajadores del sector audiovisual, está provocando sin embargo el efecto contrario, según TACE, que ya ha denunciado e informado al Ministerio del "abuso" que están haciendo de este modelo de contrato algunas empresas. "Muchas lo usan porque así no tienen que hacer fijos a los trabajadores una vez que ha pasado el tiempo estipulado por la ley", explica Guillén, que recuerda que la estacionalidad y la incertidumbre, dos viejas compañeras del sector audiovisual, en lugar de solucionarse están experimentado un incremento peligroso que de momento se enmascara porque hay mucho trabajo y la mayor parte de los afectados "saltan de un contrato a otro" cuando se les acaba. El problema, según TACE, vendrá si hay otra crisis, ya que estas personas "no tienen todos los derechos garantizados, y volverán a una situación de precariedad como la que se vivió durante la pandemia", advierten.

También las pequeñas empresas y los profesionales autónomos denuncian la persistencia de la precariedad y piden no quedarse atrás en la carrera iniciada por el sector audiovisual español. "Cada vez nos llegan más presupuestos muy por debajo del coste que deberían tener esos servicios", apunta Nico Bonet, de Santa Mónica Films. Una productora joven que intenta hacerse un hueco en el mundo audiovisual y que confiesa que no aceptan algunos de esos presupuestos "por dignidad". Bonet asegura que las historias que cuentan compañeros y compañeras autónomos de la profesión son siempre muy parecidas, y que todas tienen como denominador común el dúo inseparable "precariedad-incertidumbre".

Esta situación es asumida en parte por los profesionales del sector: "Sabemos que es muy vocacional y que siempre habrá algo de incertidumbre e intermitencia laboral", como sostiene Eduardo Guillén. Desde TACE exigen al Estado un mayor control de las contrataciones en el audiovisual. Una medida que comparten pequeñas productoras como Santa Mónica Films: "Se necesita urgentemente un entramado eficaz de inspección profesional que saque a la luz la realidad que se vive" con el fin de poner soluciones reales, reclama Bonet.

El sector reclama seguir trabajando para que el beneficio revierta en el territorio

Continuar con el Plan España Hub Audiovisual, implementarlo y ampliar sus objetivos es la propuesta que hacen desde la Red Nacional de Clústers de España al Gobierno de España. Consideran que la primera meta marcada por esta iniciativa estatal, la de atraer rodajes a España, se ha cumplido, pero que es hora también de poner en marcha una política que fomente la participación de las empresas locales para que los beneficios reviertan en el territorio. Lo explica Adriana Oliveros, presidenta del Clúster Aragonés y vicepresidenta de la Red Nacional de Clústers de España. Oliveros reconoce que el sector está viviendo un momento "excepcional e histórico", pero que es fundamental "saber aprovecharlo", por eso subraya la necesidad de que el Plan España Hub tenga continuidad desde una "visión global e integradora", para aprovechar los efectos positivos de este buen momento.

La apuesta por una segunda parte del plan estratégico dentro del sector audiovisual pasa por convertir a España "en el plató del sur de Europa, pero no solo como set de rodaje, también incentivando la contratación de servicios de profesionales y empresas españolas", apunta Oliveros. Una idea que requiere "empleo de calidad, un mapa de infraestructuras, desarrollo y unificación de criterios en materia de sostenibilidad, entre otras muchas acciones que tienen un fin común: que esta actividad revierta en la industria a nivel local", amplía la vicepresidenta.

Desde la red reconocen que son los productores locales los que viven "las situaciones de más precarización", por lo que apuestan por conseguir poner en marcha políticas que obliguen a la contratación de profesionales españoles en los rodajes extranjeros en España, "algo que ya existe en otros países", apunta Adriana Oliveros, y que es "relativamente fácil de implantar", asegura.

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