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Series TVDaisy Edgar-Jones: "'Normal People' muestra que nadie es normal, todos somos increíblemente únicos"
Starzplay estrena en España la adaptación de la novela de Sally Rooney con unos notables Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal como dos jóvenes ‘en construcción’ con problemas de comunicación.
María José Arias
Madrid-
Estrenada a finales de abril en Reino Unido, Normal People es uno de los títulos que más esperaban quienes siguen de cerca la actualidad seriéfila británica. Producida para BBC y Hulu y basada en la novela homónima de Sally Rooney, quien ha estado implicada en la adaptación de los guiones junto a Alice Birch y Mark O’Rowe, llega a España de la mano de Starzplay envuelta en alabanzas, más que merecidas, por parte de la crítica internacional. Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal firman una actuación íntima, vibrante y dolorosa en ocasiones de la historia de un primer amor y de cómo dos seres humanos con problemas para comunicarse buscan definir quiénes son.
"Mi primera impresión de Marianne es que era realmente divertida. Inteligente, lista… alguien increíble". Así describía Daisy Edgar-Jones a su personaje en una entrevista con varios medios internacionales entre los que se encontraba Público y en la que también participó su compañero de rodaje y debutante en televisión Paul Mescal. Para él, dar vida a Connell –alguien que no es "especialmente divertido, pero sí especialmente amable"– ha sido sumamente interesante por muchas razones, pero en especial por alejarse de los clichés. Ambos son la pareja protagonista de Normal People. Dos adolescentes de un pequeño pueblo irlandés, Sligo, opuestos en muchas cosas a los que la fuerte atracción física que sienten y su soledad les unen irremediablemente.
Daisy Edgar-Jones: "Mi primera impresión de Marianne es que era realmente divertida. Inteligente, lista… alguien increíble"
La serie abarca su última etapa en el instituto y los primeros años en el Trinity College. En Dublín coinciden en su viaje hacia la madurez, hacia aceptarse y quererse a sí mismos y buscar dentro de cada uno quiénes son realmente. Cuando ambos ‘chocan’ en su lugar de origen, Marianne cumple el rol de marginada en el instituto. Su carácter retraído, asertivo y en ocasiones antisocial la convierte en alguien poco popular entre sus compañeros de aula y pasillos. Por el contrario, Connell es el deportista atractivo al que todos quieren como amigo.
Lorraine (Sarah Greene, Dublin Murders), la madre de él y que trabaja como limpiadora en la mansión de ella, ejerce de puente entre ambos jóvenes, quienes inician una relación a escondidas por el miedo, en especial de él, a ser juzgados e, incluso, ridiculizados. No se menciona de manera explícita y rara vez se habla de ello directamente, pero las diferencias sociales están presentes en su relación y en muchas ocasiones determinan sus comportamientos de manera perceptible para el espectador.
Cuando, tras separarse de manera abrupta al acabar el instituto, sus caminos vuelven a unirse en la Universidad, las tornas se han girado y ahora ella es la ‘popular’ y él, el solitario inadaptado. Sin embargo, se tienen a ambos. Porque, como llegan a decir en algún momento, solo cuando están juntos son realmente quienes son, se sienten libres y hasta felices.
Daisy Edgar-Jones: "Dos personajes tratados de manera igualitaria y no definidos por su sexo que son seres humanos inteligentes"
Para la actriz británica, que ha participado en una de las recientes adaptaciones de La guerra de los mundos, parte del atractivo de esta historia reside en poner al espectador ante "dos personajes tratados de manera igualitaria y no definidos por su sexo que son seres humanos inteligentes. Ojalá hubiese más personajes como Marianne".
Una explicación a por qué Normal People funciona tan bien se halla en el cuidado puesto en el arco evolutivo de Marianne y Connell y en la sencillez y cotidianidad que hay en su relato. "Normal People trata de esos momentos que vives como ser humano, particularmente esos pequeños momentos que hacen que se evolucione y se cambie en el futuro.
Por ejemplo, que Marianne estudie en el Trinity es algo pequeño, pero cambia sus vidas", comenta en este sentido Daisy Edgar-Jones, quien añade que "el libro nos ayudó mucho para seguir las pistas y saber dónde está cada personaje en cada momento" en referencia a dificultad de encontrar el tono en cada escena cuando estas no se ruedan de manera cronológica y la intensidad se impone en muchas de ellas.
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Aunque el punto de partida se encuentra en ese primer amor y en cómo les marca y ayuda a madurar a ambos, en Normal People se aglutinan infinidad de asuntos complejos que son abordados de manera tanto directa como indirecta. "Desde el episodio 8 hasta el final Connell y Marianne batallan con la ansiedad, la depresión, el suicidio… y son cosas muy serias", remarca Paul Mescal.
Hacerlo bien como actores era toda una responsabilidad al tratarse de temas sensibles es los que puede ser fácil tropezar en el tópico o el retrato erróneo. Los dos actores insisten a lo largo de la entrevista en varias ocasiones en que Normal People es una historia de personajes, y lo es, pero también es un relato sobre la incomunicación.
Ambos conectan a nivel físico casi inmediatamente, pero su comunicación verbal es deficiente y eso provoca encuentros y desencuentros al no atreverse a decir qué quieren, qué necesitan y qué sienten de manera clara y abierta. Cuando lo hacen su relación, como ellos, evoluciona. El proceso, el viaje hasta llegar a ese punto y a esa escena final, es lo interesante de Normal People y lo que tanto atrapa.
El sexo como diálogo
La atracción física y el deseo se muestran omnipresentes convirtiendo el sexo en una parte importante de la trama. Algo que ya estaba en el texto original y que es parte del lenguaje de la serie. "El contacto físico es una parte importante en el libro. Sally describe esos momentos. Tienen problemas de comunicación, pero cuando conectan, son auténticos. Las escenas de sexo se rodaban como las de diálogo", explica la actriz británica, que coincide con su compañero de reparto en el empeño de todo el equipo, con los directores Lenny Abrahamson y Hettie MacDonald a la cabeza, para que en esos instantes tan íntimos de desnudez ante la cámara se sintiesen siempre cómodos y seguros.
Paul Mescal: "Las escenas de sexo sirven a un propósito"
"Las escenas de sexo sirven a un propósito", avanza Mescal. De ahí que sea habitual que estas estén salpicadas continuamente de diálogos entre ellos que ahondan aún más en su complejidad. Pese a ser un relato protagonizado por millennials, termino tan de moda últimamente, conectar con Marianne y Connell es algo que se puede hacer a cualquier edad.
Su historia, bien cimentada y construida, cala hondo. De ahí que Mescal señale que, en su opinión, sería algo "reduccionista" catalogarla como solo eso porque, añade, va mucho más allá. En este "tiempo extraño para la conexión" que describe Edgar-Jones, su serie aborda una relación compleja de idas y venidas de una manera "sincera y realista".
Al final y pese al título, "Normal People muestra que nadie es normal. Todo el mundo quiere ser normal pero eso no existe, todos somos increíblemente únicos. La idea de perfección que se muestra en las redes sociales, cómo la gente retrata sus vidas… Algo que hace muy bien esta serie es que eso no existe, nadie es perfecto y al final vemos cómo Marianne, que todo el rato busca ser normal, quiere ser querida. Pero su conclusión es llegar a ser feliz con cómo es y quién es", resume Edgar-Jones sobre qué esperar de esta producción, en la que entre sus muchos aciertos está el de haber dividido la historia en 12 episodios de menos de media hora de duración cada uno.
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