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Carnival Row propone una interesante mezcla de géneros combinando el thriller y el romance de época con un drama social y político. Lo que viene a ser el retrato de una sociedad complejo y muy actual pese a estar ambientado en un universo poblado por criaturas mitológicas y fantásticas.
Han pasado 14 años desde que el guion de A Killing on Carnival Row fuese incluido en la conocida como Blacklist de Hollywood, esa que conforman los mejores guiones no producidos. En todo este tiempo la idea de Travis Beacham ha estado dando vueltas por la industria -incluso contó con la implicación de Guillermo del Toro en sus primeros pasos-. Ahora, por fin, se ha convertido en realidad en formato serie y con la ayuda de René Echevarria, que figura también como creador de la producción que hoy estrena Amazon Prime Video en versión original.
El resultado, después de tanto esperando y la expectación generada por la buena fama que precedía al material original, encaja. Carnival Row no es otra más de fantasía. Tampoco pretende ser sucesora de nadie como han sugerido varios críticos estadounidenses. Que se enmarca dentro del mismo género que Juego de tronos, claro. Que hay escenas de sexo, pues también. Pero, tras ver los tres primeros episodios, se puede afirmar que la de Beacham y Echevarria tiene suficiente entidad propia para volar en solitario y hablar de ella sin necesidad de recurrir constantemente a buscar referencias.
La serie, que de primeras entra por los ojos gracias a su nivel de producción y su ambientación victoriana, disfruta de varias capas con las que va jugando continuamente. Así, se mueve entre el thriller policial con asesino en serie muy en la línea de Jack el Destripador; la complicada relación de amor entre especies de sus protagonistas principales o la vida de una joven refugiada que intenta buscarse la vida en una ciudad hostil. Cada espectador, según sus gustos y preferencias, puede dejarse arrastrar a la historia de Rycroft y Vignette por una u otra razón, pero lo más probable es que acabe aferrándose a todos sus niveles más allá de saber si acaban o no juntos o de si capturan o no al asesino.
La serie de primeras entra por los ojos gracias a su nivel de producción y su ambientación victoriana
Ella, Vignette Stonemoss, está interpretada por Cara Delevingne, quien da vida a un hada que era bibliotecaria antes de la guerra que le obligó a jugarse la vida en un barco en condiciones infrahumanas en busca de un futuro. Es fuerte, independiente y está dispuesta a hacer lo que sea para sobrevivir en un mundo donde está considerada ciudadana de segunda. Sus opciones son prostituta o criada. Ninguna encaja en sus planes. Rycroft Philostrate es un Orlando Bloom muy alejado del papel de Légolas por el que siempre será recordado empeñado en hablar en voz muy baja y profunda y de gesto taciturno. Como buen héroe romántico/victoriano, pese a su comportamiento moralmente cuestionable en algunas ocasiones demuestra desde el principio su buen fondo, su intención por ser justo y proteger al desvalido. De hecho, él es el único agente de todo el cuerpo de policía de The Burge al que parece importarle qué les pase a las criaturas mitológicas en una ciudad sucia y gris en la que los refugiados (hadas, faunos centaruos y demás seres) están condenados a aceptar los trabajos que los humanos rechazan.
Una de las cosas que sorprende gratamente nada más adentrarse en Carnival Row es cómo Beacham y Echevarria han organizado los tiempos para dosificar la presentación de un mundo complejo, pero también la de sus personajes. Los dos primeros sirven para adentrarse en The Burges y sus problemas y situar a Vignette, Rycroft y el resto de protagonistas importantes para la trama al tiempo que sientan las bases del thriller. No es hasta el tercero que responden a la pregunta de cómo se conoció, enamoró y separó la pareja principal. Para entonces ya se está dentro. Además de Bloom y Delevingne, hay otros rostros mucho más conocidos para los seriéfilos. El canciller Absalom Breakspear es el siempre destacable Jared Harris (Chernobyl y The Terror) y su esposa Piety es Indira Varma (Ellaria Sand en Juego de tronos). Un matrimonio que promete ser crucial en el desarrollo de la investigación y que ayuda a conocer cómo viven y piensan los privilegiados de Burge. Una mención especial en este sentido merece el debate protagonizado por el canciller en el parlamento con unos discursos que, a día de hoy, bien podrían escucharse en cualquier cámara del mundo real.
Carnival Row ha tardado casi década y media en pasar del papel a la pantalla, pero lo cierto es que su estreno hoy en día no podía ser más pertinente
Carnival Row ha tardado casi década y media en pasar del papel a la pantalla, pero lo cierto es que su estreno hoy en día no podía ser más pertinente. Los refugiados son refugiados sin importar de dónde vengan o a donde vayan y su realidad cada vez está más presente en la ficción televisiva. Señal de que es uno de los temas que preocupan a la sociedad. Mientras los ecos de lo sucedido con el Open Arms siguen resonando aún, Amazon estrena una serie que demuestra las dimensiones del problema y cómo este muchas veces reside en la falta de empatía y la capacidad para ponerse en el lugar del otro. En Carnival Row hay mucho de eso. Y lo aborda desde un género que no es el drama político y social realista, cómo lo hizo Supergirl en su temporada anterior. Quizá no sea causalidad que varios estrenos recientes hayan hecho hueco a los refugiados en sus tramas. Years and Years hace solo unas semanas y también la noruega The Beforeigners. Ambas con toques de ciencia ficción y disponibles en HBO. Quizá el tirón de orejas o la llamada de atención funcione mejor cuando proviene de un mundo irreal porque no se espera.
Amazon Prime Video estrena hoy Carnival Row en versión original. La subtitulada, según ha anunciado la plataforma, no llegará hasta el 22 de noviembre. La segunda temporada ha sido confirmada antes incluso del estreno de la primera.
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