'Caribe Mix', el mítico recopilatorio del verano

Es verano de 2004, el Partido Socialista de José Luis Rodríguez Zapatero ha llegado al poder hace unos meses, tras la larga mayoría absoluta de José María Aznar. Hace sol y tus amigos han preparado una barbacoa en el jardín de su casa. Abres una lata de cerveza mientras te comes unos chorizos criollos. El Bulería de Bisbal y Mi rumbita pa' tus pies de Melendi acompañan, gracias al Caribe Mix de ese año, la dorada jornada estival: todo está bien.

Estos recopilatorios del verano comenzaron a editarse en el año 1996 y formaron parte de la idiosincrasia española hasta mediados de la primera década de los 2000. Durante la época álgida de los destinos de sol y playa, esta es la música que apetece escuchar, y antes de la llegada de las playlists del móvil, los anuncios del Caribe Mix eran los más esperados de la televisión.

Hicieron mover las caderas de medio mundo, pero también los bolsillos de varias casas discográficas. Fue precisamente esta industria la que llevó a los mercados a crear uno de los fenómenos culturales más explotados durante los meses de julio y agosto: las denominadas canciones del verano, que van de las más exquisitas obras musicales a los mayores esperpentos de la historia del arte. Pero todas sin distinción protagonizan todavía las verbenas de los pueblos.

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El Caribe Mix es el recopilatorio más conocido, pero para nada fue el único. También se llegaron a editar otras versiones como el Max Mix (dedicado a la música tecno, entonces conocida como "bakalao"), el Bolero Mix, Ibiza Mix, Marbella Mix, Todo éxitos, Máquina Total o Rumba Total. La variedad de géneros era abismal y así ningún nicho de mercado quedó desatendido.

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Como las cintas en su día, los discos se han convertido en un producto de coleccionista. Hay quien aglomera en la estantería de su casa todos los álbumes de artistas como Frank Sinatra, los Rolling Stones o Brtiney Spears. Del mismo modo, los fans y nostálgicos de los recopilatorios del verano también pueden homenajear con orgullo aquellos discos que compusieron la banda sonora de sus vidas durante los dorados días de verano.