Este artículo se publicó hace 14 años.
Cantajuego: no apto para niños
Tras el éxito de los discos para los más pequeños se esconden despidos y acusaciones de que el proyecto educativo ahora sólo es un gran negocio
Son cifras incontestables: más de medio millón de copias vendidas de sus ocho CDs/DVDs, 15 discos de platino, uno de oro, 350.000 espectadores sólo en la gira de 2009, doble sesión de diez fines de semana con su espectáculo Una granja con encanto en la Gran Vía de Madrid con el papel agotado...
Números enormes fraguados a base de entusiasmar a los más pequeños. Cantajuego, la propuesta educativa y musical creada por el argentino Pedro Zaidman, de 55 años, no admite puntos intermedios: o se ama o se odia.
En el primer grupo se sitúan, evidentemente, los niños. Al otro lado, muchos padres, hartos de escuchar las mismas melodías una y otra vez. Y otra vez. Y otra... ‘Padrecabreado' es uno de ellos: "Pensé que no se podría coger a nadie mas manía que a Torrebruno, pero estos lo han conseguido... espero que pronto le empiece a gustar al niño otra cosa, aunque sea bakalao".
Un padre: "Espero que le empiece a gustar al niño pronto otra cosa, aunque sea bakalao"
Quejas que no comparten los pequeños de entre 0 y 6 años, que escuchan los temas de forma obsesiva.
Aprovechar lo ya existenteCantajuego es un éxito que, con las cifras en la mano, nadie cuestiona. Y muchos envidian. Porque es un ejemplo paradigmático de cómo darle la vuelta a lo existente para revenderlo: entre su catálogo figuran clásicos infantiles como Tengo una muñeca vestida de azul, Dónde están las llaves o Al corro de la patata. Temas que se readaptan, se reinterpretan, se graban (en disco y vídeo), se empaquetan y se venden. Éxito a bajo coste.
Durante los más de seis años que han transcurrido desde el lanzamiento del primer volumen, la cosas han cambiado. Lo suficiente como para que muchos padres se quejen, fundamentalmente en foros de Internet, de que ese "proyecto pedagógico-musical en formato audiovisual" sea ahora sólo un gran negocio.
El constante cambio de artistas en la formación figura como principal queja. El productor Pedro Zaidman es el ‘alma' de Cantajuego. Y, como tal, el que decide cuántos discos se lanzan al año, dónde se actúa, qué productos de marketing se venden, qué artistas caen y quiénes continúan. En un ejercicio encomiable de rotaciones, en estos seis años han pasado más de una decena de personas por el Grupo EnCanto, formación que pone cara y voz a Cantajuego. "Esto no es una empresa que despide y contrata, es una producción artística que requiere de un artista o de otro en función de las necesidades específicas del proyecto", justifica. Que los niños se encariñen con uno u otro de los componentes y luego no vuelvan a saber de él "son cosas de los papas y de las mamás", defiende.
Elena Chica, que actualmente forma parte del Grupo EnCanto, encuentra un paralelismo en el colegio: "Cuando un niño pasa de curso le cambian el profesor. En la vida hay cambios. Y en Cantajuego llegan porque tienen que venir".
CambiosNacho y su bombín fueron una referencia en los cuatro primeros volúmenes. En el quinto desapareció. Año y medio después justifica el abandono por "un importante asunto familiar". Intentó que fuera un paréntesis, no una decisión definitiva: la empresa no quiso asumir su vuelta pese a "las facilidades ofrecidas y mi compromiso durante los casi cinco años previos", lamenta.
Desde su salida, Nacho, que ahora dirige junto a un socio Desmesura, una compañía de teatro y espectáculos audiovisuales para niños, ha optado por cubrir con un tupido velo todo lo que concierne a Cantajuego: "La verdad es que no lo he visto desde el volumen 4 y tampoco sé con exactitud quiénes forman el grupo en la actualidad", responde vía correo electrónico. No volvería al Grupo EnCanto: "Todo en la vida tiene su etapa", sentencia.
Jimena sufrió un problema de salud tras una presentación del volumen tres. Terminó ingresada en la UVI del Ramon y Cajal y regresó a su país, Argentina, para recuperarse junto a su familia. Cuando intentó volver al proyecto no pudo. "Sólo me daban la posibilidad de manejar uno de los títeres, creo que el burro Pepe. Ya no tenía mi lugar", rememora. Pedro Zaidman se limita a comentar que Jimena "no pudo continuar". E incluso la sitúa entre las tres salidas que más lamenta, junto a la de Noemí Gallego y Miguel Antelo.
El balance de Jimena no, es ni mucho menos, tan positivo como el de su antiguo jefe: sí en lo artístico y profesional, "pero en lo personal-afectivo sólo rescato el cariño y la respuesta del publico hacia mí. No puedo decir lo mismo de los directivos", sentencia.
"Las personas son muy importantes, pero los proyectos también tienen vida propia", rubrica Zaidman. "Lo que valoramos es la actitud, y cuando consideramos que hay una persona que no va con nuestra manera de encarar nuestro proyecto preferimos que esté lejos".
Mucho más polémica fue la salida de JuanD. La ruptura degeneró en un intercambio de comunicados entre sus abogados y la empresa que dirige Zaidman. Éste prefiere ignorar tanto a JuanD como a su nuevo proyecto, Ciudad Arcoiris, una propuesta muy similar a Cantajuego que ha puesto en marcha junto a Beatriz, otra de las antiguas integrantes. "Yo hablo de mi proyecto y espero que los otros no hablen del mío", advierte Zaidman. "Esto es como cuando una pareja se separa. Lo ético es no hablar. El resto son programas rosa de personas que se dicen estupideces", zanja. JuanD también prefirió no hablar para este reportaje y remitió al comunicado (en PDF) que redactó al poco de su salida.
JuanD: "La empresa busca el máximo beneficio posible a costa de reducir los costes"
En él subraya que "la empresa busca el máximo beneficio posible a costa de reducir los costes de honorarios percibidos por los profesionales", a los que se les exige "completa dedicación en exclusiva". De esta contradicción surgen, desde su punto de vista, importantes diferencias entre los artistas y la empresa que derivan en "continuas rupturas y en una continua renovación del elenco". "Los artistas tenemos muy difícil mantenernos en mínimos de subsistencia vital bajo las condiciones económicas impuestas por la empresa", asegura.
Y concluye con una recomendación al propio Zaidman: dejar de tratar a los artistas "como a meros peones" y "retribuirles como a tales". Es la forma de que evitar "un continuo ir y venir de profesionales que les obliga de modo irremisible a una permanente renovación".
En el comunicado oficial de Zaidman, que ha sido eliminado de la web, se acusaba a JuanD de haber utilizado Cantajuego para lanzar su propio proyecto.
Jimena detalla cuánto ingresó por grabar los tres DVD en los que participó: 70, 150 y 180 euros, respectivamente. La cantante que puso voz a los temas del volumen 1 y 2 fue menos concreta. Lo dejó escrito en un foro: "Los cantantes no se llevan una mierda. Podría hablar largo y tendido, pero no merece la pena".
Jimena cobró 70 euros por grabar el primer DVD y 150 por el segundo
"Siento que la parte humana de esta empresa tiene muchos agujeros", remacha Jimena. No es la única que lo piensa. En Facebook hay, por ejemplo, un grupo llamado 'Cantajuego sí, pero sin la explotación de artistas' .
Jimena denuncia que, además de ganar poco, Pedro Zaidman se negó a contratarles. "Cobrábamos en negro", un factor que contribuyó a que las reclamaciones para recuperar el puesto tras su enfermedad carecieran de todo tipo de valor. "Sin contrato no tuve derecho alguno", lamenta.
De guarderías a plazas de torosSon las consecuencias del crecimiento desaforado de un proyecto que nació minoritario, fundamentalmente en guarderías, y que ha crecido hasta llenar plazas de toros y palacios de deportes. "Pedro Zaiman al principio todavía era un artista, no un empresario, tenía la sensibilidad que tenía los artistas. Luego todo cambió", sentencia Jimena. "Así es", corrobora Nacho. "Al fin y al cabo Cantajuego no deja de ser un 'negocio' que funciona muy bien y que busca una mayor rentabilidad aún si cabe".
Elena Chica disiente desde su posición actual, dentro del grupo. "Nosotros no hemos perdido la sensación de 'es para este niño solo'", asevera, y valora de forma positiva que, a partir del tercer volumen, entrara una multinacional como Sony en el proyecto. "No se ha perdido el encanto de Cantajuego con Sony, al contrario, nos ha permitido estar en más casas". Jimena, sin embargo, hace corresponsable del cambio de rumbo a Pedro Zaidman y a la discográfica. Nacho apunta al mismo objetivo: "A los que mandan y toman decisiones sobre su funcionamiento".
Belén, que fue despedida a mediados de 2010 por no contar a la dirección que mantenía otros proyectos educativos al margen de Cantajuego, es más comprensiva: "Ha crecido como nadie, pero la respuesta del público es la que ha permitido el crecimiento del proyecto hasta lo que es hoy en día", explica.
Más allá del dibujoCualquiera que vea el primer volumen y el sexto de Cantajuego puede corroborar que la evolución es evidente. Un padre definió en su blog a la primera entrega como "el proyecto de la Bruja de Blair de los vídeos infantiles". El simplismo y en ocasiones hasta el ‘descuido' en la filmación ensombrecían la propuesta. Jimena defiende que por aquel entonces no importaba tanto el fondo como la forma: la intención era transmitir a los más pequeños, lograr que interactuasen. Ahora, sostiene, interesa menos el fondo que la forma.
Zaidman: "Si hoy no hubiera superproducciones en 3-D a lo mejor lo nuestro sería una obra de Van Gogh"
Como es previsible, Pedro Zaidman defiende su propuesta sin reservas. Considera que los que critican los primeros volúmenes no entienden de lo que hablan, que no se fijan en pequeños detalles (mezclas de la voz, duración de los temas...) para atacar. "Hay muchas cosas que no son el dibujo y los decorado", responde. "Hemos hecho un trabajo con los medios y las posibilidades que teníamos y a la gente le pareció bien. Si hoy no hubiera superproducciones en 3-D a lo mejor lo nuestro sería una obra de Van Gogh", asegura.
¿Quién pone la voz?Otra de las quejas de los padres son los espectáculos en directo: muchos se quejan de que pagan una cantidad no pequeña por ver un actuación en playback. Zaidman lo desmiente categóricamente: “No hay playback". Y abunda: "Los actores cantan siempre en todas las actuaciones. Está todo cantando".
Elena Chica le respalda: "Sí es en directo", aunque reconoce que parte de la música está grabada. Afirmación que corrobora Zaidman: "En los espectáculos en directo no llevamos músicos porque si no lo entrada costaría muchísimo más".
El hecho de que los artistas canten no significa que sea lo habitual: "En alguna canción en la que los actores se están revolcando por el suelo y, mientras tanto, tienen que cantar, necesitan un apoyo grabado de voz, eso lo entiende cualquiera", explica Zaidaman, que atribuye las críticas a la "mala intención" de los que prefieren fijarse en esas cuestiones y no en que "los actores se están dejando la vida encima del escenario".
Sin embargo, varios de los miembros del Grupo EnCanto entrevistados reconocen que sólo algunos cantan, y de forma muy puntual. El resto es playback, afirman.
Ajenos a todo, los niños siguen escuchando las canciones. La máquina no para: hace unas semanas se puso a la venta otro volumen, Que lo baile todo el mundo, Cantajuego sigue actuando hasta finales de noviembre en el teatro Compaq Gran Vía y ya hay anunciada una gira de Navidad que recorrerá las principales ciudades de España.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.