Este artículo se publicó hace 6 años.

Anna Pacheco"Nos vendieron que el hijo del obrero tiene las mismas oportunidades, pero hemos descubierto que no es verdad"

02/10/2019 - La periodista y escritora Anna Pacheco./ Sofía Suárez
La periodista y escritora Anna Pacheco./ Sofía Suárez

Sara Plaza Serna

-Actualizado a

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El nombre del libro es una referencia a lo que nos decían las abuelas cuando éramos jóvenes. ¿Qué significa eso de ser limpias y por qué lo has rescatado para el título del libro?

El libro muestra un cisma generacional. Nuestros padres han estado en el mismo trabajo 30 años y sus aspiraciones eran un coche, una casa y, si todo iba bien, una segunda residencia. En nuestro caso nos hemos dado cuenta de que los trabajos que queríamos tener no existen o no te pagan por ellos. ¿Qué hacemos con esa frustración? ¿Qué aspiraciones podemos tener en un contexto de precariedad?

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"Nos tenemos que quitar esa idea perniciosa y súper neoliberal de buscar en el trabajo un aporte moral"

Las que nos dedicamos al periodismo sabemos muy bien a qué nos referimos cuando hablamos de frustración. ¿Qué tal lo llevas? Estás presente en muchos proyectos, pero siempre has expresado esa ansiedad que provoca el tener que llegar a todo para poder medio vivir y estar ahí, no podemos desconectar y nos autoexigimos decir a todo que sí, aunque sea por 50 euros.

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Parece una distopía, pero es un poco así, es una angustia permanente de tener que estar presente

La protagonista viene de un barrio de la periferia, estudia derecho, pero está claro que no parte desde la misma posición que, por ejemplo, su amiga Ane. ¿Siguen siendo las universidades espacios hostiles para la clase trabajadora?

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La protagonista cuenta que ella quería estudiar Historia del Arte, pero que su padre la convenció para hacer “una carrera de verdad”. La sombra de los padres y nuestro deseo de no decepcionarles, ¿es también un signo de clase?

"De nuevo, las hijas y los hijos de la clase trabajadora lo van a tener bastante difícil"

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La protagonista muestra constantemente condescendencia hacia su barrio, sus amigos, su familia… Ella ahora se encuentra entre dos mundos y no acaba de encajar en ninguno. ¿Cómo vivimos ese salir del barrio o del pueblo para estudiar?

La protagonista es también una chica que duda constantemente, que se siente culpable por casi todo (por no saber de música, por masturbarse). Es interesante cómo la culpa y la inseguridad forman parte de la vida de las mujeres desde muy jóvenes.

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"Luego está esa cuestión de descubrimiento y un despertar sexual muy condicionado por el patriarcado"

Generalizando mucho, nuestra generación se ha preocupado tarde de nuestro deseo y nuestro placer. Nos hemos lanzado al sexo y a las relaciones más preocupadas por gustar a los chicos y chicas y por encadenar relaciones, como le pasa a la protagonista, que por disfrutar y vivir relaciones sexo – afectivas plenas y sanas. ¿Piensas que, por ejemplo, las chicas de la generación Z tienen una relación más cercana y natural con su deseo y su sexualidad?

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La relación entre las dos amigas es muy contradictoria, muy basada en la competencia, en la superioridad por parte de la protagonista.

"Mucha gente desaparece, hace una especie de reinicio y se olvida y, por el contrario, hay gente que es capaz de unir los dos mundos"

En el libro también está presente la figura de la abuela. Un momento un poco impactante es cuando le cuenta cómo conoció a su abuelo. De ahí surge la pregunta de cómo han vivido nuestras abuelas, cómo han sido sus vidas. No las conocemos.

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