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30 monedas Eduard Fernández: "El gran acierto de '30 Monedas' es el costumbrismo y ese mundo de terror, género y thriller"

HBO estrena este domingo el primer episodio de '30 Monedas', serie cocreada y dirigida por Álex de la Iglesia con Eduard Fernández, Megan Montaner, Miguel Ángel Silvestre y una cartera de secundarios envidiable.

Imagen de la serie 30 Monedas.
Imagen de la serie '30 Monedas'. Manolo Pavón / HBO

Cuenta Álex de la Iglesia que lo que les ha ocurrido a él y a Jorge Guerricaechevarría, con quien ha coescrito 30 Monedas, "es que era una serie tremendamente ambiciosa y nos hemos encontrado con una gente tremendamente ambiciosa" en la producción. Esa libertad para dejar volar la imaginación y crear ha dado como resultado una temporada de ocho capítulos en la que cada uno supera al anterior en trama, puesta en escena, efectos especiales y actuaciones. En palabras de Eduard Fernández: "Es una serie muy libre de Álex". Como tal, resulta salvaje, divertida, terrorífica y un campo sembrado de ideas sobre las que meditar.

De la Iglesia buscaba precisamente "conseguir esa sensación" de superarse en cada entrega con una trama nacida de la historia de las 30 monedas de Judas y el culto de los cainitas, llevándoselo todo a un pequeño pueblo donde su cura, su veterinaria y su alcalde tienen que luchar contra las fuerzas del mal y del bien. "Esa es la locura donde yo quería meter al espectador, que se quede abrumado por una serie que digas: Tengo que parar, vamos a parar un poco y vamos a pensar qué ha pasado y seguir mañana", declara.

"No me gustan las series en las que te puedes meter siete episodios. Porque crean un clima, estás a gusto... Me gustan las otras, en las que dices: ¡Qué pasada, vamos a dejar el siguiente para mañana para disfrutar de lo que nos hemos regocijado en este momento! Pero claro, es muy difícil de llevar eso a la práctica y estoy muy contento de haberlo conseguido", confiesa De la Iglesia.

Megan Montaner y Miguel Ángel Silvestre en 30 Monedas. - Manolo Pavón
Megan Montaner y Miguel Ángel Silvestre en '30 Monedas'. Manolo Pavón / HBO

Eso se logra partiendo de la apuesta de combinar géneros para contar un relato de poder, religión, miedo, maldad y costumbrismo con píldoras de un humor muy bien insertado. Sobre este último, el humor, comenta Eduard Fernández que la "batuta" la cogió "Miguel Ángel [Silvestre] y ha hecho ese personaje tan bonito y tan arriesgado a la vez que le ha salido muy bien (...) Le da un punto de humor que le va muy bien a la serie. Creo que el gran acierto es el costumbrismo, muy típico por otro lado en Álex, y ese mundo de terror, de género, de thriller... Esa mezcla creo que ha salido muy bien".

"Veo 'La comunidad', veo 'El día de la bestia' y también veo historia de cine español clásico"

Para Megan Montaner eso "se notaba ya en el guion, aunque creo que ha focalizado mucho más en el suspense y en lo oscuro y no tanto en esos personajes más de humor. En esta ocasión, como dice Eduard, se ve un Álex más maduro y más oscuro. Se ha metido en un mundo mucho más del terror, ha ahondado más allá". Todo eso sin dejar de hacer, como apunta Manolo Solo, "guiños" a otros de sus trabajos. "Veo La comunidad, veo El día de la bestia y también veo historia de cine español clásico; un poco películas de las que él ha mamado rollo berlanguiano sobre todo y los arquetipos del pueblo", resume el actor, quien interpreta a un personaje tan crucial como maquiavélico y fascinante.

La forma de abordar ese terror que emana de la religión es lo que hace que 30 Monedas funcione tan bien y plantee preguntas. "La clave es tocarte la fibra de las cosas que te han pasado de pequeño. Yo tenía un miedo atroz al confesionario, a confesarme. Porque iban a saber que era mala persona e iban a descubrirlo. Y cuando te daban el perdón de los pecados salías de allí feliz, pero salías pensando que ibas a volver a caer. Era una sensación de prisión, de angustia y de felicidad al mismo tiempo que es inolvidable y que termina convirtiéndose en esa especie de sótano de los miedos", explica el director de La comunidad. Un sótano de los miedos al que baja él mismo llevándose consigo a todo aquel que se siente ante la pantalla.

Siendo terror fantástico y con la religión de por medio, no podía faltar un exorcismo, aunque este es, como bien dice De la Iglesia, "como raro". Porque el planteamiento general va más allá de las posesiones demoníacas y se adentra en una oscuridad más profunda y arraigada.

En este sentido, Miguel Ángel Silvestre apunta que para él lo que hace De la Iglesia es profundizar en "la historia de Judas, en el significado del mal para que exista el bien, en el tema de los cainitas y la interpretación del Evangelio" y lo envuelve en el misterio que rodea todo ese mundo. Algo que da miedo per se, porque, como apunta Manolo Solo, "ellos [por la religión] siempre han intentado dar miedo, forma parte de su imaginería el intentar impresionar, impactar y atemorizar a la gente para tenerla en su puño".

Pedraza, epicentro del ocultismo

La acción transcurre en Roma, París, Nueva York... y Pedraza. Para quien desconociese su existencia, se trata de un pueblo segoviano con solo unos pocos centenares de habitantes. Sobre la decisión de centrar el grueso de la trama ahí y no en cualquier otro lugar responde Álex de la Iglesia que "es un poco transgresión y reivindicación de nuestro lugar en el mundo. Estoy harto de que todos los grandes acontecimientos internacionales ocurran en Nueva York, Boston o Chicago. Cuando Marvel ataca, cuando atacan los extraterrestres, ¿por qué diablos siempre atacan Nueva York? ¿Por qué no atacan Miranda de Ebro? Es que es un cansinismo. Y es muy divertido precisamente dotar a Pedraza de ese valor internacional en el mundo del ocultismo. Es de pronto uno de los lugares más misteriosos del mundo, porque lo hemos dicho nosotros, pero es muy divertido".

"Estoy harto de que todos los grandes acontecimientos internacionales ocurran en Nueva York, Boston o Chicago"

Una decisión que, además, encaja perfectamente con la serie. Por un lado, porque, como indica Megan Montaner, facilita empatizar con esos personajes de un lugar pequeño "en el que normalmente nunca pasa nada (...) y de repente empiezan a suceder estos fenómenos paranormales. Es lo que lo hace tan especial, en un lugar tranquilo también puede pasar algo de estas dimensiones". Por otro, apunta Eduard Fernández que "lo más particular es lo más internacional, y juega a eso la serie también. Cuando algo es muy concreto es reconocible en todas partes. Por eso gusta tanto Almodóvar (...) Creo que Álex es de los pocos directores españoles que tiene su público también".

Y, más allá de eso, la elección de un pueblo tan pequeño facilita uno de los paralelismos más interesantes que ofrece 30 Monedas. Los personajes viven en un microcosmos en el que todo el mundo conoce a todo el mundo, todos saben qué hace y con quién el vecino y no pueden sacudirse la sensación de estar siempre bajo la lupa, vigilados. Una situación muy similar a la que puede transmitir la idea de ese Dios que lo ve y lo sabe todo.

"Es absolutamente intencionado y, sobre todo, buscando el efecto que te ha generado a ti, que es esa sensación de que la Iglesia está ahí viendo si eres bueno o malo. Eso yo lo he sentido, como que hay un poder superior que te agarra. En este caso probablemente no habría ninguna maldad, pero en la serie se utiliza ese miedo inconsciente que tenemos para sentir con fuerza todo el episodio", analiza su creador y director.

Vergara, Elena y Paco

Como ha ocurrido ya antes con los trabajos firmados por De la Iglesia, 30 Monedas cuenta con personajes icónicos que han nacido para quedarse y formar parte del imaginario colectivo de la ficción española. El primero, ese padre Vergara que a Eduard Fernández le costó cuatro meses de entrenamiento, perder 15 kilos y hacer muchas pesas y boxeo. "Me tuve que poner muy cachas", afirma. Eso sumado a las dos horas y media diarias de maquillaje para crear un personaje oscuro, con una gran losa sobre sus espaldas y mucho saber atesorado.

Eduard Fernández interpreta al padre Vergara. - Manolo Pavón
Eduard Fernández interpreta al padre Vergara. Manolo Pavón / HBO

En Pedraza, donde es enviado por el Vaticano como castigo por un exorcismo que salió mal y por el que pasó un tiempo en la cárcel, su camino se cruza con el de Elena y Paco. Ella es la veterinaria del pueblo, una mujer cuyo marido desapareció dos años atrás sin dejar rastro y que es la comidilla de sus vecinos. Una mujer normal, con un trabajo normal, cuya cordura se tambalea al enfrentarse a lo oculto y tener que lidiar con gente poseída, monstruos... Megan Montaner no requirió transformación física para el papel, pero se lo pasó en grande con sus escenas de acción: "Me gusta mucho poder haber hecho un personaje de tanta actividad física, ha sido muy divertido".

Y luego está Paco, ese alcalde y marido manejado como una marioneta sobre el que cae todo el peso de unos vecinos que lo llaman para todo. Es el personaje que introduce la nota de humor y, según cuenta De La Iglesia, Miguel Ángel Silvestre "es perfecto para el papel, porque es un actor muy diferente a la imagen que proyecta. Es un tío muy riguroso, que trae el trabajo hecho de casa, muy formal, muy metódico. Él tenía una imagen del personaje y lo que yo he hecho es canalizarla, pero la idea inicial es suya".

De leerlo e imaginarlo... a verlo

"Cuando la vas viendo, es exactamente lo que te estabas imaginando cuando la leías, una pasada"

Los tres actores protagonistas reconocen lo complejo del salto del guion a la pantalla. Para Montaner "cuando la vas viendo es exactamente lo que te estabas imaginando cuando la leías, una pasada". Eduard Fernández reconoce que empezó viéndola como profesional y acabó "enganchado" como espectador. A Silvestre le surgían preguntas en cada capítulo que se contestaba en los siguientes y cualquier duda que pudiese tener sobre cómo podría llevarse a la pantalla esta o aquella escena se ha resuelto porque "a Álex de la Iglesia se le da muy bien eso: hacer que parezca de verdad".

En cuanto al resto, mientras Macarena Gómez asegura que nunca dudó "de la capacidad de Álex de la Iglesia para rodar lo que pretendía rodar"; Manolo Solo responde que "entre que me parecía un universo paralelo y que yo tampoco estoy muy ducho en fantástico y terror, no tenía ni idea de cómo se pensaba rodar. Y las pocas ideas que tenía, luego me sorprendí". Ahora les toca sorprenderse a los demás. Cada semana, desde este domingo en HBO, un capítulo hasta completar los ocho que componen la temporada.

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