Las disfunciones del suelo pélvico están a la orden del día, descubre el porqué
![¿Qué es el Síndrome de Congestión Pélvica? ¿Qué es el Síndrome de Congestión Pélvica?](https://imagenes.publico.es/files/image_horizontal_mobile/uploads/2024/11/21/673f4704f025a.jpeg)
Dolores Gómez y Sara Elmouzughi
Especialistas de la Unidad de Rehabilitación del Suelo Pélvico del Hospital Quironsalud San José (Madrid)
-Actualizado a
El suelo pélvico es un gran desconocido para casi todos. No somos conscientes de su existencia, ni de la necesidad de cuidarlo, en muchos casos hasta que presentamos un problema en esta zona del cuerpo. Algo bastante frecuente en nuestra sociedad actual.
El suelo pélvico representa un grupo de músculos y de ligamentos situados en la parte baja del abdomen, y que permiten mantener la pelvis en una posición correcta. Facilita, además, su normal funcionamiento, además de ayudar a la estabilidad y al equilibrio de la pelvis y de la columna lumbar.
Se estima que las disfunciones del suelo pélvico afectan aproximadamente al 50 % de las mujeres mayores de 50 años, y que entre el 3 % y 6 % de la población femenina desarrollará alguna de estas disfunciones en algún momento de la vida. Pero los hombres no se escapan de estas posibles disfunciones. Y entre los varones, las disfunciones relacionadas con el suelo pélvico afectan a casi 2 de cada 10.
Qué debilita el suelo pélvico
Las disfunciones del suelo pélvico ocupan un lugar destacado dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles. Se trata de problemas que, aunque no son vitales, pueden afectar en gran medida a la calidad de vida de quienes la padecen.
La debilidad o lesión de los elementos que forman el suelo pélvico predispone, en especial a la mujer, a presentar afecciones a ese nivel que provocan, en muchas ocasiones, incontinencia urinaria y fecal, prolapso genital, problemas de estabilidad de la columna lumbar, dolor pélvico crónico, dolor durante las relaciones sexuales, y falta de control de los gases.
En concreto, las principales situaciones en las que el suelo pélvico puede sufrir debilidad o lesión son el embarazo, el parto, la menopausia, la realización de cirugías, o bien el desarrollo de enfermedades que afecten a los órganos pélvicos. En los hombres, los principales problemas son incontinencia urinaria, goteo postmiccional, dificultad para contener gases y heces, o disfunción eréctil.
Síntomas de una disfunción de suelo pélvico
Entre otros, aquellas personas que padezcan una disfunción del suelo pélvico presentarán los siguientes síntomas:
• Pérdidas de orina al saltar, reírse, toser, o hacer ejercicio.
• Pérdida de materia fecal o dificultad para controlar los gases.
• Necesidad urgente y frecuente de miccionar.
• Dificultad para llegar al baño a tiempo.
• Dificultades para vaciar la vejiga al completo.
• Sensación de un bulto o de algo que sale de la vagina.
• Sensación de pesadez o hinchazón, o incluso dolor en la vagina, que se agrava al final del día.
• Dolor al orinar.
• Estreñimiento.
Tratamientos hoy en día disponibles
Con ello, todas las guías clínicas nacionales e internacionales establecen como primera línea de tratamiento de los problemas de suelo pélvico la fisioterapia. Dentro de estas técnicas, el entrenamiento de los músculos de suelo pélvico suele ser el método más empleado en la mayor parte de los pacientes, aunque no el único, ya que depende siempre de la evaluación de cada caso.
En general, los programas de Fisioterapia en Suelo Pélvico tienen alrededor de 12 semanas de duración, con una o dos sesiones semanales, en función de los casos. Transcurridas las 12 semanas se realiza una revisión y, dependiendo de los resultados el paciente continuará con un programa de ejercicios desde el domicilio, y con un seguimiento en consulta, o bien se le dará el alta hasta nueva revisión después de los 6 meses o el año.
Entre otras técnicas también se utilizan el biofeedback, la electroestimulación, la diatermia, las técnicas miofasciales, y más recientemente, técnicas mínimamente invasivas como la electrolisis percutánea intratisular (EPI®). En otras ocasiones la fisioterapia puede acompañar a otras intervenciones como la cirugía o los pesarios.
Prevenir antes de lamentar
Pero, no obstante, y aunque no se presenten problemas de disfunción del suelo pélvico, es imprescindible que tanto mujeres como hombres sean capaces de ejercitar su suelo pélvico.
Lo idóneo en este sentido es incorporar hábitos saludables que ayuden a evitar estos problemas, como pueden ser ejercitar los músculos de suelo pélvico y evitar el sobrepeso, así como el estreñimiento o los deportes de alto impacto; todas ellas son medidas eficaces para la prevención de la incontinencia urinaria o de los prolapsos, por ejemplo.