Tor, la punta invisible del iceberg de internet
Garantizar la privacidad y el anonimato de sus internautas es el objetivo de este mundo paralelo al internet que conocemos, donde encuentran cobijo tanto periodistas y disidentes políticos perseguidos por sus ideas como espías, militares y criminales de toda calaña.
Madrid-
“Defiéndete de la vigilancia de red y el análisis de tráfico. Elude la censura. Tienes derecho a navegar sin que te espíen”. Tal y como reza en su página web, este estos son los objetivos que impulsaron la creación de la red Tor, nacida en 2002 bajo la tutela de Electronic Frontier Foundation, una organización sin ánimo de lucro estadounidense que vela por los derechos civiles de los internautas.
Se conoce como darkweb o red oscura porque sus páginas web, todas acabadas en el dominio “.onion”, no están indexadas en los buscadores habituales, como Google. Sus IP están enmascaradas y solo son accesibles mediante el navegador Tor.
La clave está en su estructura de capas, de ahí su nombre, siglas de The Onion Router (onion es “cebolla” en inglés). La información se codifica y recodifica en capas al ir pasando por los nodos de Tor que miles de voluntarios albergan en sus propios ordenadores.
Para acceder, solo es necesario tener instalado en el ordenador el software de Tor, que puede descargarse gratuitamente.
Una carretera secundaria para despistar
“Tor funciona como un túnel canalizando el tráfico de datos a través de una red internacional de repetidores o nodos voluntarios para encubrir la localización de sus usuarios”, nos cuenta el ingeniero informático y científico de datos Andrew Lewman, que fue el primer director y cofundador de Tor Project.
“Es como utilizar una carretera secundaria serpenteante para despistar a tus perseguidores, y borrar tus huellas después”, añade.
"Es como utilizar una carretera secundaria serpenteante para despistar a tus perseguidores, y borrar tus huellas después"
Tal y como explica la web del proyecto, “el navegador Tor aísla cada sitio web que visitas de manera que rastreadores de terceros y publicidad no te puedan seguir. Las cookies se borran automáticamente cuando terminas la navegación, junto con tu historial”.
Una cualidad muy útil para no ser carnaza de los carroñeros de datos personales (IP, localización, patrón de comportamiento online, etc) que pueblan internet y guardan información de cada paso que dar en el ciberespacio para venderla después.
Salvaguarda de la libertad de expresión
Esta navegación anónima, además, es una forma de proteger la libertad de expresión. Incluso, puede salvarte la vida, si eres un disidente político en países autoritarios.
De hecho, Tor Project recibió el Premio a Proyecto de Beneficio Social de la Fundación de Software Libre en 2010, que alababa su papel a la hora de “permitir a más de 36 millones de personas de todo el mundo experimentar la libertad de acceso y expresión en internet, sin poner en peligro su privacidad ni su anonimato. Su red ha sido piedra angular en movimientos disidentes tanto en Irán como en Egipto”.
Al mismo tiempo, la red oscura es un lugar ideal para la comunicación de quienes manejan información confidencial, ya sea militar, financiera o servicios de espionaje.
Nido de malhechores
Pero toda cara tiene su cruz. Y, claro, también es un escondite perfecto para maleantes de distinta calaña, desde pedófilos hasta traficantes de droga, de órganos, de humanos o de tarjetas de crédito robadas, así como hackers y asesinos a sueldo, listas masivas de emails para envío de spam… y todo lo que puedas imaginar.
Existen millones de “servicios ocultos” en esta red, que funcionan más o menos como las páginas web de internet que conocemos. Algunos de ellos pueden conocerse gracias a las hidden wikis, directorios sobre accesibles dentro de Tor.
De hecho, en una entrevista reciente al exdirector de Tor (que hoy trabaja también en la darkweb, pero como experto en ciberseguridad), “la actividad criminal se ha apoderado de la red Tor. Yo diría que un 95% de lo que se hace allí es ilegal”, señalaba en la revista especializada Cyberscoop.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.