Zapatero da un firme respaldo a la entrada de Turquía en la UE

Mi Gobierno apoya decididamente la solicitud turca de adhesión a la Unión Europea". Con estas palabras, en presencia del primer ministro de Turquía, de varias personalidades del ámbito académico del país y de cientos de universitarios a quienes daba el discurso de inauguración en la Universidad Bahçeschir de Estambul, José Luis Rodríguez Zapatero confirmó categóricamente lo que hasta ahora había sido un respaldo tibio y poco concluyente para que este país vistiera la camiseta con el número 28 del equipo de la UE.

El presidente del Gobierno hizo, además, un llamamiento -casi reproche- a sus colegas europeos: "Si Europa desea desempeñar, como yo espero, el papel de actor decisivo en el mundo contemporáneo, una Turquía en la UE dará a ésta la proyección y el protagonismo estratégico que hoy, en algunos casos, le faltan".Hubo asimismo, en la segunda intervención de Zapatero en Estambul, durante la cena de celebración del fin del ayuno diario del Ramadán, un mensaje para las autoridades y el pueblo turco: mantened "con la determinación que caracteriza al pueblo turco -dijo el jefe del Ejecutivo a los cerca de 2.500 invitados que asistieron al ágape, entre ellos, el ex seleccionador Luis Aragonés- vuestras políticas de reforma para conseguir el objetivo de adhesión a la UE".

Una meta que, según el jefe del Ejecutivo, contará con todo el trabajo de España "para que las negociaciones se desarrollen con la mayor fluidez".

Amistad y proximidad

España ingresó en la UE el 1 de enero de 1986 y el jefe del Ejecutivo tuvo un recuerdo para ese momento. Recordó a los turcos, a "su amigo" Erdogan el primero, que no fue fácil; que fue un proceso largo y duro, de casi diez años negociando, pero que para España supuso "una oportunidad histórica" y "los años más prósperos" para el país.

Turquía y España son el mejor ejemplo "para asimilar e integrar lo mejor de otras culturas"

Zapatero, a pesar de las acusaciones que ha recibido estos días desde sectores conservadores por acudir a una cena de clausura del Ramadán en el hotel Wow de Estambul -por su reivindicación del laicismo y por el supuesto arrinconamiento del catolicismo en España-, no dudó en comenzar su discurso en la ceremonia del Iftar, la ruptura del ayuno, resaltando "la extraordinaria relación de amistad y de proximidad" con Turquía.

Y no sólo eso. Aseguró que no se encontraba en Turquía como "extranjero", sino como jefe del Ejecutivo de un país "que se siente orgulloso de la influencia del Islam en nuestra historia y de su rico legado en nuestra lengua y patrimonio artístico". Turquía y España son el mejor ejemplo "para asimilar e integrar lo mejor de otras culturas" y, es por ello, que ambas lideran el proyecto de la Alianza de Civilizaciones, hoy de Naciones Unidas, que celebrará su II Foro a principios de abril en Estambul, seguido de un tercero en Brasil y de los siguientes en Portugal, Qatar y Marruecos.

Un país necesario para España y para Europa
ECONOMÍA EN ASCENSO A PESAR DE LA CRISIS

Turquía es una de las diez economías emergentes más importantes del mundo, pues vive un proceso de expansión económica: el PIB ha crecido por encima del 7% de media en los últimos cinco años y, por su tamaño (663.000 millones de dólares), ocupa la posición 16 en el mundo, el sexto si se la compara en el contexto de la UE.

POTENCIA ECONÓMICA EN CUATRO DÉCADAS

Turquía será la economía emergente que más crecerá en cuatro décadas, situándose entre la novena y duodécima economía mundial en 2050, con una renta per cápita de 60.000 dólares.

TURISMO, ACERO Y COMERCIO

Es el noveno país del mundo con más turismo (20 millones) y se estima que en 2020 doblará este número. Asimismo, es el tercer mayor productor de acero de Europa y el décimoprimero del mundo. Su posición geográfica entre el este y el oeste le confiere una gran relevancia estratégica para el comercio y por su condición de pasillo y terminal energética para Europa.