Una bicicleta se deja sin cadena en una de las más elegantes avenidas de Buenos Aires. Cuarenta y un minutos después, un hombre cae en la tentación y tras explorar la zona se sube a ella y huye rápidamente.

¿Cuánto tiempo puede durar una bicicleta en ser robada en una zona urbana? Eso es lo que quiere medir un publicista argentino que coloca las bicis como carnaza en la calle y graba con cámaras escondidas para analizar el nivel de seguridad en distintos barrios de Buenos Aires.

"Si bien no es una estadística como tal, lo que nos marca de alguna manera es que los lugares donde más rápido te roban la bicicleta, posiblemente la calidad de vida con respecto a la seguridad es peor", dijo Mariano Pasik, de 37 años.

Pasik pone los videos de los robos en cámara rápida, les coloca una banda sonora y los sube a su sitio de Internet (https://www.lapruebadelabicicleta.com). Tiene la esperanza de que otras personas se sumen a "La Prueba de la Bicicleta", su proyecto sin fines de lucro. La idea es crear un índice mundial de inseguridad.

Pasik visualiza una medición informal parecida al "Indice Big Mac", que compara los costos en distintos países de la misma hamburguesa de McDonald's para dar una idea del poder adquisitivo de las personas alrededor del mundo.

La "Prueba de la Bicicleta" es un poco de arte, un poco de reality show, un poco de periodismo y un poco de rebeldía, dice Pasik, quien dirige su propia empresa de publicidad, Liebre Amotinada Ideas.

Lo que definitivamente no propone es actuar como policía. El productor pixela las caras de los ladrones antes de subir los vídeos a Internet y se ha sorprendido con las personas que le mandan comentarios extremos donde demandan la pena de muerte para los malhechores.

"Lo que se ve en los vídeos es que no son ladrones profesionales. No es gente que salió a robar. Es gente que se encontró con la tentación y decidió cometer el ilícito. Se convirtió en ladrón el momento que robó la bicicleta", dijo Pasik.

SORPRESAS

Además, intenta demostrar que los medios alimentan la violencia y la inseguridad, sobre todo en lugares como Buenos Aires, donde los robos armados son habituales.

"La fantasía popular es que te la van a robar en segundos y no es tan así", dijo.

Cuando el equipo de Pasik dejó una bicicleta en el humilde barrio porteño de Constitución duró mas de una hora sin que nadie la tocara. Pero otra duró solamente unos minutos en la elegante Avenida Santa Fe.

Un barrio "aprueba" el examen de seguridad cuando la bicicleta dura una hora sin ser robada o cuando el cámara se cansa o cuando se le acaban la batería.

Aficionados en Uruguay y España han mandado sus propias pruebas y Pasik planea subirlas a su sitio.

Los ladrones que salen en los videos parecen más bien oportunistas.

"Ves a la persona dudando y dudando y dudando y yendo y viniendo. Hay casos que hablan por teléfono. Hay casos donde se van, vuelven, con lo cual te das cuenta que de alguna manera es más un juego interno con lo que está bien y lo que está mal que la bicicleta en sí", dijo Pasik.

O, tal vez, están asombrados por el hecho de ver una bicicleta en la calle sin una pesada cadena, lo cual es algo inusual en Buenos Aires, una metrópoli densa de más de 13 millones de personas.

Hasta ahora en "La Prueba de la Bicicleta", ninguna mujer ha robado una bicicleta.