Este artículo se publicó hace 16 años.
Vitaminas B fallan en estudio sobre Alzheimer en EEUU
Por Will Dunham
Altas dosis de vitaminas B fallarona la hora de desacelerar el deterioro cognitivo en personas conenfermedad de Alzheimer, lo que termina con la esperanza de quese trate de una nueva herramienta contra la condición,informaron investigadores.
Un grupo de expertos había visto en las vitaminas B ciertopotencial para reducir el riesgo de Alzheimer o desacelerar suavance, dado que las vitaminas pueden disminuir el nivel delaminoácido homocisteína, que se encuentra en grandes cantidadesen la sangre de los pacientes con la enfermedad.
Pero cuando los investigadores administraron a personas conAlzheimer leve a moderado altas dosis de suplementos convitaminas B6 y B12 y ácido fólico durante 18 meses, lospacientes no mejoraron sus resultados en pruebas de habilidadescognitivas como la memoria y el lenguaje más que las personasque tomaron placebo.
Además, las personas que consumieron los suplementosvitamínicos experimentaron inesperadamente más depresión,indicaron los autores en Journal of the American MedicalAssociation.
"Nuestros resultados brindan una respuesta muy clararespecto de que estas vitaminas no deberían administrarse paratratar la enfermedad de Alzheimer. Son inefectivas", dijo eldoctor Paul Aisen, de la University of California en San Diego,quien dirigió el estudio.
El Alzheimer es una enfermedad cerebral incurable queempeora con el paso del tiempo. Es la forma más común dedemencia entre los ancianos.
El estudio incluyó a 409 personas con enfermedad deAlzheimer que vivían en 40 lugares diferentes de EstadosUnidos. Algunos de los participantes recibieron dosis diariasde 5 miligramos (mg) de ácido fólico, 1 mg de vitamina B12 y 25mg de B6. El resto de los pacientes tomó píldoras placebo.
Esas dosis de vitaminas B se ubican muy por encima de lorecomendado para consumo diario.
Los participantes que tomaron las vitaminas registraron undescenso en los niveles de homocisteína, pero eso no se tradujoen ningún beneficio en términos de sus capacidades cognitivascomparado con el grupo tratado con placebo.
La investigación fue parte de una iniciativa financiada porlos Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que estáprobando las alternativas para tratar el Alzheimer que no estánsiendo investigadas por las compañías farmacéuticas.
"Esto cierra una estrategia, pero afortunadamente contamoscon muchas otras", señaló Aisen.
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