Este artículo se publicó hace 14 años.
Varela quiere ahora sacar a Falange del caso Garzón
El instructor da un día a las acusaciones para corregir sus escritos contra el magistrado
El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela sorprendió ayer a propios y extraños al dictar un auto y una providencia para que las tres acusaciones personadas en el proceso al juez Baltasar Garzón por haber abierto la primera causa penal a los crímenes franquistas corrijan los escritos de acusación. Presentados esta semana, en ellos se pide una pena de 20 años de inhabilitación para el magistrado.
Fuentes jurídicas calificaron de "insólitas" o "sin precedentes" las resoluciones dictadas. Otras, más prudentes, explicaron que en este momento procesal el instructor debe hacer un "juicio de fundamentabilidad de la acusación". Es decir, comprobar si está debidamente fundamentada la acusación. Un trámite que en el caso de Garzón se acentúa, al considerar el fiscal que no cometió ningún delito por haberse atrevido a investigar el franquismo. Sólo es acusado por Falange Española de las JONS, Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad, también de corte ultraderechista y que comparte representación con el autodenominado sindicato de funcionarios.
Fuentes jurídicas califican los autos de Varela de "insólitos" y "sin precedentes"
Riesgo de quedar fueraEl instructor concede a Falange un día para que "subsane el defecto" indicado, "con expresa advertencia de que, de no cumplimentar el requerimiento, se le tendrá por precluida en el derecho a formular acusación", lo que significa que no podrá acusar a Garzón si no presenta un escrito del que haya purgado las "múltiples valoraciones" que incluye y que hacen que el texto pueda "entenderse más como una exposición para el debate ideológico sobre acontecimientos históricos que el presupuesto para la estricta determinación del objeto del proceso". De ahí que las fuentes consultadas consideren que es un intento del instructor de desvincularse de la acusación que concita la mayor indignación por parte de los principales detractores de este procedimiento, las víctimas del franquismo.
En su escrito, Falange no duda en calificar la causa abierta por Garzón de "personal teoría o pseudoensayo histórico, absolutamente personal, y cargado de un alto grado ideológico sobre los acontecimientos que dieron lugar a la Guerra Civil española y a la actuación del llamado bando vencedor". Según la única formación legal durante el franquismo, "la verdadera intención del acusado no era tanto la investigación de los hechos y el amparo de las víctimas, sino la utilización propagandística de la tribuna que representa su juzgado".
El alegato de Falange destila una visión revisionista del franquismo
En sus resoluciones, Garzón declaró que Franco y los golpistas cometieron un delito contra altas instituciones del Estado, al levantarse en armas contra el Gobierno legítimo de la Segunda República. Consideraba los delitos cometidos como crímenes contra la humanidad al enmarcarse en un plan sistemático de eliminación de los opositores políticos. En ellos tuvo un papel destacado Falange, como "estructura paramilitar".
El partido critica al juez de la Audiencia que no diferenciara entre las diferentes facciones falangistas y lo acusa de vulnerar el derecho al honor de los generales golpistas, "cuyos nombres difundió y a los que atribuyó muy a la ligera nada menos que la comisión de delitos contra la humanidad y genocidio".
Pero se da la circunstancia de que este delito no está incluido en la causa contra Garzón, al que sólo se acusa de prevaricación, según ha establecido el propio Varela en sus resoluciones.
El juez también tumba el escrito de Manos Limpias, que deberá rehacerlo
No a los hechos ajenosEn cambio, el instructor sólo advierte a la otra acusación Manos Limpias de que si no subsana los errores detectados en su escrito, será él quien determine el objeto del juicio cuando decrete su apertura.
Mientras que en el escrito de Falange, de 22 páginas, Varela no puntualiza dónde están los errores, en el de Manos Limpias, de 99, señala hasta el número de las que debe excluir. Las pegas de Varela se refieren al archivo en 1998 de una querella por los crímenes de Paracuellos, a la descripción que Garzón hace del origen de la Guerra Civil y a lo que "exceda de la mera afirmación de que el juez actuaba a sabiendas".
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