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Varela se aparta y tramita su recusación por Garzón

El Supremo inicia ahora el procedimiento para determinar si el instructor de la causa contra la investigación del franquismo no fue imparcial

ÁNGELES VÁZQUEZ

El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela ha optado por tramitar la recusación que el juez Baltasar Garzón presentó en la noche del viernes para apartarlo del procedimiento contra la investigación de los crímenes del franquismo. En una providencia, que no fue notificada a la defensa del juez de la Audiencia Nacional, Varela da tres días al fiscal y a la única acusación personada en la causa, la organización ultra Manos Limpias, para que se adhieran o se opongan al incidente planteado.

Si se agotan los plazos previstos en la Ley Orgánica del Poder Judicial, la recusación tardará en resolverse unas tres semanas, por lo que difícilmente el Supremo habrá dictado el auto de apertura de juicio oral antes del próximo pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), previsto para el 19 de mayo. De nuevo, será necesaria una sesión extraordinaria para estudiar la suspensión cautelar del juez de la Audiencia Nacional.

Garzón pide anular el último escrito de la acusación ultra Manos Limpias

Garzón recusó a Varela porque entiende que había perdido la imparcialidad que debe presidir la labor jurisdiccional, al dictar sendas resoluciones para que las acusaciones personadas entonces, el autodenominado sindicato de funcionarios Manos Limpias y Falange Española de las JONS, modificaran sus escritos de acusación según las indicaciones que les hizo.

Ayer mismo, el juez de la Audiencia Nacional interpuso un nuevo recurso de apelación para pedir a la Sala de lo Penal que anule la última calificación presentada por Manos Limpias, que necesitó hasta tres escritos para seguir el 'dictado del instructor', señala la impugnación de Garzón.

La opinión de la fiscalía será clave para decidir sobre la recusación

La decisión de Varela de tramitar la recusación de Garzón abre un nuevo escenario en el procedimiento. Aunque el actual instructor, Luciano Varela, seguirá al frente de la causa por los crímenes del franquismo hasta que el incidente de recusación llegue a manos de la Sala de lo Penal del Supremo y se nombre otro nuevo, será difícil de explicar que en estos cuatro días adopte la próxima resolución que se esperaba en el procedimiento: la apertura de juicio oral.

Además de nombrar un instructor que sustituya a Varela, al menos temporalmente, en el procedimiento seguido contra Garzón, la Sala Segunda deberá designar otro para resolver la propia recusación. En la decisión que el instructor plantee al pleno de la sala, que estará compuesto por 13 magistrados (todos, menos él mismo y Varela), pesará y mucho la opinión de la fiscalía sobre el incidente planteado.

Aunque la fiscalía se ha opuesto a juzgar a Garzón por haber investigado penalmente los crímenes del franquismo, al entender que no ha cometido delito, siempre ha defendido la instrucción de Varela de las críticas que la defensa formulaba en sus escritos.

Es decir, no es nada descabellado pensar que se mostrará en contra de la recusación de un magistrado de la Sala Segunda del Supremo. Aun admitiendo que no es nada habitual corregir los escritos de la acusación, el ministerio público también puede entender que no quería beneficiar a las acusaciones, porque expulsó a Falange Española de las JONS del procedimiento.

Pero, aunque no apoye la recusación de Varela, el fiscal también deberá pronunciarse sobre los recursos de nulidad presentados por Garzón.

La defensa sostiene que el escrito de acusación del sindicato ultraconservador es 'absolutamente inválido' para sentar en el banquillo al juez de la Audiencia, porque plagia el auto del pasado 3 de febrero que rechazó sobreseer la causa y, por tanto, 'no describe ni puede describir la comisión de un delito'.

El sustituto de Varela será elegido por turno, a través de un mecanismo de selección basado en la antigüedad de los magistrados. No podrán ser nombrados instructores de la causa los magistrados que admitieron a trámite las querellas por estos hechos contra Garzón, que son el presidente de la sala de lo penal, Juan Saavedra, y los magistrados Adolfo Prego, Juan Ramón Berdugo, Joaquín Giménez y Francisco Monterde. En base a esta fórmula, el nuevo instructor de la causa contra Garzón podría ser o Andrés Martínez Arrieta o Julián Sánchez Melgar.

El magistrado que sea nombrado para sustituir temporalmente a Varela tendrá plena capacidad para actuar en la causa contra Garzón, pudiendo incluso dictar auto de apertura de juicio oral para sentar al magistrado de la Audiencia Nacional en el banquillo de los acusados. Aun así, más allá de lo que permite la ley, lo habitual es que los instructores sustitutos no tomen ninguna decisión de calado hasta que se resuelva definitivamente el incidente de recusación.

El magistrado que haya sido nombrado ponente del incidente de recusación deberá dar tres días a la Fiscalía para que emita un informe. De forma paralela, el instructor tiene diez días de plazo para practicar las pruebas solicitadas por las partes.

Cumplido este plazo, una vez se hayan practicado todas las diligencias, todos los magistrados que conforman el Pleno de la Sala de lo Penal menos el instructor del incidente de recusación y el propio Varela, un total de 14, entrarán a estudiar y deliberar el fondo de la cuestión en un plazo de cinco días.

Los magistrados del Pleno decidirán entonces si apartan definitvamente a Varela de la causa contra Garzón o si le mantienen como instructor del procedimiento. Si finalmente es apartado, el instructor sustituto continuará con la instrucción de la causa.

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