El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, salió este viernes al paso de la inquietud de las cancillerías suramericanas sobre la retirada de su país de la Unasur, desmintiendo a su ministro de Defensa que, a la vuelta de la reunión de ministros de la alianza celebrada el pasado martes en Quito, anunció la posibilidad de una salida de Colombia de la alianza.

Uribe aseguró en diversas declaraciones que su país seguirá en la Unasur y cuestionó la 'carrera armamentista' de sus vecinos brasileños y venezolanos. Tras su primera salida el exterior, el nuevo ministro de Defensa, Gabriel Silva, declaró respecto a la Unasur: 'Ese club no está jugando el deporte que nos gusta'. Y anunció que Colombia iba a 'reconsiderar' su presencia en la alianza suramericana.

Las precisiones conciliadoras de Uribe se produjeron después de las múltiples críticas recibidas por parte de la mayoría de países que integran el organismo. El resto de las naciones de la alianza pidieron a Colombia 'transparencia' sobre el uso de las siete bases militares de EEUU en su territorio tras el cierre, este viernes, de la instalación que tenía el Pentágono en Manta, Ecuador.

Bogotá interpretó que se trataba de una postura cerrada de los ministros de Exteriores y Defensa, y se negó a facilitar el texto del acuerdo firmado con EEUU. Un documento que Uribe se comprometió en la cumbre de Bariloche a trasladar a la Unasur.

Sin embargo, el embajador de EEUU en Colombia, William Bronwfield, el mayor puntal de la era Bush en América Latina, desaconsejó la difusión del acuerdo militar, porque 'no es lo usual'.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, censuró lo sucedido el martes en Quito: 'Su representante [el ministro Silva] tuvo la desfachatez de no mostrar el documento porque tenían que pedir permiso a EEUU', afirmó. Por su parte, el ministro de Exteriores de Perú, José Antonio García Belaúnde, el único que ha apoyado tímidamente la política de Uribe, declaró a una radio de su país que su impresión 'es que faltó flexibilidad por parte de Colombia'. En idénticos términos se expresó el canciller argentino, Jorge Tiana.

Brasil, que lidera la Unasur, trata de desbloquear la situación. Según el portavoz de Lula, Marcelo Baunbach, 'los problemas son graves, pero pueden ser resueltos en el contexto de Unasur'.