Este artículo se publicó hace 14 años.
Triste final del cuento de hadas de Henin en Australia
La derrota de la tenista belga Justine Henin ante Serena Williams el sábado en el partido por el título del Abierto de Australia fue un amargo final para un cuento de hadas.
"Por supuesto, (estoy) decepcionada (...) Porque se pierde la final de un Grand Slam (...) y porque tuve algunas oportunidades que no pude aprovechar", dijo Henin, tras caer por 6-4, 3-6 y 6-2 en el Rod Laver Arena, en su duodécima final de Grand Slam.
"Pero este sentimiento de decepción no puede vencer todas las cosas que he hecho en las últimas semanas (...) que son más de las que podía esperar. Sólo tengo que recordar eso", agregó.
La siete veces ganadora de torneos del Grand Slam llegó a Melbourne como una invitada, en su segundo campeonato tras 18 meses de retirada.
A pesar de que era calificada como una jugadora peligrosa, pocos apostaban por la belga de 27 años.
"Yo no sabía realmente qué esperar. Estaba lista para vivir, como dije, lo mejor y lo peor", sostuvo.
"Tenía curiosidad sobre cuál era mi nivel (...) y cómo me sentiría dentro y fuera de la pista. Sentí que tomé la decisión correcta", agregó.
Henin se retiró en mayo de 2008 desilusionada con el rutinario circuito y con la falta de hambre de trofeos de Grand Slam.
Pero el año pasado anunció su regreso, inspirada en la vuelta de su compatriota Kim Clijsters, que ganó el Abierto de Estados Unidos en su tercer torneo tras dos años fuera del circuito tras convertirse en madre.
PREOCUPACIÓN
Henin llegó a Melbourne habiendo jugado previamente una final en el Abierto de Brisbane, pero admitió que estaba preocupada por su fortaleza mental.
En la final de Brisbane, Henin tuvo dos puntos de partido por delante de Clijsters, pero no aprovechó la oportunidad y terminó perdiendo el torneo.
Por esto, dijo que pensaba que había perdido la compostura que la había llevado a ser la número uno del mundo.
Sin embargo, su triunfo en la segunda ronda sobre la rusa Elena Dementieva, quinta cabeza de serie, le dio confianza.
Henin fue avanzando en el torneo y empezó a jugar cada vez mejor. Por esto, empezó a soñar, algo que por unos momentos el sábado pareció que sería realidad.
Después de perder el primer set, Henin remontó el partido y, tras ganar el segundo, llegó a estar 1-0 en el tercero.
Pero Williams cerró la puerta y con un feroz ataque rompió en dos ocasiones el servicio de su rival para ganar su duodécimo título de Grand Slam.
"Ella es una verdadera campeona. Tiene el golpe adecuado en el momento justo", dijo Henin, quien ganó el título en 2004.
Tras su paso por Melbourne, Henin, que se transformó en la segunda mujer en llegar a la final de un Grand Slam como invitada, prefiere no ponerse grandes desafíos.
"Tengo algunas metas, por supuesto, pero no quiero mirar demasiado lejos", dijo la belga.
"Todo fue muy rápido (...) en las últimas cuatro semanas. Es tiempo de calmarse y pensar en el futuro. Pero, en general, la forma en que me sentí en las últimas semanas ha sido fantástica", concluyó.
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