El tradicional "Pobre de mí" despide las fiestas de San Fermín hasta el 2009

Miles de pamploneses se han despedido, entre el cansancio y la tristeza, de los Sanfermines del 2008 entonando el tradicional "Pobre de mí".

El acto central de esta despedida ha tenido lugar en la plaza Consistorial, donde a las doce de la noche, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, ha anunciado desde el balcón el final de las fiestas.

"Pamploneses, pamplonesas, ya se han acabado las fiestas de San Fermín, por ello os emplazo en esta misma plaza el próximo 6 de julio de 2009, porque ya falta menos para que todos digamos viva San Fermín, gora San Fermín", ha dicho la alcaldesa, quien ha permanecido durante unos minutos en el balcón sumándose a los cánticos de los asistentes.

En un ambiente mucho más tranquilo y con menos aglomeraciones que el 6 de julio, cuando se lanzó el chupinazo, sus palabras han sido seguidas por miles de personas, que han coreado incesantemente a San Fermín, y se han mostrado dispuestas a seguir disfrutando.

Y así, junto a los cánticos habituales del final de los Sanfermines, no han tardado en entonar el esperanzador "Ya falta menos", en alusión a los días que restan para que el 6 de julio de 2009 de nuevo la fiesta regrese a las calles de la capital navarra.

Las velas encendidas en la mano no han faltado a esta cita en la que uno de los momentos más emotivos ha tenido lugar cuando los asistentes se han desprendido del pañuelo rojo que les ha acompañado durante estos nueve días.

Los Sanfermines del 2008 comenzaron el pasado 6 de julio cuando la diputada y concejala de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, prendió el cohete anunciador.

En ese momento se inició un programa que durante 204 horas ha incluido un total de 484 actos, de ellos 204 musicales, 214 dirigidos al público infantil, 30 taurinos, 8 institucionales y los 28 restantes de diversa naturaleza.

La mayoría de esos actos han tenido lugar en la calle y es que si por algo se caracterizan los Sanfermines es por la espontaneidad y la fiesta ininterrumpida en unas calles que, sobre todo, durante el fin de semana han estado abarrotadas de visitantes.

Pese a eso, la normalidad ha sido una de las características de esta edición en la que ha destacado la rapidez y limpieza de los encierros en los que cuatro corredores han resultado heridos por asta de toro.