Este artículo se publicó hace 16 años.
Trabajar en la industria floral perjudicaría a las embarazadas
Por Anne Harding
Un estudio realizado enEcuador revela que los bebés de mujeres que trabajaron en laindustria de las flores durante el embarazo tienen másproblemas para comunicarse y menos habilidades motoras finasque los hijos de mujeres con otras ocupaciones.
Esos niños eran también casi cinco veces más propensos atener problemas visuales.
En la industria floral se utilizan pesticidas, en especial,los organofosfatos, los carbamatos y los ditiocarbamatos, yestudios sobre animales sugieren que la exposición a esassustancias químicas durante la gestación alteraría eldesarrollo neurológico antes y después del nacimiento.
Para investigar si esa exposición también afectaría a losfetos humanos, el equipo dirigido por la doctora Alexis J.Handal, de la University of New Mexico, en Albuquerque, lesrealizó pruebas de desarrollo a 121 niños de entre 3 y 23 mesesde edad.
Cincuenta y tres madres habían trabajado en la industriafloral durante el embarazo.
Esos niños potencialmente expuestos a los pesticidasrindieron un 8 por ciento menos en las habilidades decomunicación y un 13 por ciento menos en las habilidadesmotoras finas, como alcanzar un objeto y tomarlo. Eran también4,7 veces más propensos a tener problemas de agudeza visual.
Handal dijo a Reuters Health que es especialmentepreocupante que las mujeres que habían trabajado en laindustria floral ganaban más dinero, estaban más nutridas ytenían un mejor acceso a los servicios de salud y a laguardería diurna que el resto de las mujeres.
"Todos esos son factores que deberían promover un embarazoy un desarrollo infantil óptimos, pero vemos deficiencias",señaló la autora.
La exposición a los pesticidas no es el único factor quepodría influir en esos problemas del desarrollo, precisaronlos autores.
"Las largas jornadas de trabajo, el estrés laboral y lasresponsabilidades demasiado exigentes en trabajos que lesexigen a las mujeres pasar muchas horas de pie favorecerían losproblemas con el embarazo", escribió el equipo en la revistaEpidemiology.
"Asimismo, las empleadas de la industria de las florestrabajan en un invernadero, donde el calor y el agotamientoserían clave para la salud materna y fetal", añadieron losinvestigadores.
Las granjas de gran escala que cultivan flores paraexportar son cada vez más importantes para la economía deEcuador, Colombia y otros países en desarrollo, señaló elequipo.
En Ecuador, agregaron los autores, la mitad de lostrabajadores de la industria son mujeres en edad reproductiva.Las embarazadas siguen trabajando hasta cinco semanas antes dela fecha de parto prevista, indicó el equipo, mientras quealgunas lo hacen hasta esa fecha.
Dado el papel clave que tienen las mujeres en edadreproductiva en la industria de las flores, "este es unproblema que merece mucha más atención", sostuvo Handal.
Para la investigadora, se necesitan más estudios paracomprender cómo ese trabajo puede dañar la salud de las mujeresy de sus hijos, aunque los gobiernos no deberían esperar todaesa información para proteger a las trabajadoras con estándareslaborales más adecuados.
"Hay medidas que se pueden tomar inmediatamente, que nonecesitan de toda la evidencia final", concluyó Handal.
FUENTE: Epidemiology, noviembre del 2008
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