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Toxo y Méndez instan al Gobierno a rectificar a tiempo

Las bases sindicales piden la dimisión de Zapatero en el acto de Vistalegre

BELÉN CARREÑO

Las bases de los principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, vivieron ayer durante dos horas el preceptivo momento de exaltación previo a una huelga general. Más de 16.000 delegados sindicales de toda España se citaron en el Palacio de Vistalegre (Madrid), uno de los escenarios fetiche de Zapatero para sus mítines, en una suerte de calentamiento para animar el paro del 29 de septiembre.

Los asistentes, que colapsaron con decenas de autobuses durante horas el madrileño barrio de Carabanchel, corearon lemas hasta ahora silenciados en anteriores movilizaciones. 'Zapatero, dimisión', fue uno de los gritos más reiterados, una petición que aplaudió acaloradamente el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y amagó tímidamente su homólogo en UGT, Cándido Méndez. En las gradas se llegaron a escuchar gritos de 'Zapatero fascista' o 'Zapatero embustero'.

Los sindicalistas muestran su decepción con las políticas del PSOE

La decepción de los sindicalistas con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue palpable durante todo el acto, en especial entre las butacas ocupadas por afiliados a Comisiones Obreras. 'Nos han vendido mercancía averiada', se lamentó Toxo, que cree que el Gobierno de Zapatero 'actúa como si fuera de derechas'. El líder de CCOO advirtió de que al Ejecutivo le interesa 'un país apático', y trasladó la responsabilidad del éxito de la huelga a las bases.

Pero también el sindicato socialista UGT, al que está afiliado el presidente del Gobierno, atacó duramente al Ejecutivo. 'El problema no es que haya abandonado su discurso', espetó Méndez en su intervención. 'El problema es que haya abrazado con desesperación lo que combatía hace nada', continuó el líder de UGT. En este sentido, Méndez acusó a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, de 'vocera' de las políticas liberales y de haber cedido al 'chantaje' de lo que se conoce como 'mercados'. 'Pero los mercados no votan', recordó Méndez. Del ejercicio de la democracia habló también Toxo al asegurar que la huelga general es una 'expresión popular' tan válida como las decisiones que nacen del Parlamento.

Ambos líderes sindicales remarcaron la 'reversibilidad' de las decisiones adoptadas en la reforma laboral, amparándose en que el Gobierno ya ha rectificado en otras medidas adoptadas en el plan de recortes previo al verano. El permiso a endeudarse a los ayuntamientos saneados, que anunció Salgado el miércoles, fue el ejemplo más citado.

16.000 delegados exhiben su fuerza en el escenario fetiche de los socialistas

El acto estuvo cargado de un fuerte sentimiento progresista, con la actuación de Pedro Guerra que logró hacer canturrear a Méndez y Toxo su famoso Contamíname, la conducción del acto de la mano de la actriz Petra Martínez intérprete de La soledad que homenajeó a Miguel Hernández con unas palabras de Pablo Neruda, o los mensajes de aliento de Pilar Bardem y Juan Diego, entre otros.

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