Este artículo se publicó hace 15 años.
Por las tierras del aceite
Caminar por Cazorla y sus sierras es hacerlo por uno de los pulmones de España, cuna, además, de un producto típicamente mediterráneo que aquí adquiere características especiales.
España no está sobrada de pulmones verdes, así que la visita a cualquiera de ellos constituye en sí misma toda una experiencia. Si a esa riqueza medioambiental se le añade un paisaje de evocadores olivos y una gastronomía en la que el mejor aceite está presente, el resultado es perfecto y se llama Sierra de Cazorla. En este territorio del este de Jaén, que ocupa una quinta parte de todo el territorio provincial, gastronomía, cultura y naturaleza se dan la mano.
Las campiñas y valles que rodean Cazorla, una ciudad que por sí misma merece una visita, aparecen tapizados por miles de olivos. Los de aquí tienen una particularidad: su fruto pertenece a la variedad royal y no a la picual, la más común y extendida de España. Es, pues, una especie de excentricidad entre olivos que se traduce en el sabor más afrutado y almendrado de su zumo.
Antes de acercarse hasta Cazorla, la localidad que da nombre al mayor espacio protegido de España, podemos hacer unas cuantas paradas que irán preparándonos para lo que nos iremos encontrando en el transcurso del camino. Una de ellas podría ser Peal de Becerro, donde se forma el Paraje Natural del Alto Guadalquivir. Desde la torre Mocha, en el centro de la localidad, puede divisarse una panorámica de las cumbres de la Sierra de Cazorla. Quesada descansa sobre un cerro con sus estrellas callejas y pequeñas plazoletas en medio de las cumbres más altas de toda la sierra.
En Cazorla se cultiva el aceite de oliva royal, una excentricidad en un territorio donde las uvas suelen ser de la variedad picualY junto a las obras del serhumano, las de la naturaleza, trabajadora mucho más infatigable que da maravillas como la cueva del Agua, un salto oculto entre peñascos cuyas aguas descienden por precipicios rocosos hacia la pintoresca aldea de Belerda. Por algo está considerada una de las más deslumbrantes maravillas geológicas de toda la provincia.
Ya en Cazorla entenderemos por qué esta localidad fue declarada Conjunto Histórico-Artístico caminando por su caserío, contemplando el castillo de la Yedra, que fue atalaya fronteriza del reino de Granada, y observando lo que queda del templo renacentista de Santa María, que los franceses destruyeron durante la Guerra de la Independencia. La fortaleza de la Yedra vuelve a poner la construcción humana al servicio de la naturaleza: nadie debería perderse las panorámicas que ofrece del entorno sobre el que se asienta.
Salimos de Cazorla, y la carretera asciende hasta otro mirador, el de Las Palomas, el primer gran observatorio panorámico del valle alto del Guadalquivir. Un lugar desde el que se entiende a la perfección por qué Félix Rodríguez de la Fuente, entre otros naturalistas, definió a Jaén como el gran pulmón verde de España. Un pulmón verde con el penetrante regusto del aceite de oliva.
Más información
La web Turismo en Cazorla, www.turismoencazorla.com, ofrece información sobre alojamientos, rutas y principales monumentos de la zona.
No dejes de...
Probar alguno de los platos del delicioso recetario tradicional de la comarca, en el que, cómo no, el aceite de oliva virgen extra es la base de muchos platos. Las carnes de caza y las recetas de cuchara, entre las que se cuentan los potajes de espinacas y garbanzos o las migas pastoriles, son algunas de las mejores opciones ahora que se acerca el otoño. Todos estos platos pueden acompañarse de postres de origen árabe y licores de hierbas, también típicos de la zona.
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