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Thatcher era poco amiga de los inmigrantes

Se negó a aceptar a 10.000 refugiados vietnamitas y no quería que los extranjeros vivieran en casas protegidas

PÚBLICO.ES

A Margaret Thatcher no le gustaba que hubiera tantos inmigrantes asiáticos en Inglaterra a los pocos meses de convertirse en primera ministro. Lo demuestran unos documentos hechos públicos hoy por el Archivo Nacional bajo la regla de los 30 años, por la que todos los documentos clasificados pueden ser revelados después de ese tiempo.

Según The Daily Telegraph, en julio de 1979, Thatcher se reunió con su ministro de Asuntos Exteriores, Lord Carrington, y con William Whitelaw, ministro de Interior dela época. Los tres hablaron sobre las dificultades que estaban afrontando numerosos ciudadanos vietnamitas que dejaban sus casas por temor a ser perseguidos por el régimen comunista.

Los ministros se equivocaron de persona cuando le sugirieron a Thatcher que, vista la situación, Reino Unido podría acoger a parte de ellos. La primera ministro reaccionó airadamente a la propuesta y les advirtió de que ya había demasiada gente que quería vivir en Inglaterra.

Lord Carrington comentó que el país estaba preprado para dar asilo a 10.000 vietnamitas durante dos años. También insistió en que dejar pasar este tema podría provocar un deterioro de su imagen tanto en casa como en el extranjero. Por si fuera poco, el jefe de exteriores le dijo a Thatcher que menos de 10.000 sería considerado como una cifra injustificable.

A lo que Thatcher respondió diciendo que 'menos algunos casos, no ha habido nunca razones humanitarias para acoger a 1,5 millones de inmigrantes del sur de Asia', por lo que no entendía que hubiera que hacerlo ahora y les exigió 'trazar una línea 'que separara unos conceptos de los otros.

La cosa no quedó ahí. Whitelaw intervino explicándole a Thatcher que una cosa eran los inmigrantes y otra los refugiados, que según las cartas que estaban llegando a la sede del Gobierno, la opinión pública estaba a favor de acoger a aquellos vietnamitas.

'Pues deberíamos invitar a todos esos que mandan cartas a que acepten un vietnamita en su casa', contestó tajante Thatcher. Además, les dijo que creía que no estaba bien 'proporcionar casas de protección oficial a inmigrantes y no otorgárselas a los blancos'.

Aquella reunión, comenta The Daily Telegraph, tuvo lugar año y medio después de que Thatcher dijera en una entrvista en televisión que 'la gente está realmente preocupada por que Inglaterra se inunde de gente de otras culturas'.

'Si no queremos que la gente se radicalice, entonces tendremos que atajar el problema', añadió. A Thatcher se le acusó de provocar con aquellos comentarios un aumento del apoyo al fascista Frente Nacional, que había estado buscando votos entre la clase trabajadora.

La BBC ha desvelado otra parte de los documentos en los que se comprueba que Thatcher estaba realmente disgustada por no poder dar asilo político al Sha iraní, Mohammed Reza Pahlavi, después de la revolución.

El anterior primer ministro, James Callaghan, inició los trámites pertinentes para no aceptar al Sha por 'ser una figura política muy controvertida en su país. Debemos considerar nuestros lazos con ese país. Necesitaremos dialogar con ellos'.

Cuando Thatcher conoció que el Sha debía exiliarse se declaró 'profundamente triste' por no poder dar asilo 'a alguien que ha sido un inmenso aliado para el Reino Unido'.

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