Este artículo se publicó hace 14 años.
"Tener el virus no es el fin del mundo: con optimismo se vive"
Salvador Alfonso, que vive con VIH desde 2005, no ha sentido rechazo
"Cuando recibí los resultados del análisis me lo tomé bien, sólo me preocupé por si se lo había transmitido a alguien. Cuando mis ex parejas me confirmaron que no, lo mío me lo tomé con optimismo". Salvador Alfonso tiene 37 años y hace cinco recibió una mala noticia: un análisis de sangre dio positivo en VIH. "Por suerte, mi carga viral es tan baja que, al menos de momento, no necesito ni tratamiento", cuenta.
Eso, y la "excelente" atención que recibió de su médico, convirtieron a Salvador en un infectado "con una actitud positiva. "Enseguida se lo conté a mis amigos, a mis padres e incluso en el trabajo". Y hasta ahora nunca ha sentido rechazo ni discriminación. "Cuando sientas a alguien para contarle que tienes VIH, si te ven feliz, si ven que no tienes miedo y les informas bien, ellos también se dan cuenta de que esto no es el fin del mundo", afirma.
"Aunque sea sólo para una noche siempre digo que soy seropositivo"
Salvador es uno de los protagonistas del cortometraje de la campaña Elige siempre cara, de CESIDA, que pretende lanzar un mensaje esperanzador a los seropositivos y luchar contra su discriminación. También informa acerca de los recursos que tienen los que, bien a causa de la enfermedad, bien por los efectos secundarios del tratamiento, sufren lipodistrofia (un trastorno en el metabolismo que provoca una distribución irregular de la grasa en el organismo).
Aunque todas las historias del documental ofrecen una visión positiva de la vida, la de Salvador destaca por la seguridad que tiene en sí mismo. "Obviamente, preferiría no tener VIH, pero estar infectado te hace verlo todo de otra manera: ahora soy mejor persona, aprecio más las cosas y me agobio mucho menos por no tener dinero o por el qué dirán", sentencia.
Ni siquiera teme el rechazo a la hora de ligar. "Aunque sea sólo para una noche siempre digo que soy seropositivo y en muy pocos casos me han rechazado, y cuando practico sexo, me protejo, igual que debería hacer todo el mundo", asegura.
Ahora intenta transmitir su autoestima a otros seropositivos a través de una página web. "En los foros, los nuevos infectados se atreven a preguntar todas sus dudas. Intento hacerles ver que el entorno no te discrimina si tu actitud es positiva y que, con optimismo, se vive". e_SClB
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