Este artículo se publicó hace 11 años.
Telefónica espera el visto bueno de Bruselas para la compra de la filial alemana de KPN
La operadora cerrará esta semana la venta de su filial checa al grupo PPF, propiedad del multimillonario Petr Kellner, por 2.500 millones de euros
Telefónica ha notificado a Bruselas su proyecto de compra por 4.140 millones de euros de la filial alemana de KPN, E-Plus. La Comisión ha fijado el 6 de diciembre como plazo provisional para decidir si autoriza la operación.
La notificación de la compra, que se anunció el pasado 23 de julio, fue recibida por el Ejecutivo comunitario el 31 de octubre. La Comisión debe decidir antes de que venza el plazo si aprueba la adquisición o abre una investigación en profundidad, que duraría otros 90 días, en caso de detectar problemas de competencia, lo que obligaría a Telefónica a ofrecer medidas correctivas para obtener el visto bueno de Bruselas.
En términos generales, el Ejecutivo comunitario considera que "hay beneficios económicos en las fusiones en telecomunicaciones, siempre que no dañen la competencia". "Nuestro papel es precisamente verificar que la fusión no conduzca a un aumento de precios para los consumidores o una caída en la calidad de los servicios", según explicó recientemente el portavoz de Competencia, Antoine Colombani. La evaluación del impacto sobre la competencia, ha proseguido, depende de las características de cada operación y cada mercado nacional. "No hay ningún número mágico de operadores móviles que intentamos lograr en cada país", ha dicho.
En este sentido, recordó que Bruselas impuso condiciones a la adquisición de Orange Austria por parte de Hutchison al reducirse de dos a tres el número de operadores. En contraste, autorizó sin problemas la adquisición de Orange por T-Mobile en Holanda por la fuerte presencia de operadores virtuales.
Telefónica ha asegurado que la compra de E-Plus supone la generación de sinergias de entre 5.000 y 5.500 millones de euros y la creación de una compañía digital líder en Alemania. En concreto, tras la operación, se creará una compañía con 43 millones de clientes móviles en Alemania y unos ingresos combinados de 8.600 millones de euros. Así, Telefónica se convertirá en el segundo operador en Europa por número de clientes y por volumen de ingresos y líder por accesos y por red de distribución en España, Brasil y Alemania.
Venta de la filial checaDe otro lado, el grupo checo PPF, propiedad del multimillonario Petr Kellner, ultima la compra por 2.500 millones de euros de una participación de control en la filial checa de Telefónica, la mayor operadora de telefonía de la República Checa, según informa el diario Financial Times, que espera que el acuerdo se cierre esta semana, incluso tan pronto como este mismo lunes, según indicaron fuentes conocedoras de la situación. Una vez alcanzado un acuerdo con Telefónica, se prevé que PPF lance una oferta de compra sobre el 31% de la filial que cotiza en la Bolsa de Praga, lo que potencialmente podría elevar el precio de la transacción en otros 1.000 millones de euros aproximadamente.
Fuentes de PPF declinaron realizar comentarios sobre la información de Financial Times, limitándose a recordar que el grupo "mantiene conversaciones con Telefónica sobre la posibilidad adquirir una participación en Telefónica Czech Republic en el marco del proceso de evaluación de oportunidades de inversión en el sector de las telecomunicaciones en la Repúblia Checa".
Telefónica ha mantenido conversaciones para vender su negocio en la República Checa durante los dos últimos meses, aunque desde hace varías semanas negocia en exclusiva con PPF, el grupo inversor fundado por el empresario Peter Keller, quien permanece como el máximo accionista de la compañía, que extiende sus intereses en un amplio abanico de industrias, que van desde la banca al sector agrícola, en el centro y Este de Europa.
Telefónica controla el 69,4% de la mayor operadora checa desde que hace ocho años se hiciera con el control de Cesky Telecom, hasta entonces en manos del Gobierno checo. "Sin embargo, el grupo ha estado vendiendo activos no estratégicos con el objetivo de fortalecer su balance, en parte para contar con flexibilidad para invertir cuando se presenten oportunidades en sus mercados principales del Sur de Europa y Latinoamérica", apunta el rotativo británico, que recuerda que Telefónica se está desprendiendo de su negocio en Irlanda y de otras operaciones, como su actividad de call-center.
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