Este artículo se publicó hace 15 años.
El tapiz de Goebbels acabará en el Museo de Historia de Alemania
Un tapiz con una escena de la saga de los Nibelungos que encargó el ministro de Propaganda y Agitación del nazismo, Joseph Goebbels, acabará finalmente en los fondos del Museo de Historia de Alemania de Berlín, según decidió hoy la Justicia, tras varios años de disputa sobre su propiedad.
El tapiz, destinado a decorar una gran pared, había sido encargado en 1943 por Goebbels a una empresa de Viena, que lo entregó a su comprador en primavera de 1945, pocas semanas antes del final de la Segunda Guerra Mundial.
Al término de la guerra cayó en poder de las fuerzas aliadas y posteriormente fue a parar por oscuras vías a un comerciante de arte de la extinta República Democrática Alemana.
Se presume que a finales de los años 70 o principios de los 80 fue adquirido por un comprador occidental que lo llevó de contrabando a Alemania Federal.
Desde entonces se encontraba en manos de un comerciante residente en el suroeste de Alemania, que trató de ponerlo a la venta hace más de un año, momento en el que fue confiscado por la policía.
La justicia de la localidad alemana de Rottweil, en el sur del país, decidió hoy desestimar las reclamaciones de propiedad sobre el tapiz de hasta cuatro particulares y sentenció que, como antigua propiedad del III Reich, pertenece al erario público.
El tapiz, al que los expertos no conceden un gran valor artístico, tiene, sin embargo, interés histórico por el origen de su creación, y las autoridades alemanas tienen intención ahora de remitirlo al Museo de Historia de Alemania en Berlín para su conservación y posible exposición.
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