Este artículo se publicó hace 17 años.
Seis de cada diez familiares de alzhéimer acaban con depresión
Un estudio revela que tienen un 10% más de posibilidades de enfermar y un 23% más de estrés
En España hay 800.000 personas con alzheimer. Son tantos enfermos como familias afectadas, porque esta patología se extiende más allá de la persona que se desvanece poco a poco, e invade su entorno más directo, que suele ser el responsable de sus cuidados.
El perfil del familiar con un paciente de alzheimer a su cargo se escribe, casi siempre, en femenino. En el 84% de los casos, es una hija del paciente quien se ocupa de atenderlo, tiene una edad media de 58 años, dedica doce horas diarias a cuidar al enfermo y lleva más de cuatro años y medio entregada a esta tarea.
Cuidar no debería equivaler a descuidarse, pero ocurre . Enfermedades como la depresión y otros trastornos psiquiátricos se ocultan detrás de esta dolencia crónica y acechan a sus cuidadores. La mitad de las personas que atienden a un familiar con alzheimer presenta sintomatología psiquiátrica. El 60% está en riesgo o padece una depresión clínica.
Son datos extraídos del trabajo realizado por un joven equipo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, que ha obtenido el Premio Caja Madrid de Investigación Social en su edición de este año.
Una cadena que se repite
El estudio reproduce el círculo vicioso que suele envolver al cuidador de un paciente de alzheimer. Las circunstancias que arrastran son, casi siempre, las mismas: “Trabajan 70 horas a la semana, tienen dificultades sociales, familiares y laborales y, en ocasiones, se ven abocados a dejar su empleo...” destaca uno de los autores del trabajo.
Otros eslabones completan la cadena. El familiar pierde ingresos y gana sólo estrés, su tiempo libre no existe, no descansa y apenas duerme. Estas circunstancias son el umbral de cualquier enfermedad. Al margen de la depresión, el 55% de los cuidadores ve afectada su salud. Una persona con un paciente a su cargo tiene un 10% más de posibilidades de enfermar. Presenta, también, un 23% más de estrés y mayor riesgo de infecciones, pues genera un 15% menos de anticuerpos.
En estas circunstancias, los autores del estudio recomiendan a los familiares de personas dependientes una receta que se compone de dos palabras: “Cuidar cuidándose”.Es, además, el título del programa que desarrollan con estos familiares. Gracias a él, los cuidadores con un enfermo a su cargo mejoran sus habilidades en el día a día. Las familias “necesitan saber que necesitan ayuda”, señalan los autores del estudio. Aprender a pedirla es el primer paso.
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