Sarkozy anuncia apertura de instrucción judicial sobre muerte de adolescentes

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció hoy que un juez instructor investigará la muerte de dos adolescentes al chocar su moto contra un coche de la policía el domingo, suceso que desató violentos disturbios en barriadas cerca de París.

Sarkozy lo anunció en una reunión con los familiares de los dos jóvenes en el Elíseo, según contó el abogado de las familias, Jean-Pierre Mignard, quien celebró esta "decisión justa".

La apertura de un sumario encargado a un juez instructor era lo que pedían los familiares de Moushin y Larami, de 15 y 16 años y origen magrebí, que murieron en Villiers-le-Bel el pasado domingo cuando circulaban sin casco y a gran velocidad en una moto no homologada y chocaron contra un coche patrulla de la policía.

Sarkozy ha compartido el interés "que hemos expresado de que se establezca toda la verdad en este asunto", dijo el letrado.

"Es una decisión justa que celebramos como tal", porque "permitirá a los padres de las víctimas y sus abogados participar activamente en el conocimiento de la verdad", recalcó.

Se trata de "un gesto de apaciguación" que "deseamos que sea comprendido en todas partes para que vuelvan la paz, la calma y la tranquilidad", añadió Mignard.

Un espectacular despliegue policial anoche en Villiers-le-Bel y localidades vecinas del departamento de Val d'Oise, a las afueras de París, permitió evitar que se repitieran los violentos disturbios protagonizados por grupos de jóvenes en las dos noches anteriores y en los que más de 140 policías resultaron heridos.

Varios agentes recibieron impactos de armas de caza disparados por los alborotadores, en una preocupante escalada de la violencia que ha llevado a policías a calificar la situación de "peor" que la ola de disturbios que asoló a cientos de barrios conflictivos de la periferia de París y otras grandes ciudades hace dos años, cuando Sarkozy era ministro de Interior.

Nada más regresar hoy de un viaje oficial a China, el jefe de Estado visitó a los policías heridos, entre ellos un comisario apaleado con barras de hierro la primera noche de los disturbios en Villiers-le-Bel, antes de reunirse con las familias.

Luego presidió una reunión sobre seguridad, con la participación del primer ministro, François Fillon, y otros miembros del Gobierno conservador.

Tras visitar a los policías heridos, Sarkozy aseguró que los que han disparado contra los policías deberán dar cuenta de sus actos ante un tribunal de lo Criminal.

"Encontraremos a los tiradores. Pondremos los medios necesarios, pero los que han hecho esto irán ante la justicia", aseguró el presidente, al recalcar que el uso de armas de fuego contra policías es "inaceptable" y es un "intento de asesinato".

"No es algo que se pueda tolerar sea cual sea el drama de la muerte de dos jóvenes en moto", afirmó el presidente en referencia al suceso que desencadenó la crisis.