Este artículo se publicó hace 15 años.
Sagi le da a la zarzuela "Katiuska" un "look" cinematográfico y nostálgico
El director de escena que puso en marzo a 80 "barbies" a cantar Wagner en París, Emilio Sagi, trae a Madrid "Katiuska", la zarzuela de Pablo Sorozábal que él ha querido "estilizar" para hacerla "cinematográfica y nostálgica", con una suerte de "Gloria Swanson" sometida a la lucha de clases.
Se trata de una coproducción entre el Teatro Arriaga de Bilbao, que él dirige y donde se estrenó en septiembre, el Teatro Calderón de Valladolid, el Teatro Campoamor de Oviedo y el Teatro Español de Madrid, que la tendrá en cartel entre el 7 y el 10 de mayo.
Sagi, que ha presentado el montaje acompañado del director musical, Pascual Osa, del escenógrafo, Daniel Bianco, y de la actriz Trinidad Iglesias, se ha inspirado para su montaje en lo que su abuelo -Emilio Sagi Barba- contaba del estreno de la zarzuela en 1931, en el Teatro Victoria de Barcelona.
La escena final, en la que aparecen los proletarios con el puño en alto cantando a la "madre Rusia" frente a los que defiende el antiguo "orden", provocó un tumulto en el teatro y los espectadores se pegaron en esa y en las siguientes funciones.
"Me encantó y con esa idea quise hacer una crónica sentimental que emocionara al público. Es un relato sobre aquellos años grises. Quería plasmar esa idea estéticamente y por eso Katiuska es como Hedy Lamarr o Gloria Swanson en medio de un mundo en ruinas, en el que vive una historia de amor maravillosa".
"Katiuska" -la primera zarzuela de Sorozábal- se desarrolla en Ucrania, en plena guerra, en una posada a la que llegan revolucionarios y exiliados que quieren escapar.
Uno de ellos es el príncipe Sergio -Jon Plazaola- acompañado de Katiuska -Maite Alberola- una joven no sabe que es princesa y que tendrá un encuentro decisivo con un comisario soviético -Ángel Ódena-.
Del libreto de Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso, Sagi ha hecho un "lifting" porque algunos personajes secundarios "eran hoy en día absolutamente ridículos" y la ha acortado y "compactado" pero sin que se pierda nada de una obra que fue calificada de "vulgar y pegadiza" por su recurso a composiciones como el "foxtrot"
"Es un título que ha sido muy criticado -coincide Pascual Osa- pero tiene números de una gran altura y el dúo es impresionante. Sorozábal componía para que le gustara al público y Sagi ha hecho una puesta en escena de muchos quilates".
"Puedo garantizar -añade Osa- que va a ser un exitazo porque el público la ha acogido en todas partes con entusiasmo. Tiene un grandísimo nivel y pone a la zarzuela en su sitio".
"Katiuska", para la que Bianco ha ideado un decorado lleno de rampas y ruinas, es una de las primeras coproducciones que se hacen en España entre teatros "provinciales" y supone "un esfuerzo importante para moderar el gasto ofreciendo una calidad muy importante", según Sagi.
"Buena orquesta -la Filarmonía- y buen coro -el Eurolírica- para intentar que se vuelva a las producciones con nivel, no hechas de cualquier manera", dice Sagi, que ha agradecido "muchísimo" al Español haberse involucrado en la producción y a su director, Mario Gas, su apertura a todos los géneros, "algo que deberían imitar" los coliseos municipales.
Sagi cree que es un buen momento para la zarzuela porque hay muy buenos cantantes y "bastantes teatros deseando coproducir", pero también malo porque "ninguno tiene mucho dinero" aunque no quiere ni oír hablar de crisis.
"Somos teatreros y tenemos que disimular y poner cara de que esto que está ocurriendo no es tan importante", añade Sagi, que "vive sin vivir en él" porque a sus responsabilidades en el Arriaga se suman proyectos ya firmados como estrenar en diciembre "Sonrisas y Lágrimas" en el Châtelet de París.
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