Saakashvili arrasa en unas parlamentarias validadas por los observadores occidentales

El Movimiento Nacional Unido (MNU) del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, arrasó en las elecciones parlamentarias del miércoles, impugnadas por la oposición y validadas hoy, aunque con matices, por un nutrida misión de observadores occidentales.

Según datos preliminares correspondientes al 40 por ciento de los votos escrutados, el MNU obtenía el 61 por ciento de los votos emitidos por listas de partidos, que eligen a la mitad de los 150 diputados que conforman el parlamento unicameral de este país de Transcaucasia.

Junto con el movimiento oficialista acceden al reparto proporcional de 75 escaños las formaciones opositoras Oposición Unificada (OU), el Movimiento Demócrata Cristiano y el Partido Laborista, que consiguieron el 15; 28; 8,02 y el 6,81 por ciento, respectivamente.

Las otras ocho formaciones que participaron en las elecciones, todas ellas de oposición, no consiguieron alcanzar el mínimo del 5 por ciento para obtener representación parlamentaria.

Todas las fuerzas opositoras denunciaron fraude nada más ser anunciados los resultados de las encuestas a pie de urna que daban la victoria al MNU.

El líder del Partido Laborista, Shalva Natelashvili, aseguró hoy que todas las formaciones de oposición comenzarán consultas para "diseñar una estrategia común".

La declaración de Natelashvili fue confirmada a Efe por la portavoz de Oposición Unifica, Magda Popiashvili, quien recalcó que la segunda fuerza más votada, según las autoridades electorales, "no reconoce los resultados de las legislativas".

El máximo dirigente del Movimiento Demócrata Cristiano, Gueorgui Targamadze, hizo un llamamiento a las demás formaciones opositoras a luchar por conseguir que los resultados electorales oficiales sean lo más aproximados posible a la "realidad de la expresión de la voluntad popular en las urnas".

Sin embargo, la misión de los observadores de la OSCE declaró hoy que aunque en las elecciones se produjeron "irregularidades", éstas no influyeron en el proceso electoral, que "fue libre".

"No vi nada que hubiera podido influir negativamente en el resultado de las elecciones", dijo en rueda de prensa el portugués Joao Soares, vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE.

Un total de 550 observadores de la OSCE y de las asambleas parlamentarias del Consejo de Europa y de la OTAN, de 45 países, supervisaron los comicios legislativos georgianos.

"No han sido las mejores elecciones, pero en comparación con las pasadas presidenciales (el 5 de enero pasado) el progreso es evidente", añadió Soares.

Pese a que dichos comicios fueron precedidos por la implantación del estado de excepción, las misiones de la OSCE y de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa consideraron que se correspondieron con "los principales estándares internacionales de unas elecciones democráticas".

En alusión a las demandas de fraude de la oposición, Soares destacó que en Georgia resta mucho por hacer para "fortalecer la confianza entre la fuerzas políticas".

Por su parte, el jefe de la misión de observadores de largo plazo de la OSCE, el esloveno Boris Frlec, precisó que el informe definitivo con las conclusiones de la labor de observación será publicado en las próximas semanas.

Según mayoría de los comentarista políticos locales, la formación de Saakashvili también ganará ampliamente en las circunscripciones mayoritarias, donde se eligen los otros 75 diputados, por lo que se da por hecho que el jefe del Estado tendrá en la Cámara una mayoría constitucional de más de dos tercios.

"Aunque el partido gobernante tenga mayoría en la Parlamento, no tenemos la intención de impulsar modificaciones constitucionales sin consultar con la oposición", dijo el presidente georgiano tras conocerse los primeros resultados electorales.