Robert Duval: "Cuando me llamaban Bush era como si me llamaran Franco"

Seis años después de recibir el Premio Donostia, el actor Robert Duval ha vuelto al Festival de San Sebastián para presentar a competición la película Get Low, del debutante Aaron Schneider, en la que da vida a Mr. Bush, un ermitaño de Tenesse que en los años 30 organizó en vida su propio funeral.

"Cuando me llamaban Bush en la película era como si me llamaran Franco", ha comentado el actor, en tono irónico y en español, durante la presentación del filme, aunque tras la rueda de prensa ha confesado ante un reducido grupo de periodistas que es "el único de esta producción que no votó a Obama".

"Tengo una anécdota al respecto, pero no la cuento porque no me apetece hablar de política", ha zanjado el ganador de un Oscar por el largometraje Tender Mercies, de Bruce Baresford.

Misteriosa historia real

"Get Low, única producción norteamericana de las 17 que se presentan a concurso en la Sección Oficial, recupera la leyenda basada en la misteriosa historia real de un ermitaño de Tennesse que, ante la necesidad de confesar los hechos que le llevaron a aislarse durante años, decide organizar su propio funeral en vida e invitar a todo el pueblo, que le odia y repudia por su forma de ser.

Duval se ha "dejado llevar por el texto y el guión"

Bill Murray, Sissy Spacek y Lucas Black completan el reparto de esta cinta, todavía sin fecha de estreno en España, para la que Duval se ha "dejado llevar por el texto y el guión, que es lo único que se necesita cuando es bueno", dándole varias lecturas en su casa en Argentina y recuperando para el papel el acento que tenía su padre.

Robert Duval, actor camaleónico donde los haya, ha sido a lo largo de su carrera desde "barbero cubano, a ranger de Texas, pasando por Stalin", porque asegura que lo que le gusta es "hacer cosas diferentes". "Quiero encontrar papeles que me sorprendan y el cine de ahora, sobre todo el independiente, los ofrece muy buenos, el problema es encontrar dinero para la financiación", ha afirmado.

Afán por nuevos papeles

En su afán por buscar nuevos papeles, acaba de viajar a Cuba con Robert de Niro y Al Pacino, para rodar una "película sobre tres hombres que se reencuentran en la isla 50 años después. Ya está el guión, ahora falta el dinero", ha destacado.

El cineasta Aaron Schneider, ganador de un Oscar por el corto Two soldiers y que ha acompañado a Duval durante la presentación junto al productor Dean Zaniuck (Camino de perdición, ha comentado que reunir un reparto como el de esta película "no fue nada difícil desde el momento en que Duval se enganchó al proyecto. Todo el mundo quería rodar con Bobby".

Robert Duval no ha ocultado su "enorme satisfacción por volver a San Sebastián, es una ciudad en la que se come de maravilla", y ante la posibilidad de que pudiera llevarse la Concha de Plata del certamen donostiarra ha dicho que los premios no le preocupan, "lo importante es hacer un buen trabajo".

Rodaje en Argentina

En cuanto a volver a ponerse detrás de las cámaras -debutó como realizador con El apóstol-, cree que "dirigir es una extensión del trabajo de actor" y que es "algo muy complicado", pero no descarta rodar en Argentina, de donde es su esposa, aunque "ella no está por la labor".

El protagonista de películas como El padrino o Apocalypse Now ha coincidido hoy en San Sebastián con la proyección de la producción francesa Hadewijch, del cineasta Bruno Dumont, que también compite por la Concha de Oro.

"Hadewijch" es una cinta intimista sobre una joven parisina (Julie Sokolowski), que siente un amor desmesurado por Cristo, al que considera su amante. Es hija de un ministro, pero su amor por la religión la lleva a ingresar en un convento del que es expulsada por radicalizar las reglas del mismo.

Deseo desesperado

En su búsqueda de los desconocido conoce a unos islamistas que la intentan llevar por un camino diferente. Completan el reparto Karl Sarafidis, Yassine Salime y David Dewaele.

Bruno Dumont, autor también del guión, ha explicado en rueda de prensa que Hadewijch es la "representación del deseo más desesperado por amar y encontrar el amor, en un estado en el que se confunde lo bueno y lo malo".