Este artículo se publicó hace 15 años.
El riesgo de morir en accidente de tráfico es hoy 20 veces menor que en 1959
El índice de mortalidad en accidente es hoy unas veinte veces menor que en 1959 ya que, a pesar de que el parque automovilístico era entonces muy pequeño -859.152 vehículos frente a los 31 millones de ahora- el número de víctimas era comparativamente muy alto -1.678 fallecidos en 1959 frente a 3.082 el año pasado-.
Desde hace cincuenta años, cuando se fundó la actual Dirección General de Tráfico, han perdido la vida en accidentes de tráfico un cuarto de millón de personas -un número similar a la población actual de la ciudad de Granada- sin contar los cientos de miles de heridos.
En todo este tiempo, el riesgo de morir a bordo de un vehículo ha caído drásticamente, pero también el de morir atropellado, si lo comparamos con el escaso número de coches que circulaban por aquellos años.
Según datos de la DGT, en 1960 fallecieron en atropellos 460 viandantes frente a los 616 peatones del año pasado, a pesar de que el parque de vehículos se ha multiplicado por treinta y la población española también ha aumentado de forma significativa.
Esta mejora de los datos de siniestralidad ha sido especialmente acusada desde 2003, con un descenso del 40 por ciento de muertos, a pesar de que el parque vehículos ha crecido entorno al 23 por ciento.
Estas cifras se explican, en parte, por las medidas de seguridad que instalan los nuevos vehículos y el trazado de las carreteras modernas, pero sobre todo por la mayor conciencia social sobre los accidentes.
A ello se une también, el gran cambio que ha experimentado el parque de vehículos en estos cincuenta años.
Entonces, el número de motocicletas casi duplicaba al de turismos y la mortalidad de los motoristas en carretera era un 23 por ciento superior al de los automovilistas -319 motoristas muertos frente a 245 que viajaban en turismo en 1960-.
Los coches y carros de caballos, una rareza en las carreteras de nuestros días, todavía eran habituales por aquellos años, y en 1959 se vieron involucrados en más de 300 accidentes con 35 víctimas mortales.
No en vano, hace medio siglo había censados un millón de carros en España, superando incluso a los vehículos a motor.
Pero no sólo ha crecido el número y el tipo de vehículos, también se ha incrementado el censo de conductores, que entonces apenas superaba los 2,2 millones de personas con carné, frente a los casi 26 millones de ahora.
Lo que también ha cambiado es la forma en la que se producen los accidentes de tráfico.
Según las estadísticas de la DGT, la velocidad era ya una de las principales causas de accidentes -23 por ciento del total- aunque seguida de las averías, sobre todo en los frenos y en la dirección dada la escasa fiabilidad de los coches de entonces, fallos que estaban detrás del 14 por ciento de los siniestros.
Por tipo de accidente, las cosas también han cambiado bastante: la colisión sigue representando casi la mitad de los siniestros a diferencia de los vuelcos, que entonces suponían el 20 por ciento de los accidentes, y a día de hoy apenas representan uno de cada cien.
Por contra, los accidentes provocados por una salida de la vía, que hace cincuenta años eran sólo el 7 por ciento del total, ahora superan el 40 por ciento, en su mayoría causados por exceso de velocidad o distracciones.
Mañana jueves la Dirección General de Tráfico y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil celebrarán su cincuenta aniversario.
En un acto presidido por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se hará entrega de la medalla al Mérito a la Seguridad Vial, en su categoría de oro, al Hospital de Parapléjicos de Toledo y a la Fundación Guttmanm, dedicada a la atención de las personas con lesiones medulares y neurológicas.
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