Este artículo se publicó hace 14 años.
Una revuelta agua la elección presidencial a Merkel
Por Stephen Brown y Erik Kirschbaum
Miembros rebeldes de la coalición de la canciller alemana Angela Merkel le obligaron a resistir tres rondas de votación antes de elegir a su candidato a la presidencia de Alemania el miércoles, en una dramática muestra de desencanto con su liderazgo.
El candidato conservador de Merkel, Christian Wulff, derrotó a Joachim Gauck, un defensor de los derechos civiles no afiliado a ningún partido, sólo tras una sesión maratoriana de la Asamblea Federal para elegir al jefe del Estado, una figura principalmente ceremonial.
Por tercera vez en la historia desde la posguerra, una elección presidencial precisó una tercera ronda, que los analistas consideran un "golpe en la cara" para la canciller, que ha tenido problemas para hacer valer su autoridad en la coalición de gobierno, formada hace nueve meses.
"Al final del día hemos tenido un resultado muy convincente", declaró Merkel, mientras su aliado Guido Westerwelle de los Liberales Demócratas dijo que otros presidentes elegidos en tercera ronda "se habían convertido en grandes figuras de la república".
Pero Merkel se vio privada de la clara victoria que precisaba para impulsar su autoridad, tras una serie de malos resultados en las encuestas y reveses como la dimisión de Horst Köhler como presidente en mayo y las críticas dentro fuera del país sobre su liderazgo en la crisis financiera y su reciente paquete de austeridad.
Merkel, con unos índices de aprobación en mínimos históricos antes de la votación, es probable que tenga que hacer frente a interrogantes más serios sobre su capacidad de liderar la potencia económica europea, mientras el mundo mira a Alemania para ayudarle a emerger de la recesión.
"De hecho, es una gran derrota, un número significativo de personas claramente abandonaron el bando del Gobierno y votaron por Gauck", dijo el politólogo Peter Lösche. "Hoy se suponía que iba a ser un signo muy positivo para la coalición, y ahora sucede lo contrario"
El candidato "seguro" de Merkel, jefe de Gobierno de Baja Sajonia, tenía la mayoría absoluta sobre el papel con 644 apoyos de los 1.244 escaños, pero no lo logró en las primeras dos rondas.
En otras ocasiones la coalición contó con algunos votos rebeldes pero no a esta escala. Wulff casi le faltaron dos docenas de votos de los 623 necesarios en la primera ronda y no tuvo un resultado mucho mejor en la segunda. En la tercera, que se decidía por simple mayoría, finalmente consiguió 625.
El drama que rodea a la votación era tal que cientos de personas estaban reunidas fuera del edificio del parlamento para seguir los acontecimientos por pantallas gigantes de televisión.
Wulff, de 51 años, era el jefe de Gobierno de Baja Sajonia y fue una vez considerado como un futuro canciller, pero se descartó en 2008 diciendo que no era lo suficiente "macho alfa".
Gauck, de 70 años, es una figura sin afiliación política con un amplio atractivo por oponerse al régimen comunista en Alemania Oriental. Desde 1990 a 2000 dirigió una comisión que investigaba el papel de la Stasi, la policía secreta.
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