Renta Corporación pierde 25,2 millones a septiembre

La inmobiliaria Renta Corporación dijo el jueves que en los primeros nueve meses de 2008 registró unas pérdidas netas de 25,2 millones de euros frente al saldo positivo de 39,1 millones de euros del mismo periodo del año anterior, en un escenario marcado por la falta de crédito que dificulta la inversión de sus clientes.

Los resultados se sitúan ligeramente por encima de las previsiones de los analistas consultados por Reuters, que esperaban de media una pérdida de 26,6 millones de euros.

La compañía explica que en el tercer trimestre obtuvo un resultado positivo de 0,5 millones gracias al extraordinario de 12,6 millones anotado por la venta de un 11,6 por ciento de su filial Mixta África a finales de septiembre.

Por su parte las ventas de la inmobiliaria catalana, que actualmente está renegociando las condiciones de la dispensa temporal o "waiver" sobre un préstamo sindicado de 500 millones de euros, se situaron a septiembre en 213,1 millones de euros, lo que supone un descenso del 60 por ciento, con el 80 por ciento de los ingresos provenientes del mercado nacional.

Respecto a la revisión de las condiciones de financiación la compañía dice que "confía en llegar a un posible acuerdo satisfactorio para todas las partes implicadas en el menor plazo posible".

En cuanto al endeudamiento Renta Corporación comunicó que ha disminuido en 71 millones de euros hasta 665,2 millones de euros respecto al cierre de 2007, ya que se está concentrando en la mejora y transformación de las operaciones que ya tiene en cartera.

Por su parte la cartera actual (existencias más derechos de inversión) ha bajado en 397 millones a 969 millones respecto al cierre de 2007.

De cara al futuro Renta Corporación explica que la implementación de sus líneas estratégicas de intensificar la internacionalización, priorizar la transformación, ampliar la base de clientes y mantener una posición financiera sólida está siendo "más lenta y difícil", por lo que no facilita estimaciones de futuro.

La compañía catalana especializada en la compra, transformación y posterior venta de edificios inició en julio un proceso de reestructuración para hacer frente a la crisis del sector inmobiliario, incluyendo cambios en su cúpula directiva y una reducción de su plantilla.