Este artículo se publicó hace 16 años.
Raúl Castro envía a Obama una nueva señal de reconciliación
Por Esteban Israel
La oferta del presidente Raúl Castro de un canje de presos con Barack Obama es la señal hasta ahora más firme de que Cuba quiere una solución negociada a medio siglo de guerra ideológica con su vecino Estados Unidos, dijeron analistas.
Abordado esta semana por periodistas durante una gira por Venezuela y Brasil en su primer viaje desde que asumió la presidencia en febrero, Castro dijo varias veces que está dispuesto a reunirse con Obama.
"El señor Obama (...) al cual le reconocemos sus virtudes, debe saber que ahora es el momento de la verdad", declaró durante una visita a Brasilia.
El general de 77 años, que en Cuba rara vez habla con la prensa, dijo incluso que su Gobierno liberaría a presos políticos si Estados Unidos excarcela a cinco agentes suyos acusados de espionaje.
"Más allá de los casos propuestos, abre la posibilidad de un tipo de negociaciones que hasta ahora no hemos visto", indicó el analista Bert Hoffmann, del Instituto alemán para los Estudios de Área y Globales en Hamburgo.
"Envía la señal de que Cuba está dispuesta a negociar un 'quid pro quo', en vez de insistir solamente en que su causa es justa y no hará concesiones", añadió.
Obama, que estrenará el Despacho Oval el 20 de enero, será el primer presidente de Estados Unidos dispuesto a charlar con las autoridades comunistas de Cuba, a punto de festejar 50 años en el poder.
Raúl Castro reiteró que Estados Unidos debe levantar el embargo con el que lleva casi medio siglo intentando asfixiar a Cuba y al que la isla atribuye muchos de sus problemas económicos.
"OFENSIVA DIPLOMATICA"
Treinta y tres líderes de América Latina y el Caribe reunidos esta semana en Brasil pidieron a Obama que le hiciera caso. Antes lo hicieron también poderosos grupos industriales de Estados Unidos interesados en hacer negocios con la isla.
Sarah Stephens, del Centro para la Democracia en las Américas, un grupo que promueve un cambio en la política de Washington hacia Cuba, dice que Raúl Castro lanzó una clara "ofensiva diplomática".
"Cuba está ofreciendo involucrarse diplomáticamente con Estados Unidos y presionando a Obama para que decida si está dispuesto a ser un socio una vez que entre a la Casa Blanca", dijo en un comunicado.
Obama no ha contestado a ninguna de las propuestas de Castro, y aunque durante su campaña electoral dijo que levantaría las restricciones de viaje y envío de remesas a Cuba, dejó claro que no tocaría el embargo, al que considera un instrumento para presionar a las autoridades de la isla en materia de derechos humanos.
Dan Erikson, un experto del Diálogo Interamericano en Washington, dice que Raúl Castro no pierde nada con insistir en el diálogo.
"Si Obama acepta la oferta despejará el camino para relaciones más constructivas. Si no acepta, muestra que el nuevo presidente de Estados Unidos continuaría aislando a Cuba, lo que aumenta el respeto a la isla en América Latina", dijo el autor del libro "The Cuba Wars". Según el analista, lo que está claro es que para Raúl Castro las relaciones con Estados Unidos son una prioridad.
Raúl Castro ofreció negociar por Estados Unidos en diciembre del 2006, cinco meses después de reemplazar a su convaleciente hermano Fidel en el poder. El Gobierno del saliente presidente George W. Bush contestó que no hablaba con dictadores.
El general reiteró entonces su oferta al sucesor de Bush.
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